Cuando hablamos de la violencia “en México”, solemos obviar las dinámicas específicas que generan los asesinatos y las desapariciones a nivel local. El territorio nacional opera como una ilusión de continuidad, mientras se pierden de vista los arreglos y los engranes de una maquinaria que se cobra la vida de personas de distintos oficios, no solo periodistas y defensores de la tierra, sino también taxistas y transportistas, como se muestra en esta radiografía de Nayarit.
En el sur de Nayarit, en la autopista Guadalajara-Puerto Vallarta (Jala-Compostela-Bahía de Banderas), que atraviesa una de las regiones más importantes de reproducción de jaguares en el Pacífico mexicano, hoy se busca escribir una historia diferente. Una autopista interespecie que permita a los animales cruzar caminos y conecten hábitats adyacentes.
En el caso Cienfuegos, es insuficiente que la fiscalía haya revisado y descartado las pruebas de la DEA; en realidad, debió haber hecho su propia investigación sobre el narcotráfico en Nayarit.