Tiempo de lectura: 4 minutosEl acto de ver fotos viejas es una experiencia que se vuelve más intensa en cuanto más antiguo es el archivo. Para Yvonne Venegas, fotógrafa mexicana –que ha expuesto en México, Estados Unidos, Canadá, Perú, Brasil, España, Francia, Polonia y Rusia–, éste acto de regresar al pasado, de ver a la gente que ya no está, las modas que fueron superadas, la arquitectura que desapareció, es una acción necesaria para su quehacer artístico, pero también humano; es casi una cuestión filosófica.
Para su más reciente exposición, «Notas desde la línea«, Venegas revisitó un archivo de 17 años mientras trabajaba un proyecto en su natal Tijuana. “Estaba explorando espacios raros, surreales. La idea inicial de las fotos que están en el archivo tenían que ver con un atractivo a la ideología. Lo que está incompleto como una forma de revelar lo que somos, imperfectos siempre. Algo que aquí, en esta frontera en particular, está a flor de piel, como que estamos incompletos, vulnerables, en construcción”, platica la fotógrafa en una videollamada con Gatopardo, confinada en su casa de la Ciudad de México a causa del coronavirus.
Ago Projects, galería basada en México, dedicada al diseño y fundada por Rudy Weissenberg y Rodman Primack, acaba de crear su primer proyecto completamente digital dedicado a la fotografía, AGO PH(O)TO. “Creemos que la fotografía es parte y extensión de varias prácticas artísticas, te va reuniendo. Mucho de lo que nosotros hemos conocido de arquitectura, diseño y arte, ha sido gracias a las fotos. Ellas nos han permitido abrirle una ventana al mundo”, dice Weissenberg sobre el porqué de esta exposición. Además le parece que hacen falta espacios para la muestra de proyectos fotográficos, tanto para los artistas ya establecidos, como Yvonne Venegas, como para los emergentes, que llegan con nuevas ideas y miradas.
AGO PH(O)TO comienza con «Notas desde la línea«, expuesta de manera virtual e inaugurada este 23 de abril, pero después mostrará las piezas de otros fotógrafos, aún no anunciados.
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La muestra de Venegas cuenta la historia de una ciudad bizarra, que no es Estados Unidos pero tampoco México. Tijuana es una ciudad con una cosmogonía propia que llega a cada rincón, calle, construcción, letrero o terreno baldío. «Notas desde la línea« muestra la cotidianidad de una ciudad fronteriza, reflejada en su arquitectura que es, al mismo tiempo, decadente y vigorosa.
“Esta frontera ha marcado desde mi cuerpo hasta mi espíritu. Aprendimos a ser fronterizos, con movimientos fluidos entre culturas, idiomas y líneas. El movimiento es natural si llevas una vida mirada sin juicios, como nos lo enseñó mi madre. Para nosotros las fronteras no existen, son palabras políticas que no aplican cuando puedes darte el lujo de no mirarlas. […] La identidad se transforma con nuestro movimiento, se acostumbra a vivir en un estado de constante devenir, y a nuestro paso van quedando recordatorios, silenciosos e invisibles”, escribe Venegas como presentación a su exposición.
Casa Barco, 2020. Yvonne Venegas.
La fotógrafa voló a Tijuana desde la Ciudad de México una semana antes de que se declarara la emergencia sanitaria. Salió con su papá, también fotógrafo, a caminar por horas las calles, en búsqueda de esos recuerdos que había visto en su archivo. Aunque normalmente ella hace retratos, esta vez se concentró en capturar la arquitectura de la ciudad. “Fue un reto pensar en eso: la arquitectura. Lo que hice fue acercarme a mi archivo y pensar en la herramienta con la que decidimos hacerlo, el iPhone. Es un reto pensar en un proyecto de una forma distinta, porque para mí normalmente es un proceso de años, ¿sabes?, eterno. Requiere de todo ese tiempo, todo ese revelado y todo ese dinero. Fue una combinación de cosas porque te da la posibilidad de ser mucho más flexible, de ser más móvil, de ser más todo”, explica Venegas.
Las fotografías muestran la barda fronteriza que se mete al mar; las manos de un cristo que estaban por convertirse en estandarte, como el de Brasil, pero que no lo lograron; una casa envuelta en el cuerpo de una mujer desnuda; una casa que es un barco. «Ver para creer» es el surrealismo mágico que explica a esta ciudad.
Un eje central de AGO PH(O)TO es la democratización del arte, la intención es que llegue a todos, o a la mayoría posible. Por eso, y también porqué las fotografías fueron tomadas con un iPhone, esta exposición es digital. “Es interesante la evolución del iPhone y otros teléfonos. Son aparatos que pueden tomar fotos excelentes, de una calidad increíble, y que no son caros en comparación a una cámara que puede valer miles y miles de dólares”, explica Rodman Primack.
Para Yvonne Venegas el archivo es una fuente de energía. Esta no es la primera vez que hace un trabajo que nace de revisitar el pasado: de septiembre del 2019 hasta enero de este año, el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) presentó la exposición Días Únicos: el estudio y su archivo, en donde muestra fotografías de últimas décadas del siglo pasado, tomadas por José Luis y Julia Edith Venegas, sus padres, cuando trabajaban en el estudio Venegas Fotografía Fina, el más solicitado en Tijuana para retratar eventos especiales. En su trabajo, Venegas ha encontrado un denominador común: nada es perenne y lo que nos hace humanos es lo inermes que somos. “Lo que la vulnerabilidad nos ofrece, es la posibilidad, la creatividad”, concluye Venegas.