Hace 5 años nació Bi Yuu, una marca del Estudio Marisol Centeno que se especializa en la elaboración de tapetes bajo una visión vanguardista, calidad y responsabilidad social; utilizan el diseño e innovación como medio para impactar positivamente en el entorno.
La palabra Bi Yuu viene del conjunto del zapoteco del Istmo y del chatino de Paniztlahuaca, dos lenguas indígenas del estado de Oaxaca que significan, Bi: aire, viento, aliento y Yuu: tierra. Este año, en su V aniversario, festejan los cinco pilares que han entretejido el camino de esta marca para producir tapetes con alma.
Diseño textil, Industria, Teñido, Tejido y Hogar son las palabras clave que Bi Yuu expresa para hablar de sus procesos. Estos tapetes, hechos junto con artesanos de Teotitlán del Valle, Oaxaca, y en Huixtán, Chiapas, son una expresión de las tradiciones mexicanas y del amor por el proceso de tejido, que tiene una historia tan larga como la de nuestro territorio. El producto es un tapete hecho con amor, un producto pensado para habitar un hogar pero siempre poniendo en alto todo lo que se necesita para que llegue ahí.Los tapetes son creados con fibras de lana de oveja, material natural, reciclable y biodegradable. Cada pieza cuenta con 2800 pasadas de hilo por metro cuadrado, para que el tapete tenga una rica densidad y peso. El equipo de diseñadores trabaja desde la Ciudad de México y en Teotitlán del Valle y se integra por personas que viven en la capital, en Oaxaca y Chiapas.
Los tapetes de Bi Yuu se caracterizan por sus sorprendentes colores, forman parte esencial del espíritu de la marca. Cada uno de ellos se obtienen de pigmentos naturales que provienen de recursos como la grana cochinilla, el añil, el pericón, el marush, el nogal y la granada. La experimentación de los maestros tintoreros ha hecho que los colores que se imprimen en los hilos sean inigualables.Bi Yuu lleva 5 años tejiendo historias. Cada tapete reúne a todos los involucrados en un proceso de compañerismo, de trabajo en equipo. El acercamiento entre mundos diferentes y el poder de compartir lo más nuevo con los conocimientos ancestrales han permitido que estos tapetes sean mucho más que eso: sean piezas que dialogan con la tradiciones, que expresan inspiración y las emociones de los creadores. Como dicen ellos, “los procesos que acompañan la creación de nuestros tejidos nos llevan a pensar que Bi Yuu crea tapetes con alma”.
* * *
También te recomendamos:Pati Jinich: Reconstruir desde la cocina.Criollo: El encanto de Oaxaca.Zapatos artesanales con enfoque contemporáneo.
¡Gracias!
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Marisol Centeno celebra cinco años de Bi Yuu, su marca de tapetes artesanales vanguardistas y con responsabilidad social.
Hace 5 años nació Bi Yuu, una marca del Estudio Marisol Centeno que se especializa en la elaboración de tapetes bajo una visión vanguardista, calidad y responsabilidad social; utilizan el diseño e innovación como medio para impactar positivamente en el entorno.
La palabra Bi Yuu viene del conjunto del zapoteco del Istmo y del chatino de Paniztlahuaca, dos lenguas indígenas del estado de Oaxaca que significan, Bi: aire, viento, aliento y Yuu: tierra. Este año, en su V aniversario, festejan los cinco pilares que han entretejido el camino de esta marca para producir tapetes con alma.
Diseño textil, Industria, Teñido, Tejido y Hogar son las palabras clave que Bi Yuu expresa para hablar de sus procesos. Estos tapetes, hechos junto con artesanos de Teotitlán del Valle, Oaxaca, y en Huixtán, Chiapas, son una expresión de las tradiciones mexicanas y del amor por el proceso de tejido, que tiene una historia tan larga como la de nuestro territorio. El producto es un tapete hecho con amor, un producto pensado para habitar un hogar pero siempre poniendo en alto todo lo que se necesita para que llegue ahí.Los tapetes son creados con fibras de lana de oveja, material natural, reciclable y biodegradable. Cada pieza cuenta con 2800 pasadas de hilo por metro cuadrado, para que el tapete tenga una rica densidad y peso. El equipo de diseñadores trabaja desde la Ciudad de México y en Teotitlán del Valle y se integra por personas que viven en la capital, en Oaxaca y Chiapas.
