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Enrique de la Madrid. Fotografía de Felipe Luna.
Enrique de la Madrid retoma una visión nacional que hace tiempo no se oía: convertir a México en un país de clase media. Él mismo dice haber crecido en una familia que perteneció a esa clase social. Ahora quiere ser presidente, como lo fue su padre en los ochenta.
Enrique de la Madrid quiere ser presidente de México, como lo fue su padre hace más de cuarenta años. En entrevista con Gabriela Warkentin, dice que esa circunstancia y sus privilegios no lo hacen “menos empático” ni menos capaz de ayudar a los mexicanos a “salir adelante”. Aclara que nunca ha abusado de esa ventaja para avanzar en la vida y desafía a quien diga lo contrario a que lo demuestre: “Si por privilegio me quieren poner, de alguna manera, atributos de que abusé de mis circunstancias, pues los reto a que me lo prueben”.
En sus aspiraciones presidenciales, Enrique de la Madrid hace eco de una visión que se oía en otros tiempos, al decir que su objetivo es hacer de México “un país de clases medias”. Cuando Gabriela Warkentin, en entrevista para Gatopardo, le pide que hable sobre su vida, él se describe como un hombre que creció en la clase media y asegura que la suya es un ejemplo de las familias que avanzaban “en un México donde se progresaba, donde la economía realmente estaba creciendo y a la gente que trabaja le podía ir bien”.
Pero opina que hoy “vamos en reversa, con el acelerador metido a todo lo que da”. Pone como ejemplo la polarización que, dice, “no ha servido de nada, más bien nos está enfrentando, genera una historia un poco falsa de que unos están mal porque otros están bien”.
A pesar de pertenecer a la oposición, Enrique de la Madrid considera que hay algunos aspectos rescatables del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Entre ellos, destaca que la así llamada “cuarta transformación” ha logrado visibilizar la desigualdad que sufre México: “hemos permitido un país demasiado desigual”.
Fue la desigualdad, enfatiza, junto a otras desatenciones, lo que llevó a López Obrador a la Presidencia de la República: “El tema de inseguridad no lo inventó este gobierno, ya llevamos muchos años en [esa] crisis [...] y hubo una excesiva tolerancia a la corrupción”. Sobre esto último, agrega: “siempre hay corrupción, pero lo que no puede haber son los excesos que hubo. Lo que no puede haber es impunidad”. Él mismo fue secretario de Turismo (2015-2018) durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Acerca de su experiencia, afirma que su paso por el servicio público y el sector privado le otorga una visión panorámica de los retos del país. Enrique de la Madrid es licenciado en Derecho por la UNAM y maestro en Administración Pública por la Universidad de Harvard. Como funcionario ha sido coordinador general técnico en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (1994-1998), diputado federal por el PRI (2000-2003), director general de Financiera Rural (2006-2010) y del Banco Nacional de Comercio Exterior (2012-2015). Su relación con la banca se extiende a la iniciativa privada, donde ocupó la Dirección Ejecutiva de Relaciones Institucionales y Comunicación Corporativa de HSBC para México y América Latina (de 2010 a 2012).
Su perfil, entonces, es el de un tecnócrata, pero él no se define como un “neoliberal ferviente” ni defiende la economía de mercado “a ultranza”. A contracorriente de esta escuela económica, admite que las administraciones pasadas se equivocaron al decir que el aumento al salario mínimo provocaría inflación.
Un gobierno que lo haría diferente
A la pregunta de Gabriela Warkentin sobre los temas prioritarios de su agenda, Enrique de la Madrid responde que es primordial apoyar la inversión pública y privada. “Porque solamente con mucha inversión es que generamos el crecimiento económico, empleos y los buenos salarios que necesita el país”. El actual gobierno, enfatiza, se ha peleado con su única salida para realmente sacar a la gente de la pobreza: la inversión.
Lo anterior, además, ayudaría a combatir la inseguridad, otro tema prioritario para Enrique de la Madrid. Se necesita una economía fuerte “porque solamente en una economía que crezca mucho vas a tener jóvenes con oportunidades y que digan ‘híjole, me está saliendo muy caro esto de correr los riesgos de meterme al crimen, mejor me meto a este trabajo que me da un mejor salario’”. Al mismo tiempo, esto ayudaría a tener instituciones fuertes, “policías bien pagados, jueces bien pagados, familias con seguro de vida”.
