Así se hacen buenas películas, según Paul Schrader

Así se hacen buenas películas, según Paul Schrader

Homenajeado en el Festival de Cine de Los Cabos, el guionista y director Paul Schrader habla sobre su oficio cinematográfico.

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A sus 71 años, el cineasta estadounidense Paul Schrader cuenta con una carrera de más de cuatro décadas como uno de los guionistas y directores que mejor articulan riesgos estilísticos y narrativos dentro del esquema hollywoodense. El realizador fue invitado de honor del VI Festival Internacional de Cine de Los Cabos, donde recibió un premio por su trayectoria e influencia en la industria de cine norteamericana.

Schrader aprovechó su paso por Los Cabos para presentar First Reformed, su película más reciente, protagonizada por Amanda Seyfried e Ethan Hawke. Al recibir el reconocimiento del festival, dijo sobre esta cinta: “Es la suma de muchas cosas de mi vida. Espero que no sea mi última película, pero si lo fuera… creo que es una buena última película”.

Responsable de guiones impresionantes como Taxi Driver (1976), American Gigolo (1980) –que también dirigió–, y Raging Bull (1980), este cineasta tiene una perspectiva interesante sobre la convivencia creativa de su labor como escritor, como director e incluso como crítico de cine. Sobre este tema conversamos con él durante su estancia en Los Cabos.

entrevista Paul Schrader, int

Sobre la forma en la que elige los proyectos
“Algunas películas las he dirigido porque tras escribirlas creí que nadie más entendería cómo hacerlas, aunque también me he topado con proyectos ajenos que nadie más entendía, como Patty Hearst (1988), y que estaba seguro que podría resolver por mí mismo”.

Sobre la posibilidad de un siguiente proyecto
“Tengo una idea que podría durar dos horas o incluso cinco. Pero no sé si quiero dirigirla o no. Ha habido un cambio psicológico en la industria y entonces hay más decisiones que tomar, pues ya puedes pensar desde el inicio hasta si quieres hacerla una serie por internet. Todas las posibilidades están abiertas”.

Sobre la importancia de los festivales de cine
“Hay muchísimas producciones. ¡Cantidades masivas de contenido y ya nadie puede estar al tanto de todo! Creo que por eso los festivales de cine han recuperado importancia: se han convertido en curadores en de cuyo gusto no dudas”.

Sobre la diferencia entre trabajar como guionista y director de cine
“Como yo lo veo hay dos estructuras de pensamiento: el escritor piensa en códigos literarios y el director piensa en códigos visuales. Son diferentes maneras de pensarlo y diferentes partes del cerebro. A veces si conviven en la misma persona hacen daño, pues un lado de ti cree que puede arreglar ese trozo de guión, mientras que el otro lado piensa que no tendrías que meterte con eso. El asunto es que terminas por rehacerlo todo y cambiar de chip mental.

Sobre la influencia de su formación como crítico de cine en su propio trabajo
“¡No siempre me ha ayudado! Un crítico de cine es un analista; es como un médico forense que quiere abrir el cuerpo que tiene sobre la mesa para averiguar cómo vivió y cómo murió. Mientras que un guionista y un director se parecen más a una mujer embarazada: lo único que quieren es mantener vivo a ese bebé para que pueda nacer. Así que cuando dejas a tu lado crítico entrar a la sala de alumbramiento, puede matar a ese bebé. ¡Así que cuidado! [Ríe] En ese momento tienes que decirle que se haga a un lado”.

Sobre cómo hacer buenas películas
“Yo espero que toda película sea un reto. Algunas de las que llego a ver me hacen preguntarme cómo se mantiene despierta la audiencia si es una película que ya le han mostrado varias veces antes. Así que cada vez que me acerco a un nuevo proyecto, intento filmar un película que te mantenga despierto”.

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