Te reencuentras con Cipriano Zuzunaga, el protagonista. Lo detestas. Te genera pena. Recorres La velocidad de tu sombra. Empatizas con el tipo. Cuestionas tus principios. Terminas la novela policiaca y te preguntas si lo sigues odiando.

En un país ultrajado por la violencia, el humor se ha convertido en la mejor manera de hacerle frente. No hay error en asegurar que el mexicano tiene la osadía de reírse de sus desgracias y el escritor Jorge Alberto Gudiño Hernández, de 44 años, haciendo honor a su nacionalidad, lo hace visible en su más reciente novela La velocidad de tu sombra (Alfaguara, 2019). Contar y conocer historias ha sido su modo de vida desde hace unos años. Galardonado con el Premio Lipp de Novela 2011, es conductor de La Tertulia, una revista radiofónica dedicada a la literatura. Fiel consumidor de la novela negra, no fue hasta 2016 cuando se atrevió a contar las desventuras del excomandante Cipriano Zuzunaga, mediante una saga que ahora cumple con su tercera entrega y a la que el autor le vaticina un par más. 

“No quería al clásico detective, quería que estuviera en una constante ambigüedad moral. Que el lector conociera su crueldad y su apego a la violencia, pero al mismo tiempo pudiera observar a un ser humano complejo que requiere, como todas las personas, tener afecto”, explica Gudiño en entrevista con Gatopardo. 

La velocidad de tu sombra de Jorge Alberto Gudiño Hernández

Buscando evidenciar la sombría cotidianeidad que desde hace tiempo lastima a la Ciudad de México, el autor enfrenta a Zuzunaga ante un inhóspito panorama donde los cadáveres han pasado a ser parte de un catálogo de horrores que acuñan esta urbe. Ahora en esta nueva entrega, se autoasigna la búsqueda de lo que cree es un asesino serial el responsable de varios cuerpos que han ido apareciendo en las alturas de una autopista urbana durante las noches. 

Pero Zuzunaga no está para nada interesado en la noción de justicia. “A él no le importa que paguen los criminales, sino conseguir algo en concreto. A veces lo hace por poder, otras por dinero”, detalla el autor. Desde el primer encuentro con este crudo personaje en Tus dos muertos (2016) fue notorio que la desgracia era una constante en su vida. Comenzó siendo capitán de la Policía Judicial de un estado cercano a la capital, pero terminó siendo degradado jerárquicamente y puesto al servicio de autoridades que para nada valoraron su trabajo. Es entonces cuando en Siete son tus razones (2017) el odio y la venganza se apoderaron de su razón, llevándolo a cometer actos que afectaron a sus cercanos.  

Es curioso pero alegórico que en La velocidad de tu sombra el único sitio en el que el excomandante es menos reacio a las relaciones sea en la morgue, un ambiente escatológico y nada pulcro, donde conoce al forense Pabilo, un tipo que prepara el mejor café. Está además el periodista que le filtra información sobre los asesinatos y su asistente, el Pitahaya, quienes se convertirán en su soporte a lo largo de la trama. “Poco a poco comienza a reconstruir sus relaciones de amistad y de pronto descubre que quiere enamorarse”, detalla Gudiño. “Zuzunaga es completamente un antihéroe. Creo que la evolución de los detectives ha sido más o menos clara. Primero tuvimos a los superhéroes, luego siguieron los héroes maltratados y hasta los antihéroes, y me parece que él llega un poco más
lejos aún”. 

El autor lleva al extremo la sensibilidad de un policía, e incluso lo enfrenta a uno de los peores males de la capital, los temblores. Ni siquiera aquellos sismos de septiembre de 2017 logran que Zuzunaga se ablande. Él no es de esos tipos. Gudiño pone a prueba al lector en esta saga que todavía, asegura el autor, tiene un largo recorrido.