Otros temas que Gabriela Warkentin puso sobre la mesa durante la entrevista fueron el medioambiente y la violencia de género. Sobre el primero, Enrique de la Madrid contestó que “el mundo se está moviendo, no van a comprarle ningún tornillito a ningún productor que no esté utilizando energías renovables porque el mundo desarrollado ya compró estas ideas”. Piensa que las energías renovables son una oportunidad para el país, pues “con el sol que tenemos, con el viento, con los mares, podemos hacer uno de los sectores económicos dinámicos, que genere más empleo y más bienestar”.
En cuanto a la violencia de género, en específico, sobre los feminicidios, Enrique de la Madrid cree que “hay que atacar el tema desde el punto de vista de la educación en nuestras familias”. Además dice que es necesario “que no haya impunidad”. “Valores y un Estado de derecho, sí creo que corrige la manera en cómo actuamos los mexicanos”.
Esta entrevista es parte de la serie “Presidenciables”, con Gabriela Warkentin para Gatopardo.
Enrique de la Madrid retoma una visión nacional que hace tiempo no se oía: convertir a México en un país de clase media. Él mismo dice haber crecido en una familia que perteneció a esa clase social. Ahora quiere ser presidente, como lo fue su padre en los ochenta.
Enrique de la Madrid quiere ser presidente de México, como lo fue su padre hace más de cuarenta años. En entrevista con Gabriela Warkentin, dice que esa circunstancia y sus privilegios no lo hacen “menos empático” ni menos capaz de ayudar a los mexicanos a “salir adelante”. Aclara que nunca ha abusado de esa ventaja para avanzar en la vida y desafía a quien diga lo contrario a que lo demuestre: “Si por privilegio me quieren poner, de alguna manera, atributos de que abusé de mis circunstancias, pues los reto a que me lo prueben”.
En sus aspiraciones presidenciales, Enrique de la Madrid hace eco de una visión que se oía en otros tiempos, al decir que su objetivo es hacer de México “un país de clases medias”. Cuando Gabriela Warkentin, en entrevista para Gatopardo, le pide que hable sobre su vida, él se describe como un hombre que creció en la clase media y asegura que la suya es un ejemplo de las familias que avanzaban “en un México donde se progresaba, donde la economía realmente estaba creciendo y a la gente que trabaja le podía ir bien”.
Pero opina que hoy “vamos en reversa, con el acelerador metido a todo lo que da”. Pone como ejemplo la polarización que, dice, “no ha servido de nada, más bien nos está enfrentando, genera una historia un poco falsa de que unos están mal porque otros están bien”.
A pesar de pertenecer a la oposición, Enrique de la Madrid considera que hay algunos aspectos rescatables del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Entre ellos, destaca que la así llamada “cuarta transformación” ha logrado visibilizar la desigualdad que sufre México: “hemos permitido un país demasiado desigual”.
Fue la desigualdad, enfatiza, junto a otras desatenciones, lo que llevó a López Obrador a la Presidencia de la República: “El tema de inseguridad no lo inventó este gobierno, ya llevamos muchos años en [esa] crisis [...] y hubo una excesiva tolerancia a la corrupción”. Sobre esto último, agrega: “siempre hay corrupción, pero lo que no puede haber son los excesos que hubo. Lo que no puede haber es impunidad”. Él mismo fue secretario de Turismo (2015-2018) durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Acerca de su experiencia, afirma que su paso por el servicio público y el sector privado le otorga una visión panorámica de los retos del país. Enrique de la Madrid es licenciado en Derecho por la UNAM y maestro en Administración Pública por la Universidad de Harvard. Como funcionario ha sido coordinador general técnico en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (1994-1998), diputado federal por el PRI (2000-2003), director general de Financiera Rural (2006-2010) y del Banco Nacional de Comercio Exterior (2012-2015). Su relación con la banca se extiende a la iniciativa privada, donde ocupó la Dirección Ejecutiva de Relaciones Institucionales y Comunicación Corporativa de HSBC para México y América Latina (de 2010 a 2012).
Su perfil, entonces, es el de un tecnócrata, pero él no se define como un “neoliberal ferviente” ni defiende la economía de mercado “a ultranza”. A contracorriente de esta escuela económica, admite que las administraciones pasadas se equivocaron al decir que el aumento al salario mínimo provocaría inflación.
