De Tokio a Kioto en un minuto
La ruta del Dragón es de las más impresionantes para ir de Tokio a Kioto, el secreto está en recorrerla durante el invierno, época en la que las montañas nevadas de los Alpes Japoneses ofrecer un espectáculo natural inigualable.
El invierno en Japón es un sueño. Las montañas nevadas de los Alpes Japoneses crean una atmósfera que no se puede vivir en ningún lado. Para las atracciones turísticas, viajar por la isla principal es fácil. Se puede ir en tren, y una de las rutas más impresionantes para ir de Tokio a Kioto es la ruta del Dragón, que cruza por el norte de los Alpes Japoneses. Empieza en la capital y pasa por Nagano, Takayama, Shirakawa-go y Kanazawa, y termina en Kioto.
La primera parada es Nagano. El trayecto es de una hora y media en el tren bala Hokuriku. En Nagano se pueden explorar diversos templos, como el Togakushi y Zenkoji, y la legendaria escuela ninja de Togakure. También, en invierno es posible disfrutar de las bajadas olímpicas en los resorts de ski. La verdadera joya de Nagano es Matsumoto, donde se encuentra un castillo considerado tesoro nacional de Japón. Matsumoto es el lugar de nacimiento de la artista contemporánea Yayoi Kusama, y se puede vivir en el museos de arte. Aparte, en invierno es posible visitar el parque Jigokudani de monos de nieve y convivir con los curiosos primates.
A aproximadamente dos horas y media en autobús desde Matsumoto está Hida Takayama, conocida por sus impresionantes festivales en diferentes estaciones del año, en los que se pueden experimentar las diferentes tradiciones. También, Takayama se conoce por su peculiar arquitectura, ya que los pobladores se dedicaron mucho tiempo a la carpintería y ebanistería. La arquitectura se puede apreciar mejor en Hida Furukawa, a 15 minutos de Takayama, donde también hay múltiples fábricas de sake. A 50 minutos de Takayama se encuentra la pequeña ciudad de Shirakawa-go, con su arquitectura tradicional en estilo gassho.
La última parada es Kanazawa, que alberga uno de los jardines más conocidos de Japón, el Kenrokuen. Fue construido a lo largo de cientos de años por la familia Maeda, que reinó el dominio de Kaga en Ishikawa. La misma familia fue una de las más poderosas en los tiempos feudales de Japón, y el castillo de Kenrokuen también perteneció a ellos. Cerca del castillo se encuentra el distrito Higashi Chaya, uno de los últimos barrios tradicionales de geishas. Aquí puedes disfrutar las artesanías y las casas de té antes de terminar el recorrido en Kioto, la capital de la cultura tradicional japonesa.
Fotografías de ©JNTO/©Matsumoto City
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