Uno podría pensar que en Cuba de Celia Cruz ya no queda nada. Que el tiempo borró sus huellas tras su partida en 1960. Pero no, Cuba es experta en guardar reliquias, en esconder entre sus entrañas la más inesperada de las historias, el testimonio perdido.
Durante el Festival de Cine de Morelia se presentó El Gran Fellove, un documental dirigido por Matt Dillon que cuenta la historia de uno de los más grandes músicos cubanos, quien llegó a México para encontrarse con el éxito que nunca logró en la isla.
Tomás Mora Fabré es un músico de 80 años que analiza la historia de la isla desde la puerta de su casa, donde toca canciones de todos los géneros para los turistas que intentan entender La Habana.
“Yo visualizo la desaparición de la élite musical y el virtuosismo”, Hans Werner Henze
Su legado fue ver al son cubano trascender en el mundo entero.
Una comunista para Estados Unidos y una traidora para Cuba, pero su reino era la salsa