Un gobierno que lo haría diferente
A la pregunta de Gabriela Warkentin sobre los temas prioritarios de su agenda, Enrique de la Madrid responde que es primordial apoyar la inversión pública y privada. “Porque solamente con mucha inversión es que generamos el crecimiento económico, empleos y los buenos salarios que necesita el país”. El actual gobierno, enfatiza, se ha peleado con su única salida para realmente sacar a la gente de la pobreza: la inversión.
Lo anterior, además, ayudaría a combatir la inseguridad, otro tema prioritario para Enrique de la Madrid. Se necesita una economía fuerte “porque solamente en una economía que crezca mucho vas a tener jóvenes con oportunidades y que digan ‘híjole, me está saliendo muy caro esto de correr los riesgos de meterme al crimen, mejor me meto a este trabajo que me da un mejor salario’”. Al mismo tiempo, esto ayudaría a tener instituciones fuertes, “policías bien pagados, jueces bien pagados, familias con seguro de vida”.
Otros temas que Gabriela Warkentin puso sobre la mesa durante la entrevista fueron el medioambiente y la violencia de género. Sobre el primero, Enrique de la Madrid contestó que “el mundo se está moviendo, no van a comprarle ningún tornillito a ningún productor que no esté utilizando energías renovables porque el mundo desarrollado ya compró estas ideas”. Piensa que las energías renovables son una oportunidad para el país, pues “con el sol que tenemos, con el viento, con los mares, podemos hacer uno de los sectores económicos dinámicos, que genere más empleo y más bienestar”.
En cuanto a la violencia de género, en específico, sobre los feminicidios, Enrique de la Madrid cree que “hay que atacar el tema desde el punto de vista de la educación en nuestras familias”. Además dice que es necesario “que no haya impunidad”. “Valores y un Estado de derecho, sí creo que corrige la manera en cómo actuamos los mexicanos”.
Esta entrevista es parte de la serie “Presidenciables”, con Gabriela Warkentin para Gatopardo.
Enrique de la Madrid. Fotografía de Felipe Luna.
Enrique de la Madrid retoma una visión nacional que hace tiempo no se oía: convertir a México en un país de clase media. Él mismo dice haber crecido en una familia que perteneció a esa clase social. Ahora quiere ser presidente, como lo fue su padre en los ochenta.
Enrique de la Madrid quiere ser presidente de México, como lo fue su padre hace más de cuarenta años. En entrevista con Gabriela Warkentin, dice que esa circunstancia y sus privilegios no lo hacen “menos empático” ni menos capaz de ayudar a los mexicanos a “salir adelante”. Aclara que nunca ha abusado de esa ventaja para avanzar en la vida y desafía a quien diga lo contrario a que lo demuestre: “Si por privilegio me quieren poner, de alguna manera, atributos de que abusé de mis circunstancias, pues los reto a que me lo prueben”.
En sus aspiraciones presidenciales, Enrique de la Madrid hace eco de una visión que se oía en otros tiempos, al decir que su objetivo es hacer de México “un país de clases medias”. Cuando Gabriela Warkentin, en entrevista para Gatopardo, le pide que hable sobre su vida, él se describe como un hombre que creció en la clase media y asegura que la suya es un ejemplo de las familias que avanzaban “en un México donde se progresaba, donde la economía realmente estaba creciendo y a la gente que trabaja le podía ir bien”.
Pero opina que hoy “vamos en reversa, con el acelerador metido a todo lo que da”. Pone como ejemplo la polarización que, dice, “no ha servido de nada, más bien nos está enfrentando, genera una historia un poco falsa de que unos están mal porque otros están bien”.
A pesar de pertenecer a la oposición, Enrique de la Madrid considera que hay algunos aspectos rescatables del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Entre ellos, destaca que la así llamada “cuarta transformación” ha logrado visibilizar la desigualdad que sufre México: “hemos permitido un país demasiado desigual”.
Fue la desigualdad, enfatiza, junto a otras desatenciones, lo que llevó a López Obrador a la Presidencia de la República: “El tema de inseguridad no lo inventó este gobierno, ya llevamos muchos años en [esa] crisis [...] y hubo una excesiva tolerancia a la corrupción”. Sobre esto último, agrega: “siempre hay corrupción, pero lo que no puede haber son los excesos que hubo. Lo que no puede haber es impunidad”. Él mismo fue secretario de Turismo (2015-2018) durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Acerca de su experiencia, afirma que su paso por el servicio público y el sector privado le otorga una visión panorámica de los retos del país. Enrique de la Madrid es licenciado en Derecho por la UNAM y maestro en Administración Pública por la Universidad de Harvard. Como funcionario ha sido coordinador general técnico en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (1994-1998), diputado federal por el PRI (2000-2003), director general de Financiera Rural (2006-2010) y del Banco Nacional de Comercio Exterior (2012-2015). Su relación con la banca se extiende a la iniciativa privada, donde ocupó la Dirección Ejecutiva de Relaciones Institucionales y Comunicación Corporativa de HSBC para México y América Latina (de 2010 a 2012).