Los tapetes de Bi Yuu se caracterizan por sus sorprendentes colores, forman parte esencial del espíritu de la marca. Cada uno de ellos se obtienen de pigmentos naturales que provienen de recursos como la grana cochinilla, el añil, el pericón, el marush, el nogal y la granada. La experimentación de los maestros tintoreros ha hecho que los colores que se imprimen en los hilos sean inigualables.Bi Yuu lleva 5 años tejiendo historias. Cada tapete reúne a todos los involucrados en un proceso de compañerismo, de trabajo en equipo. El acercamiento entre mundos diferentes y el poder de compartir lo más nuevo con los conocimientos ancestrales han permitido que estos tapetes sean mucho más que eso: sean piezas que dialogan con la tradiciones, que expresan inspiración y las emociones de los creadores. Como dicen ellos, “los procesos que acompañan la creación de nuestros tejidos nos llevan a pensar que Bi Yuu crea tapetes con alma”.
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Marisol Centeno celebra cinco años de Bi Yuu, su marca de tapetes artesanales vanguardistas y con responsabilidad social.
Hace 5 años nació Bi Yuu, una marca del Estudio Marisol Centeno que se especializa en la elaboración de tapetes bajo una visión vanguardista, calidad y responsabilidad social; utilizan el diseño e innovación como medio para impactar positivamente en el entorno.
La palabra Bi Yuu viene del conjunto del zapoteco del Istmo y del chatino de Paniztlahuaca, dos lenguas indígenas del estado de Oaxaca que significan, Bi: aire, viento, aliento y Yuu: tierra. Este año, en su V aniversario, festejan los cinco pilares que han entretejido el camino de esta marca para producir tapetes con alma.
Diseño textil, Industria, Teñido, Tejido y Hogar son las palabras clave que Bi Yuu expresa para hablar de sus procesos. Estos tapetes, hechos junto con artesanos de Teotitlán del Valle, Oaxaca, y en Huixtán, Chiapas, son una expresión de las tradiciones mexicanas y del amor por el proceso de tejido, que tiene una historia tan larga como la de nuestro territorio. El producto es un tapete hecho con amor, un producto pensado para habitar un hogar pero siempre poniendo en alto todo lo que se necesita para que llegue ahí.Los tapetes son creados con fibras de lana de oveja, material natural, reciclable y biodegradable. Cada pieza cuenta con 2800 pasadas de hilo por metro cuadrado, para que el tapete tenga una rica densidad y peso. El equipo de diseñadores trabaja desde la Ciudad de México y en Teotitlán del Valle y se integra por personas que viven en la capital, en Oaxaca y Chiapas.
Los tapetes de Bi Yuu se caracterizan por sus sorprendentes colores, forman parte esencial del espíritu de la marca. Cada uno de ellos se obtienen de pigmentos naturales que provienen de recursos como la grana cochinilla, el añil, el pericón, el marush, el nogal y la granada. La experimentación de los maestros tintoreros ha hecho que los colores que se imprimen en los hilos sean inigualables.Bi Yuu lleva 5 años tejiendo historias. Cada tapete reúne a todos los involucrados en un proceso de compañerismo, de trabajo en equipo. El acercamiento entre mundos diferentes y el poder de compartir lo más nuevo con los conocimientos ancestrales han permitido que estos tapetes sean mucho más que eso: sean piezas que dialogan con la tradiciones, que expresan inspiración y las emociones de los creadores. Como dicen ellos, “los procesos que acompañan la creación de nuestros tejidos nos llevan a pensar que Bi Yuu crea tapetes con alma”.
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Marisol Centeno celebra cinco años de Bi Yuu, su marca de tapetes artesanales vanguardistas y con responsabilidad social.
Hace 5 años nació Bi Yuu, una marca del Estudio Marisol Centeno que se especializa en la elaboración de tapetes bajo una visión vanguardista, calidad y responsabilidad social; utilizan el diseño e innovación como medio para impactar positivamente en el entorno.
