Para los rarámuri, y otros pueblos vecinos de la Sierra Tarahumara, las enfermedades se combaten con la espiritualidad, pero ésta no ha sido suficiente para acabar con la desnutrición que se ha vuelto mortal en el noroeste de México. La pandemia de Covid-19 llegó a esta región acompañada de una terrible sequía que amenaza con ensanchar aún más la brecha de marginación social y privar de servicios básicos a una zona históricamente violenta.
Una unidad de la policía municipal en Chihuahua logra resolver en dos meses un caso de violencia de género. El cambio hacia un país más justo y con mejores policías requiere de ejemplos que guíen la transformación.
“Soy Marisol Valles y me van a matar —le dijo al agente de migración—. Venimos a pedir asilo”.