Su perfil, entonces, es el de un tecnócrata, pero él no se define como un “neoliberal ferviente” ni defiende la economía de mercado “a ultranza”. A contracorriente de esta escuela económica, admite que las administraciones pasadas se equivocaron al decir que el aumento al salario mínimo provocaría inflación.
Un gobierno que lo haría diferente
A la pregunta de Gabriela Warkentin sobre los temas prioritarios de su agenda, Enrique de la Madrid responde que es primordial apoyar la inversión pública y privada. “Porque solamente con mucha inversión es que generamos el crecimiento económico, empleos y los buenos salarios que necesita el país”. El actual gobierno, enfatiza, se ha peleado con su única salida para realmente sacar a la gente de la pobreza: la inversión.
Lo anterior, además, ayudaría a combatir la inseguridad, otro tema prioritario para Enrique de la Madrid. Se necesita una economía fuerte “porque solamente en una economía que crezca mucho vas a tener jóvenes con oportunidades y que digan ‘híjole, me está saliendo muy caro esto de correr los riesgos de meterme al crimen, mejor me meto a este trabajo que me da un mejor salario’”. Al mismo tiempo, esto ayudaría a tener instituciones fuertes, “policías bien pagados, jueces bien pagados, familias con seguro de vida”.
Otros temas que Gabriela Warkentin puso sobre la mesa durante la entrevista fueron el medioambiente y la violencia de género. Sobre el primero, Enrique de la Madrid contestó que “el mundo se está moviendo, no van a comprarle ningún tornillito a ningún productor que no esté utilizando energías renovables porque el mundo desarrollado ya compró estas ideas”. Piensa que las energías renovables son una oportunidad para el país, pues “con el sol que tenemos, con el viento, con los mares, podemos hacer uno de los sectores económicos dinámicos, que genere más empleo y más bienestar”.
En cuanto a la violencia de género, en específico, sobre los feminicidios, Enrique de la Madrid cree que “hay que atacar el tema desde el punto de vista de la educación en nuestras familias”. Además dice que es necesario “que no haya impunidad”. “Valores y un Estado de derecho, sí creo que corrige la manera en cómo actuamos los mexicanos”.
Esta entrevista es parte de la serie “Presidenciables”, con Gabriela Warkentin para Gatopardo.
Enrique de la Madrid retoma una visión nacional que hace tiempo no se oía: convertir a México en un país de clase media. Él mismo dice haber crecido en una familia que perteneció a esa clase social. Ahora quiere ser presidente, como lo fue su padre en los ochenta.
Enrique de la Madrid quiere ser presidente de México, como lo fue su padre hace más de cuarenta años. En entrevista con Gabriela Warkentin, dice que esa circunstancia y sus privilegios no lo hacen “menos empático” ni menos capaz de ayudar a los mexicanos a “salir adelante”. Aclara que nunca ha abusado de esa ventaja para avanzar en la vida y desafía a quien diga lo contrario a que lo demuestre: “Si por privilegio me quieren poner, de alguna manera, atributos de que abusé de mis circunstancias, pues los reto a que me lo prueben”.
En sus aspiraciones presidenciales, Enrique de la Madrid hace eco de una visión que se oía en otros tiempos, al decir que su objetivo es hacer de México “un país de clases medias”. Cuando Gabriela Warkentin, en entrevista para Gatopardo, le pide que hable sobre su vida, él se describe como un hombre que creció en la clase media y asegura que la suya es un ejemplo de las familias que avanzaban “en un México donde se progresaba, donde la economía realmente estaba creciendo y a la gente que trabaja le podía ir bien”.
Pero opina que hoy “vamos en reversa, con el acelerador metido a todo lo que da”. Pone como ejemplo la polarización que, dice, “no ha servido de nada, más bien nos está enfrentando, genera una historia un poco falsa de que unos están mal porque otros están bien”.