La palabra Bi Yuu viene del conjunto del zapoteco del Istmo y del chatino de Paniztlahuaca, dos lenguas indígenas del estado de Oaxaca que significan, Bi: aire, viento, aliento y Yuu: tierra. Este año, en su V aniversario, festejan los cinco pilares que han entretejido el camino de esta marca para producir tapetes con alma.
Diseño textil, Industria, Teñido, Tejido y Hogar son las palabras clave que Bi Yuu expresa para hablar de sus procesos. Estos tapetes, hechos junto con artesanos de Teotitlán del Valle, Oaxaca, y en Huixtán, Chiapas, son una expresión de las tradiciones mexicanas y del amor por el proceso de tejido, que tiene una historia tan larga como la de nuestro territorio. El producto es un tapete hecho con amor, un producto pensado para habitar un hogar pero siempre poniendo en alto todo lo que se necesita para que llegue ahí.Los tapetes son creados con fibras de lana de oveja, material natural, reciclable y biodegradable. Cada pieza cuenta con 2800 pasadas de hilo por metro cuadrado, para que el tapete tenga una rica densidad y peso. El equipo de diseñadores trabaja desde la Ciudad de México y en Teotitlán del Valle y se integra por personas que viven en la capital, en Oaxaca y Chiapas.
Los tapetes de Bi Yuu se caracterizan por sus sorprendentes colores, forman parte esencial del espíritu de la marca. Cada uno de ellos se obtienen de pigmentos naturales que provienen de recursos como la grana cochinilla, el añil, el pericón, el marush, el nogal y la granada. La experimentación de los maestros tintoreros ha hecho que los colores que se imprimen en los hilos sean inigualables.Bi Yuu lleva 5 años tejiendo historias. Cada tapete reúne a todos los involucrados en un proceso de compañerismo, de trabajo en equipo. El acercamiento entre mundos diferentes y el poder de compartir lo más nuevo con los conocimientos ancestrales han permitido que estos tapetes sean mucho más que eso: sean piezas que dialogan con la tradiciones, que expresan inspiración y las emociones de los creadores. Como dicen ellos, “los procesos que acompañan la creación de nuestros tejidos nos llevan a pensar que Bi Yuu crea tapetes con alma”.
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Diseño textil, Industria, Teñido, Tejido y Hogar son las palabras clave que Bi Yuu expresa para hablar de sus procesos. Estos tapetes, hechos junto con artesanos de Teotitlán del Valle, Oaxaca, y en Huixtán, Chiapas, son una expresión de las tradiciones mexicanas y del amor por el proceso de tejido, que tiene una historia tan larga como la de nuestro territorio. El producto es un tapete hecho con amor, un producto pensado para habitar un hogar pero siempre poniendo en alto todo lo que se necesita para que llegue ahí.Los tapetes son creados con fibras de lana de oveja, material natural, reciclable y biodegradable. Cada pieza cuenta con 2800 pasadas de hilo por metro cuadrado, para que el tapete tenga una rica densidad y peso. El equipo de diseñadores trabaja desde la Ciudad de México y en Teotitlán del Valle y se integra por personas que viven en la capital, en Oaxaca y Chiapas.
Los tapetes de Bi Yuu se caracterizan por sus sorprendentes colores, forman parte esencial del espíritu de la marca. Cada uno de ellos se obtienen de pigmentos naturales que provienen de recursos como la grana cochinilla, el añil, el pericón, el marush, el nogal y la granada. La experimentación de los maestros tintoreros ha hecho que los colores que se imprimen en los hilos sean inigualables.Bi Yuu lleva 5 años tejiendo historias. Cada tapete reúne a todos los involucrados en un proceso de compañerismo, de trabajo en equipo. El acercamiento entre mundos diferentes y el poder de compartir lo más nuevo con los conocimientos ancestrales han permitido que estos tapetes sean mucho más que eso: sean piezas que dialogan con la tradiciones, que expresan inspiración y las emociones de los creadores. Como dicen ellos, “los procesos que acompañan la creación de nuestros tejidos nos llevan a pensar que Bi Yuu crea tapetes con alma”.
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