El demonio neón: Belleza natural según Winding Refn

El demonio neón: Belleza natural según Winding Refn

Elle Fanning protagoniza “El demonio neón”, nuevo largometraje con el que Nicolas Winding Refn aborda la corrupción de la inocencia a través de la belleza física.

Tiempo de lectura: 2 minutos

Dentro de la atmósfera superficial que envuelve el mundo de la moda, claro está que la belleza física es el principal, y quizá único, elemento que hará brillar a cualquier afortunado en tenerla. Inspirado en esta idea de somero esplendor, el director danés Nicolas Winding Refn –ganador en Cannes 2011 como Mejor Dirección con Drive– hace una crítica provocativa al ambiente del modelaje a través de la cinta El demonio neón. Con tintes de cine gore y una historia muy al estilo del mito de la Condesa Sangrienta, Refn crea a Jesse, una chica que con tan sólo 16 años llega a Los Ángeles para convertirse en el símbolo de la perfección “natural”. Pero será esa belleza, anhelada por sus colegas y por la que cualquier fotógrafo o diseñador pagaría, la responsable de la dualidad bella/bestia que se apodera de la inocente chica.

Durante la edición 2016 del Festival de Cannes, Nicolas Winding Refn causó revuelo con El demonio neón, que formó parte de la Selección Oficial. Lo que apuntaba a ser un thriller adolescente rompió expectativas y resultó en un material de constantes analogías con las que el espectador tiende a quedar hipnotizado. (¡Bravo por la luz neón!) Espejos en cualquier lugar, triángulos simulando el equilibrio y constantes referencias a los ojos, son tan sólo algunos de los factores que hacen de esta cinta un experimento en donde la sensualidad es fundamental. Imposible no pensar en Un perro andaluz de Luis Buñuel con el reciente largometraje del director danés. La fotografía de la cinta, de por sí impactante, se corona con el constante juego de luces y el dinámico sonido electrónico que acompaña cada una de las acciones de las modelos.

Elle Fanning - El demonio neón

En piel de la bella Elle Fanning (About Ray), Jesse tiene la clásica imagen que se presume en pasarelas: alta, rubia y estilizada. Sin embargo tiene cierto encanto que la distingue, una innegable perfección que se explota al máximo en la pantalla. Desde los primeros segundos de la cinta es clara la intención de Nicolas Winding, él busca incitar al espectador y comienza con una imagen confusa, todo indica que podría ser la escena de un crimen pero la delicadeza con la que está recostada aquella chica de vestido azul resta importancia al líquido rojo que resbala por su cuerpo. De inmediato un flash rompe con la duda, pero Jesse sigue estática combinando a la perfección con la luz neón que viste la habitación, al parecer la chica tiene un talento nato para lucir majestuosa frente a una cámara.

Poco a poco la cinta muestra el impacto que el ambiente del modelaje puede causar, incluso en la más inocente criatura. Jesse se descubre frente al espejo, es entonces cuando es consciente del poder de su belleza. Durante toda la película Refn ironiza el comportamiento cotidiano de las modelos con la participación de Bella Heathcote y Abbey Lee –interpretando a Sarah y Gigi, respectivamente–, un par de “bellezas biónicas”, como se conocen en el ambiente, deseosas por poseer lo que envidian de Jesse. Traición, muerte e incluso necrofilia son algunos temas con los que El demonio neón pondrá a prueba al espectador. Destaca entre el elenco Jena Malone (Inherent Vice) con su tétrica actuación como la antagonista Ruby. Sin duda El demonio neón no es una cinta fácil de digerir, crítica al sistema y a los parámetros de belleza contemporánea; la película deshumaniza a las modelos y revela los instintos más salvajes a los que el ser humano es capaz de recurrir con tal de conseguir lo que desea.

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