A pesar de pertenecer a la oposición, Enrique de la Madrid considera que hay algunos aspectos rescatables del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Entre ellos, destaca que la así llamada “cuarta transformación” ha logrado visibilizar la desigualdad que sufre México: “hemos permitido un país demasiado desigual”.
Fue la desigualdad, enfatiza, junto a otras desatenciones, lo que llevó a López Obrador a la Presidencia de la República: “El tema de inseguridad no lo inventó este gobierno, ya llevamos muchos años en [esa] crisis [...] y hubo una excesiva tolerancia a la corrupción”. Sobre esto último, agrega: “siempre hay corrupción, pero lo que no puede haber son los excesos que hubo. Lo que no puede haber es impunidad”. Él mismo fue secretario de Turismo (2015-2018) durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Acerca de su experiencia, afirma que su paso por el servicio público y el sector privado le otorga una visión panorámica de los retos del país. Enrique de la Madrid es licenciado en Derecho por la UNAM y maestro en Administración Pública por la Universidad de Harvard. Como funcionario ha sido coordinador general técnico en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (1994-1998), diputado federal por el PRI (2000-2003), director general de Financiera Rural (2006-2010) y del Banco Nacional de Comercio Exterior (2012-2015). Su relación con la banca se extiende a la iniciativa privada, donde ocupó la Dirección Ejecutiva de Relaciones Institucionales y Comunicación Corporativa de HSBC para México y América Latina (de 2010 a 2012).
Su perfil, entonces, es el de un tecnócrata, pero él no se define como un “neoliberal ferviente” ni defiende la economía de mercado “a ultranza”. A contracorriente de esta escuela económica, admite que las administraciones pasadas se equivocaron al decir que el aumento al salario mínimo provocaría inflación.
Un gobierno que lo haría diferente
A la pregunta de Gabriela Warkentin sobre los temas prioritarios de su agenda, Enrique de la Madrid responde que es primordial apoyar la inversión pública y privada. “Porque solamente con mucha inversión es que generamos el crecimiento económico, empleos y los buenos salarios que necesita el país”. El actual gobierno, enfatiza, se ha peleado con su única salida para realmente sacar a la gente de la pobreza: la inversión.
Lo anterior, además, ayudaría a combatir la inseguridad, otro tema prioritario para Enrique de la Madrid. Se necesita una economía fuerte “porque solamente en una economía que crezca mucho vas a tener jóvenes con oportunidades y que digan ‘híjole, me está saliendo muy caro esto de correr los riesgos de meterme al crimen, mejor me meto a este trabajo que me da un mejor salario’”. Al mismo tiempo, esto ayudaría a tener instituciones fuertes, “policías bien pagados, jueces bien pagados, familias con seguro de vida”.
Otros temas que Gabriela Warkentin puso sobre la mesa durante la entrevista fueron el medioambiente y la violencia de género. Sobre el primero, Enrique de la Madrid contestó que “el mundo se está moviendo, no van a comprarle ningún tornillito a ningún productor que no esté utilizando energías renovables porque el mundo desarrollado ya compró estas ideas”. Piensa que las energías renovables son una oportunidad para el país, pues “con el sol que tenemos, con el viento, con los mares, podemos hacer uno de los sectores económicos dinámicos, que genere más empleo y más bienestar”.
En cuanto a la violencia de género, en específico, sobre los feminicidios, Enrique de la Madrid cree que “hay que atacar el tema desde el punto de vista de la educación en nuestras familias”. Además dice que es necesario “que no haya impunidad”. “Valores y un Estado de derecho, sí creo que corrige la manera en cómo actuamos los mexicanos”.
Esta entrevista es parte de la serie “Presidenciables”, con Gabriela Warkentin para Gatopardo.
Enrique de la Madrid. Fotografía de Felipe Luna.
Enrique de la Madrid retoma una visión nacional que hace tiempo no se oía: convertir a México en un país de clase media. Él mismo dice haber crecido en una familia que perteneció a esa clase social. Ahora quiere ser presidente, como lo fue su padre en los ochenta.
Enrique de la Madrid quiere ser presidente de México, como lo fue su padre hace más de cuarenta años. En entrevista con Gabriela Warkentin, dice que esa circunstancia y sus privilegios no lo hacen “menos empático” ni menos capaz de ayudar a los mexicanos a “salir adelante”. Aclara que nunca ha abusado de esa ventaja para avanzar en la vida y desafía a quien diga lo contrario a que lo demuestre: “Si por privilegio me quieren poner, de alguna manera, atributos de que abusé de mis circunstancias, pues los reto a que me lo prueben”.
