Tiempo de lectura: 4 minutosLas madres en la cultura mexicana son algo muy especial. Son al mismo tiempo el receptáculo de los insultos más hirientes y la descripción de lo más bonito: “chinga a tu madre, y está a toda madre”. Son la razón, en muchísimas ocasiones, de que el país se mueva. Son trabajadoras, mártires, fuertes, incansables, todo poderosas. Marisela Escobedo Ortiz es una madre que pasará a la historia, no sólo en el recuerdo de sus hijos, pero en la memoria colectiva. Es en gran parte por ella que el movimiento contra la violencia de género en México tiene su fuerza actual.
Las tres muertes de Marisela Escobedo, un documental impecable dirigido por Carlos Pérez-Osorio, es la historia de esta mujer por la que se deberían de levantar estatuas y declarar fiestas nacionales. Su lucha es al mismo tiempo la de muchas otras madres: buscar justicia por sus hijas asesinadas. Si 10 mujeres al día son asesinadas en México, 10 madres al día emprenden duelos y vacíos, porque en este país la probabilidad de que el feminicida de sus hijas quede libre es del 97%.
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Cortesía Netflix
Este largometraje documental, de 109 minutos, muestra los dos años que Marisela dedicó a la investigación, realizada por ella misma, para esclarecer el feminicidio de su hija Rubí Frayre Escobedo, asesinada en 2008 por Sergio Rafael Barraza. A través de su fuerza e inquebrantable misión, buscó que el sistema de justicia de México cumpliera con su deber. Pero el 16 de diciembre de 2010 le cambió el destino, frente a la Fiscalía de la ciudad de Chihuahua. Su estreno llega este miércoles 14 de octubre a través de Netflix. “Queremos que todo el mundo sepa quién es Marisela Escobedo”, dice Pérez-Osorio en entrevista con Gatopardo.
Desde hace muchos años, el director de este documental colabora con el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres de Chihuahua (CEDEHM) y ahí conoció la historia de esta mujer que estuvo dispuesta a recorrer el país, molestar a los políticos más enrarecidos y deshacer toda su vida con tal de encontrar la justicia que su hija merece. A través de la coordinadora del Centro, Ruth Fierro, el cineasta y activista social contactó a la familia de Escobedo y les planteó la idea de hacer un documental sobre la tragedia que en 2010 les volteó la vida de mil maneras. “Sin ellos me parece que no correspondía. Ellos decidieron confiar y empezar una relación conmigo para poder contar la historia de ellos y de su madre”.
Marisela Escobedo Ortiz es una madre que pasará a la historia, no sólo en el recuerdo de sus hijos, pero en la memoria colectiva. Es en gran parte por ella que el movimiento contra la violencia de género en México tiene su fuerza actual.
Cortesía Netflix
La familia Escobedo abrió las puertas y entregó todos los documentos que les pudieran servir para hacer el perfil de Marisela, la madre de familia que nació en Piedras Negras, estudió enfermería, consiguió un trabajo en Ciudad Juárez donde le dio una gran vida a sus cinco hijos. Y después se convirtió en heroína nacional.
“El equipo de investigación, liderado por Karla Casillas, se puso investigar entre más de 3 000 hojas de expediente, más de 20 horas de audiencia, con centenares de solicitudes de información, más todo el archivo que le dio la familia de Marisela a Carlos”, agrega Laura Woldenberg, productora ejecutiva de VICE Studios, quien coprodujo el documental junto con Scopio. “Desde BHS, fotografías, los propios diarios personales de Marisela y de Juan Manuel, su hijo. Todas esas fueron las herramientas para que el equipo de investigación pudiera unir todos los puntos”.
Cortesía Netflix
El caso de Rubí y su madre tuvieron fuerte presencia en múltiples medios a lo largo del país, pues Marisela se encargó de recorrer desde Chihuahua hasta la Ciudad de México para pedir a las autoridades que la ayudaran a hacer justicia y encarcelar al feminicida de su hija. Habló con procuradores de justicia de varios estados y delegados, con quienes buscaba llegar a acuerdos para que se cumpliera la ley. En el documental, muchos de los políticos con los que Marisela habló aparecen contando lo sucedido.
“La mayoría de ellos siguen en funciones o tienen otros cargos y lo que queríamos hacer era abrir el micrófono a la mayor cantidad de voces que formaron parte de la historia para darle un balance, para que realmente la narrativa nos llevara y que la audiencia pudiera llegar a sus propias conclusiones, de la boca de los involucrados”, dice Pérez-Osorio. Marisela Escobedo dedicó dos años de su vida a buscar justicia por su hija, pero nunca dejó de exigir que la solución se diera por parte del sistema judicial mexicano. “Confió en un sistema que le falla constantemente”, apunta el director.
A diferencia de muchos documentales que hablan de feminicidio y de la profunda crisis causada por la violencia de género en México, Las tres muertes de Marisela Escobedo no solo dejan al espectador con un hoyo en el corazón y un nudo en la garganta. Como lo dice Woldenberg, esta es una historia que muestra coraje, valentía e inspiración. “También es una historia que nos debe de dar un poco de esperanza, que ante toda la desolación que se está viviendo en México y toda la violencia que se ha acumulado en estos últimos años, que haya gente con tanta valentía y con tanto empuje que está dispuesta a dejarlo todo para que las cosas cambien”, finaliza la productora.