En esta cuarentena, la naturaleza está reconquistando los espacios que le arrebatamos. Los ambientalistas ya se cuestionan qué pasará cuando esto acabe, y todos volvamos a recuperar la producción perdida. ¿Qué pasará con el planeta?
El primer caso se confirmó en Brasil el 26 de febrero, último día del carnaval de Río de Janeiro. Para el 20 de abril ya había más de 43 mil infectados y 2,700 muertos. Bolsonaro sigue llamándolo “gripecita” y ya despidió al ministro de salud por contrariarlo.
Rocío, Paulo, Katherine, Gerardo y Emmanuel son jóvenes, mexicanos y viven en Europa, región en la que la pandemia del COVID-19 ha dejado miles de muertos. Desde allá recomiendan a sus compatriotas seguir las recomendaciones para evitar que el virus alcance niveles incontrolables en México.
El Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán enfrenta retos impensables. Transfirió a sus pacientes, dejó de recibir a otros, y se vació para atender a los infectados por el nuevo coronavirus. Esta es la primera entrega de una serie de textos sobre lo que sucede ahí adentro.
Gibrán Zea es un destacado sablista de México. Desde la llegada de la pandemia, se encuentra atrapado en Nápoles sin posibilidad alguna de poder regresar a casa. Mientras sus vecinos cantan o tocan música, él practica esgrima en combates imaginarios.
“Coronavirus es un golpe al capitalismo al estilo de Kill Bill y podría conducir a la reinvención del comunismo”, escribe Slavoj Žižek en “Sopa de Wuhan”, una antología digital de textos que importantes filósofos publicaron sobre el impacto del coronavirus.
Axel Hernández es un joven mexicano de 24 años que trabajaba como cocinero en el restaurante Hudson Garden Grill del Jardín botánico del Bronx, hasta que tuvo que volver a su casa por el cierre de Nueva York.
Mientras el coronavirus se abría paso en el país, Martina, instalada en su cuarentena uterina, se negaba a nacer. Su padre escribió está crónica entre la angustia y la alegría que significó recibirla en tiempos de emergencia sanitaria.
Especialistas hablan de cómo el coronavirus afectará la salud mental. La mayoría experimentará angustia emocional y será crucial la resiliencia de las personas y comunidades para hacer frente al nuevo coronavirus.
De las calles de esta ciudad se recogen un promedio de 150 cadáveres diarios que esperan a la intemperie, a veces por varios días, porque la pandemia de Covid-19 tiene a los sistemas de salud y funerarios completamente rebasados.
La cuarentena que estamos viviendo por la amenaza del nuevo coronavirus supone un desafío a las actividades laborales en esta era de conectividad. Pero en el caso de las mujeres, el reto es todavía mayor: la pandemia evidencia y acentúa las desigualdades que hay entre mujeres y hombres.
Quienes viven en reclusión tienen un sistema inmunológico débil por el estrés del confinamiento, además de una dieta pobre y otras enfermedades crónicas. Aún ante la emergencia, ninguna práctica disciplinaria debe traducirse en violencia física o psicológica.
Entre fronteras cerradas y vuelos cancelados, miles de mexicanos vieron convertidos sus viajes en una carrera a contrarreloj por regresar a casa. Estos son los testimonios de quienes tuvieron que desplazarse en medio de la pandemia.
“Todavía hay quienes creen que esto no existe. Sí existe. Yo lo tengo. Hagamos caso, no salgamos. Vamos a saturar los sistemas de salud. En México, donde cerraron escuelas casi al mismo tiempo que Noruega, todavía están a tiempo”.
Sigue aquí todos los días su reporte con los datos actualizados.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad?, ¿qué hacer cuando se tienen?, ¿cuál es la mejor forma de evitar su esparcimiento, y ¿cómo cumplir con la responsabilidad de cuidarnos, no sólo en lo individual sino en lo colectivo?
“Los que como yo no tienen ni refrigerador, los de los campos, los de la Cuba profunda, nos vamos a extinguir”.
Gobiernos como el de Australia y Argentina han solicitado a los ciudadanos un uso responsable del servicio, pues entre clases en línea, video llamadas y servicios de streaming que han aumentado su demanda hasta en un 60%, la saturación podría convertirse en un problema.
Tras el paso de la influenza H1N1 en 2009, el país adquirió una experiencia que será útil ante el coronavirus. Sin embargo, cuenta con una infraestructura limitada, por lo que es importante evitar que el sistema de salud llegue a saturarse.