Casi desde su apertura, el Standard se convirtió en un sitio icónico del vibrante y artístico barrio del East Village en Nueva York. Se trata de una propiedad con gran diseño, y a la vez muy acogedora, que cuenta con una gran vista de Manhattan. Sus interiores reflejan el ímpetu artístico de la zona, ya que pone mucho énfasis en el arte contemporáneo. Justo una de las piezas que más destacan es una instalación de nubes suspendidas del artista Daniel Arsham, que se encuentra justo en el pasillo del lobby.El Standard tiene una muy buena ubicación, muy cerca del New Museum y a la redonda se pueden encontrar tiendas de diseñadores locales así como las grandes marcas internacionales, entre restaurantes y bares con mucha personalidad.
Sus huéspedes más asiduos se hospedan aquí por este mismo ambiente relajado sin tantas pretensiones que se percibe por las calles del East Village. Vale la pena dedicarle varios días a descubrir todo lo que hay en esta parte de Nueva York. Por ejemplo, una mañana en Brooklyn, y una tarde de compras en SoHo y NoHo. El propio East Village en otra mañana y la tarde para descubrir Lower East que es una zona con muchas nuevas propuestas y que vale la pena conocer con calma.El hotel es el perfecto punto de partida, de descanso (cuando ya no se puede caminar más) y de reunión en la noche, pues tiene uno de los grandes restaurantes de la zona: Narcissa, un hot spot en East Village. André Balazs —creador del grupo hotelero— y John Fraser, chef con estrella Michelin, hicieron un menú de comida californiana con productos locales y orgánicos de la granja de Balazs que se encuentra en el Valle del Hudson. Es importante reservar una mesa porque siempre estará lleno. Narcissa es toda una experiencia gastronómica que hay que probar.[caption id="attachment_6033" align="aligncenter" width="960"]
Narcissa cuenta con un menú de comida californiana con productos orgánicos.[/caption]Las habitaciones del hotel son espaciosas y ofrecen una gran vista de la ciudad por sus ventanales de piso a techo. Es un hotel muy cálido y con un staff atento que se preocupa para que la experiencia de cada cliente sea la mejor.Nueva York no deja de sorprender en cada visita, siempre hay lugares nuevos y siempre están los imperdibles que hay que revisitar. Así que hay que empacar pronto y prepararse para descubrir —tantas veces como sea posible— esta gran ciudad.
Standard25 Cooper Square, NYstandardhotels.com
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El Standard, en Nueva York, es un sitio icónico del vibrante y artístico barrio del East Village. Su ambiente relajado y sin pretensiones lo convierte en un "must" de la ciudad.
Casi desde su apertura, el Standard se convirtió en un sitio icónico del vibrante y artístico barrio del East Village en Nueva York. Se trata de una propiedad con gran diseño, y a la vez muy acogedora, que cuenta con una gran vista de Manhattan. Sus interiores reflejan el ímpetu artístico de la zona, ya que pone mucho énfasis en el arte contemporáneo. Justo una de las piezas que más destacan es una instalación de nubes suspendidas del artista Daniel Arsham, que se encuentra justo en el pasillo del lobby.El Standard tiene una muy buena ubicación, muy cerca del New Museum y a la redonda se pueden encontrar tiendas de diseñadores locales así como las grandes marcas internacionales, entre restaurantes y bares con mucha personalidad.
Sus huéspedes más asiduos se hospedan aquí por este mismo ambiente relajado sin tantas pretensiones que se percibe por las calles del East Village. Vale la pena dedicarle varios días a descubrir todo lo que hay en esta parte de Nueva York. Por ejemplo, una mañana en Brooklyn, y una tarde de compras en SoHo y NoHo. El propio East Village en otra mañana y la tarde para descubrir Lower East que es una zona con muchas nuevas propuestas y que vale la pena conocer con calma.El hotel es el perfecto punto de partida, de descanso (cuando ya no se puede caminar más) y de reunión en la noche, pues tiene uno de los grandes restaurantes de la zona: Narcissa, un hot spot en East Village. André Balazs —creador del grupo hotelero— y John Fraser, chef con estrella Michelin, hicieron un menú de comida californiana con productos locales y orgánicos de la granja de Balazs que se encuentra en el Valle del Hudson. Es importante reservar una mesa porque siempre estará lleno. Narcissa es toda una experiencia gastronómica que hay que probar.[caption id="attachment_6033" align="aligncenter" width="960"]
Narcissa cuenta con un menú de comida californiana con productos orgánicos.[/caption]Las habitaciones del hotel son espaciosas y ofrecen una gran vista de la ciudad por sus ventanales de piso a techo. Es un hotel muy cálido y con un staff atento que se preocupa para que la experiencia de cada cliente sea la mejor.Nueva York no deja de sorprender en cada visita, siempre hay lugares nuevos y siempre están los imperdibles que hay que revisitar. Así que hay que empacar pronto y prepararse para descubrir —tantas veces como sea posible— esta gran ciudad.
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El Standard, en Nueva York, es un sitio icónico del vibrante y artístico barrio del East Village. Su ambiente relajado y sin pretensiones lo convierte en un "must" de la ciudad.