En sus aspiraciones presidenciales, Enrique de la Madrid hace eco de una visión que se oía en otros tiempos, al decir que su objetivo es hacer de México “un país de clases medias”. Cuando Gabriela Warkentin, en entrevista para Gatopardo, le pide que hable sobre su vida, él se describe como un hombre que creció en la clase media y asegura que la suya es un ejemplo de las familias que avanzaban “en un México donde se progresaba, donde la economía realmente estaba creciendo y a la gente que trabaja le podía ir bien”.
Pero opina que hoy “vamos en reversa, con el acelerador metido a todo lo que da”. Pone como ejemplo la polarización que, dice, “no ha servido de nada, más bien nos está enfrentando, genera una historia un poco falsa de que unos están mal porque otros están bien”.
A pesar de pertenecer a la oposición, Enrique de la Madrid considera que hay algunos aspectos rescatables del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Entre ellos, destaca que la así llamada “cuarta transformación” ha logrado visibilizar la desigualdad que sufre México: “hemos permitido un país demasiado desigual”.
Fue la desigualdad, enfatiza, junto a otras desatenciones, lo que llevó a López Obrador a la Presidencia de la República: “El tema de inseguridad no lo inventó este gobierno, ya llevamos muchos años en [esa] crisis [...] y hubo una excesiva tolerancia a la corrupción”. Sobre esto último, agrega: “siempre hay corrupción, pero lo que no puede haber son los excesos que hubo. Lo que no puede haber es impunidad”. Él mismo fue secretario de Turismo (2015-2018) durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Acerca de su experiencia, afirma que su paso por el servicio público y el sector privado le otorga una visión panorámica de los retos del país. Enrique de la Madrid es licenciado en Derecho por la UNAM y maestro en Administración Pública por la Universidad de Harvard. Como funcionario ha sido coordinador general técnico en la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (1994-1998), diputado federal por el PRI (2000-2003), director general de Financiera Rural (2006-2010) y del Banco Nacional de Comercio Exterior (2012-2015). Su relación con la banca se extiende a la iniciativa privada, donde ocupó la Dirección Ejecutiva de Relaciones Institucionales y Comunicación Corporativa de HSBC para México y América Latina (de 2010 a 2012).
Su perfil, entonces, es el de un tecnócrata, pero él no se define como un “neoliberal ferviente” ni defiende la economía de mercado “a ultranza”. A contracorriente de esta escuela económica, admite que las administraciones pasadas se equivocaron al decir que el aumento al salario mínimo provocaría inflación.
Un gobierno que lo haría diferente
A la pregunta de Gabriela Warkentin sobre los temas prioritarios de su agenda, Enrique de la Madrid responde que es primordial apoyar la inversión pública y privada. “Porque solamente con mucha inversión es que generamos el crecimiento económico, empleos y los buenos salarios que necesita el país”. El actual gobierno, enfatiza, se ha peleado con su única salida para realmente sacar a la gente de la pobreza: la inversión.
Lo anterior, además, ayudaría a combatir la inseguridad, otro tema prioritario para Enrique de la Madrid. Se necesita una economía fuerte “porque solamente en una economía que crezca mucho vas a tener jóvenes con oportunidades y que digan ‘híjole, me está saliendo muy caro esto de correr los riesgos de meterme al crimen, mejor me meto a este trabajo que me da un mejor salario’”. Al mismo tiempo, esto ayudaría a tener instituciones fuertes, “policías bien pagados, jueces bien pagados, familias con seguro de vida”.
Otros temas que Gabriela Warkentin puso sobre la mesa durante la entrevista fueron el medioambiente y la violencia de género. Sobre el primero, Enrique de la Madrid contestó que “el mundo se está moviendo, no van a comprarle ningún tornillito a ningún productor que no esté utilizando energías renovables porque el mundo desarrollado ya compró estas ideas”. Piensa que las energías renovables son una oportunidad para el país, pues “con el sol que tenemos, con el viento, con los mares, podemos hacer uno de los sectores económicos dinámicos, que genere más empleo y más bienestar”.
En cuanto a la violencia de género, en específico, sobre los feminicidios, Enrique de la Madrid cree que “hay que atacar el tema desde el punto de vista de la educación en nuestras familias”. Además dice que es necesario “que no haya impunidad”. “Valores y un Estado de derecho, sí creo que corrige la manera en cómo actuamos los mexicanos”.
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