Los pedófilos han encontrado en la pandemia nuevos sitios intangibles para ser cómplices de la esclavitud para la explotación sexual. Nunca como en 2020 se había consumido tanta pornografía por internet. Los usuarios se convierten en parte de la cadena de consumo de crímenes, y sus víctimas tienen historias que contar.
Erika Lust decidió revolucionar la industria pornográfica y hacer cine adulto feminista, que muestra el sexo como algo positivo.