Causas Verdes Las Nubes: Un paraíso ecológico en Chiapas

Un viaje por las nubes

Un parque turístico ecológico conocido como Causas Verdes Las Nubes

Tiempo de lectura: 4 minutos

El color turquesa de sus aguas atrapa. Uno puede quedarse largo rato admirando las cascadas cristalinas del río Santo Domingo y el paisaje selvático, casi virgen, que lo rodea. Uno cree estar viendo una escena de La Misión o se puede sentir como un explorador.

Este paraíso es un parque turístico ecológico conocido como Causas Verdes Las Nubes, fundado por un grupo de ejidatarios. Se ubica frente a la Selva Lacandona, no muy lejos de la frontera guatemalteca. Desde San Cristóbal de las Casas, el viaje en coche es de cuatro horas y media o cinco. Se pasa a un costado de las lagunas de Montebello, que se pueden visitar en poco tiempo y valen mucho la pena. Ahí reina el bosque de pino, ocote, encino y cedro, pero poco a poco, conforme la carretera desciende, aparece una vegetación selvática. Y al final, la última media hora transcurre por un trayecto de terracería, donde se ven algunas comunidades agrícolas.

Las Nubes, Chiapas.

Las Nubes cuenta con 15 cabañas, un restaurante y varios senderos para admirar las cascadas. Los propietarios son 37 ejidatarios de la misma comunidad de Las Nubes, que está cerca de ahí. Abdulfo Vázquez es uno de sus fundadores y relata que al principio, a mediados de los ochenta, los visitaban más que nada extranjeros “mochileros” que caminaban por un sendero para llegar aquí. A inicios de los noventa nació esta idea de las cabañas junto con el Instituto Nacional Indigenista (INI), que en 2003 fue sustituido por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), que ahora los apoya. El terreno tenía un dueño, y Abdulfo y los demás ejidatarios hablaron con él. El ini los ayudó para la compra del terreno y ellos hicieron socio al propietario. A cambio, los ejidatarios dieron su trabajo: acondicionaron el terreno y construyeron las cabañas. La población es de origen indígena tzotzil, mam y chol. De acuerdo con uno de los ejidatarios, la mitad de ellos habla un idioma de su etnia. 

Las cabañas, austeras, de madera, son frescas y están ubicadas a escasos metros de las cascadas. Siempre se escucha el rumor del agua. Sentarse a leer en la pequeña terraza de la cabaña por la tarde, mientras el sonido de insectos y aves se intensifica, es de las cosas más disfrutables del día.

La actividad principal es el senderismo. También se puede lanzar uno en una tirolesa o, lo más recomendable, nadar en el río. Para pasear es mejor la tarde o la mañana, siempre por los senderos marcados en el mapa que entregan a la llegada, en la oficina. El recorrido se puede hacer en una hora o más, depende cuánto tiempo uno se detenga a admirar las cascadas. También hay un puente colgante cerca de las cabañas, con una buena vista al salto del agua. El ecosistema que se ve es húmedo y frondoso, rico en plantas como helechos y orquídeas; flores como las begonias, en color blanco, rojo o rosa, y desde luego, árboles impresionantes como las caobas o el palo mulato. 

En cuanto a fauna lo mejor es preguntar al recepcionista, porque él te indicará el lugar donde se pueden ver tucanes, que se acercan en pares a comer frutillas de unos árboles cercanos a las cabañas. Además, hay garzas y otras aves como el tucancillo negro, que tiene un pico de hacha, o las chachalacas. También andan por allí las impasibles iguanas, que llegan a una pequeña playa del río que se aprecia desde del mirador. 

El restaurante del parque se llama Las golondrinas, y se ubica en el punto más cercano a las cascadas. El menú es muy sencillo y limitado; la comida es limpia y con buena sazón. No se vende alcohol, pero el huésped puede traer sus cervezas o lo que desee.

Parador Santa María Montebello, Chiapas 

Carretera La Trinitaria-Lagunas de Montebello km 22, La Trinitaria; paradorsantamaria.com.mx.
Antes de llegar a las Lagunas de Montebello vale la pena detenerse en este parador, ya sea para visitar u hospedarse. Es una hacienda del siglo xix con ocho habitaciones y muebles antiguos. Cuenta con un restaurante y huertas de cafetales.

La Casa del Pan Papalotl, San Cristóbal de las Casas, Chiapas 

Real de Guadalupe 55; casadelpan.com.
Con más de 20 años de historia, este clásico sirve platillos elaborados con productos orgánicos y vegetarianos; además de restaurante y tienda, cuenta con un espacio para proyectar películas y documentales. Vale la pena el bufet diario. Ingredientes frescos y sanos y un servicio agradable. 

Museo del Ámbar 

Diego de Mazariegos s/n, La Merced, San Cristóbal de las Casas;
museodelambar.com.

Chiapas es reconocido por sus yacimientos de ámbar. En este museo, que además es un impresionante convento mercedario del siglo xvi, se pueden admirar más de 300 piezas. 

Expedición Salva Lacandona Ocosingo, Chiapas 

salvalacandona.net.
Para los apasionados de la bici de montaña, están los recorridos de esta expedición. Las rutas, de cuatro días, atraviesan los Altos de Chiapas pasando por comunidades zapatistas e indígenas y por zonas más húmedas y tupidas de la selva. Las expediciones, que se realizan en grupos de 20 o más personas, comprenden hospedaje en tiendas de campaña, alimentos y transporte de equipaje. 

Maravilla Tenejapa, Chiapas

ecoturismo_nubes@hotmail.co
www.causasverdeslasnubes.com

*Éste es un fragmento del libro Viajes con consciencia en México. 130 experiencias que transforman, publicado por Travesías Media.


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