En una subasta, inclinarse por una pieza de arte sin conocer al autor suena un tanto descabellado. Y es que en el mercado del arte, cuando una obra se vende a un precio exorbitante, no sucede precisamente por gusto, sino por una serie de indicadores que hacen de tal compra, no un capricho emocional ni estético, histórico ni conceptual, sino una apuesta financiera inevitablemente ligada al nombre del artista y las sumas que se han pagado por sus trabajos anteriores. Estos factores provocaron, por ejemplo, que Jeff Koons haya roto, en 2013, el récord del precio más alto pagado por la obra de un artista vivo, con su Perro globo (naranja) vendido en 58.4 millones de dólares.

“Anónimo” es una subasta de arte latinoamericano sin fines de lucro que pretende crear un espacio libre de protocolo, donde el asistente pueda decidirse por comprar una obra únicamente por lo que descubre en ella. Tras el sold out del año pasado, Alejandra Martínez y Alejandro Serrantos —socios fundadores de Colectivo México y creadores de la feria de Arte Careyes—, regresan en una segunda edición a Miami en el marco de Art Basel, una de las ferias más prestigiosas de arte contemporáneo en el mundo. Se subastarán 30 lotes de artistas como Francisco Ugarte, Mario García Torres, Melanie Smith, Pedro Reyes y Jorge Méndez Blake, con un precio de salida de 3 mil dólares para todas las piezas.

Humberto Ramírez de Salón Emergente.

“Entre las reglas está que toda la obra debe ser nueva y nunca antes expuesta, por un lado, para lograr el anonimato, y por otro, para que sean piezas sin un precio ya establecido en el mercado”, dice Serrantos, desde el restaurante del Hotel Condesa al que llegó directamente del aeropuerto, maleta en mano, para esta entrevista con Gatopardo. Si algún artista revela la identidad de su obra, se retirará el lote; el nombre de ningún autor se dará a conocer hasta el fin de la subasta. “Además, al registrarse pedimos a los asistentes firmar un acuerdo en el que se comprometen a no ingresar a otra subasta la pieza que se lleven en un lapso de tres años, pues es muy probable que se trate de una obra cuyo valor es superior al que están pagando”, afirma Martínez.

La mitad de los ingresos por pieza van directamente al arista y el resto en donación al Hospicio Cabañas en Guadalajara, una casa hogar que existe desde hace más de 200 años, y actualmente tiene bajo su cuidado a más 500 niños. En 1980, la casa hogar se trasladó de su histórica sede, obra de Manuel Tolsá y actualmente el Instituto Cultural Cabañas, a un nuevo recinto. Esta subasta, en palabras de sus creadores, es una forma en la que, al menos simbólicamente, el arte le regresará a esos niños algo de lo que cedieron al dejar su hogar original. La subasta correrá nuevamente a cargo de Christie’s y contará con el apadrinaje de Patrick Charpenel, exdirector del Museo Jumex. El reto será mantener los seiscientos asistentes del año pasado y la venta total de los lotes.

Juan Manuel Salas de Salón Emergente.

“Anónimo” se dará este año en el marco de un proyecto mayor: In-documentados, una plataforma donde el arte mexicano y latinoamericano converge con diseño, gastronomía y entretenimiento. Todo esto tendrá lugar en el Hotel Royal Palm en South Beach durante la semana de Art Basel. Su Salón Emergente exhibirá en venta piezas de artistas jóvenes sin representación de galería con precios desde $100 hasta $2,000 dólares, y en la sección Comisaría de Diseño se venderá moda, joyería, calzado, accesorios y artesanía, entre otros objetos, de diseñadores como Suki Cohen, Carla Fernández, Ritualista, Sandra Weil, Paula Mendoza, Sangre de mi sangre y Laddu, entre otros.

Sobre este experimento, sus creadores no saben qué esperar, pero apuestan por detonar nuevos intercambios e iniciativas, y atraer miradas frescas a la producción creativa de Latinoamérica, en medio de una de las semanas más bulliciosas del año para el mercado del arte.

Anónimo, “Ausentes”, Impresión sobre papel algodón.

Art Basel Miami
1 al 4 de diciembre, 2016