Casi desde su apertura, el Standard se convirtió en un sitio icónico del vibrante y artístico barrio del East Village en Nueva York. Se trata de una propiedad con gran diseño, y a la vez muy acogedora, que cuenta con una gran vista de Manhattan. Sus interiores reflejan el ímpetu artístico de la zona, ya que pone mucho énfasis en el arte contemporáneo. Justo una de las piezas que más destacan es una instalación de nubes suspendidas del artista Daniel Arsham, que se encuentra justo en el pasillo del lobby.El Standard tiene una muy buena ubicación, muy cerca del New Museum y a la redonda se pueden encontrar tiendas de diseñadores locales así como las grandes marcas internacionales, entre restaurantes y bares con mucha personalidad.
Sus huéspedes más asiduos se hospedan aquí por este mismo ambiente relajado sin tantas pretensiones que se percibe por las calles del East Village. Vale la pena dedicarle varios días a descubrir todo lo que hay en esta parte de Nueva York. Por ejemplo, una mañana en Brooklyn, y una tarde de compras en SoHo y NoHo. El propio East Village en otra mañana y la tarde para descubrir Lower East que es una zona con muchas nuevas propuestas y que vale la pena conocer con calma.El hotel es el perfecto punto de partida, de descanso (cuando ya no se puede caminar más) y de reunión en la noche, pues tiene uno de los grandes restaurantes de la zona: Narcissa, un hot spot en East Village. André Balazs —creador del grupo hotelero— y John Fraser, chef con estrella Michelin, hicieron un menú de comida californiana con productos locales y orgánicos de la granja de Balazs que se encuentra en el Valle del Hudson. Es importante reservar una mesa porque siempre estará lleno. Narcissa es toda una experiencia gastronómica que hay que probar.[caption id="attachment_6033" align="aligncenter" width="960"]
Narcissa cuenta con un menú de comida californiana con productos orgánicos.[/caption]Las habitaciones del hotel son espaciosas y ofrecen una gran vista de la ciudad por sus ventanales de piso a techo. Es un hotel muy cálido y con un staff atento que se preocupa para que la experiencia de cada cliente sea la mejor.Nueva York no deja de sorprender en cada visita, siempre hay lugares nuevos y siempre están los imperdibles que hay que revisitar. Así que hay que empacar pronto y prepararse para descubrir —tantas veces como sea posible— esta gran ciudad.
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El Standard, en Nueva York, es un sitio icónico del vibrante y artístico barrio del East Village. Su ambiente relajado y sin pretensiones lo convierte en un "must" de la ciudad.
Casi desde su apertura, el Standard se convirtió en un sitio icónico del vibrante y artístico barrio del East Village en Nueva York. Se trata de una propiedad con gran diseño, y a la vez muy acogedora, que cuenta con una gran vista de Manhattan. Sus interiores reflejan el ímpetu artístico de la zona, ya que pone mucho énfasis en el arte contemporáneo. Justo una de las piezas que más destacan es una instalación de nubes suspendidas del artista Daniel Arsham, que se encuentra justo en el pasillo del lobby.El Standard tiene una muy buena ubicación, muy cerca del New Museum y a la redonda se pueden encontrar tiendas de diseñadores locales así como las grandes marcas internacionales, entre restaurantes y bares con mucha personalidad.
Sus huéspedes más asiduos se hospedan aquí por este mismo ambiente relajado sin tantas pretensiones que se percibe por las calles del East Village. Vale la pena dedicarle varios días a descubrir todo lo que hay en esta parte de Nueva York. Por ejemplo, una mañana en Brooklyn, y una tarde de compras en SoHo y NoHo. El propio East Village en otra mañana y la tarde para descubrir Lower East que es una zona con muchas nuevas propuestas y que vale la pena conocer con calma.El hotel es el perfecto punto de partida, de descanso (cuando ya no se puede caminar más) y de reunión en la noche, pues tiene uno de los grandes restaurantes de la zona: Narcissa, un hot spot en East Village. André Balazs —creador del grupo hotelero— y John Fraser, chef con estrella Michelin, hicieron un menú de comida californiana con productos locales y orgánicos de la granja de Balazs que se encuentra en el Valle del Hudson. Es importante reservar una mesa porque siempre estará lleno. Narcissa es toda una experiencia gastronómica que hay que probar.[caption id="attachment_6033" align="aligncenter" width="960"]
Narcissa cuenta con un menú de comida californiana con productos orgánicos.[/caption]Las habitaciones del hotel son espaciosas y ofrecen una gran vista de la ciudad por sus ventanales de piso a techo. Es un hotel muy cálido y con un staff atento que se preocupa para que la experiencia de cada cliente sea la mejor.Nueva York no deja de sorprender en cada visita, siempre hay lugares nuevos y siempre están los imperdibles que hay que revisitar. Así que hay que empacar pronto y prepararse para descubrir —tantas veces como sea posible— esta gran ciudad.
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Narcissa cuenta con un menú de comida californiana con productos orgánicos.[/caption]Las habitaciones del hotel son espaciosas y ofrecen una gran vista de la ciudad por sus ventanales de piso a techo. Es un hotel muy cálido y con un staff atento que se preocupa para que la experiencia de cada cliente sea la mejor.Nueva York no deja de sorprender en cada visita, siempre hay lugares nuevos y siempre están los imperdibles que hay que revisitar. Así que hay que empacar pronto y prepararse para descubrir —tantas veces como sea posible— esta gran ciudad.
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