A pesar de estudiar letras, Elena Reygadas descubrió pronto que su pasión estaba en la gastronomía. Después de pasar por varios restaurantes extranjeros regresó a México a probar suerte. Y lo hizo de la manera menos ortodoxa: a través de recetas italianas y panadería. Por eso, tal vez, es un mérito tan grande que hoy sea una de las chefs más respetadas del país, al lado de Enrique Olvera, Patricia Quintana y Mónica Patiño. Está a la cabeza de dos de los restaurantes más emblemáticos de la Ciudad de México —Rosetta y Lardo—, prepara nuevos proyectos y acaba de publicar un libro con lo mejor de su trabajo.
Para mantenerse en pie, muchos proyectos de restaurantes y bares han tenido que crear alianzas y apoyo comunitario para que el confinamiento no sea sinónimo de fracaso sino de revolución. Si el consumo local era ya un movimiento que había nacido con fuerza, ahora podría cobrar un impacto mayor.
A pesar de estudiar letras, Elena Reygadas descubrió pronto que su pasión estaba en la gastronomía. Después de pasar por varios restaurantes extranjeros regresó a México a probar suerte. Y lo hizo de la manera menos ortodoxa: a través de recetas italianas y panadería. Por eso, tal vez, es un mérito tan grande que hoy sea una de las chefs más respetadas del país, al lado de Enrique Olvera, Patricia Quintana y Mónica Patiño. Está a la cabeza de dos de los restaurantes más emblemáticos de la Ciudad de México —Rosetta y Lardo—, prepara nuevos proyectos y acaba de publicar un libro con lo mejor de su trabajo.