Postal de la semana: La Esperanza abre una nueva sucursal
El país está ante una encrucijada donde esperanza y realidad están entrelazadas y caminando hacia lo desconocido. ¿Qué modelos de negocio funcionarán en el futuro? ¿Nos estamos dirigiendo a una nueva normalidad o a un mundo completamente distinto?
La semana pasada mi mamá me mando las instrucciones para hacer pan de masa madre. Me explicó que dejando a temperatura ambiente un poco de jugo de piña y una pizca de harina de trigo se forma la levadura de arranque, el ingrediente clave. Investigué un poco sobre el tema y descubrí en Google Trends que la búsqueda «pan de masa madre», había aumentado 500% en los últimos dos meses. Ante la situación que atravesamos la gente se ha entregado a sus más básicos instintos de supervivencia y llegado a la obvia conclusión de que en un momento como este necesitamos hacer muy buenas barras de pan. Su simple aroma en la cocina es medicinal y nos transporta a tiempos más sencillos, de autosuficiencia y de comida hecha en casa y con las manos. Mientras tanto, esta semana pasé frente a una nueva sucursal de la panadería Esperanza, cerca del metro Sevilla en la Zona Rosa, donde los trabajadores retomaron ya la labor que habían dejado inconclusa por la crisis de Covid-19. El nuevo letrero exterior luce bastante pasado, y se trata de un rediseño del logotipo anterior, en el que un elefante azul formaba la E mayúscula. Al asomarse a su interior, se descubre un espacio amplio y ambicioso, con cupo para mucha gente. Sin embargo, las barras de servicio siguen cubiertas de plástico y polvo, esperando que las luces se enciendan de nuevo pronto. Coincidentemente, a mil kilómetros de ahí, hay comunidades que han sido catalogadas como Municipios de la Esperanza, pues han recibido luz verde para reabrir sus negocios. Cual masa inflándose, México empieza a preparar una normalidad que reactive su economía. El país está ante una encrucijada donde esperanza y realidad están entrelazadas y caminando hacia lo desconocido. ¿Qué modelos de negocio funcionarán en el futuro? ¿Nos estamos dirigiendo a una nueva normalidad o a un mundo completamente distinto? Una vez que le di la espalda a la Esperanza y seguí caminando por la calle, no sin antes dejarle buenos deseos para su próxima reapertura, no pude evitar pensar en el aroma del pan que iba a hornear en mi propio horno esa semana. La levadura de arranque que me enseñó a preparar mi mamá puede mantenerse viva y en proceso de fermentación por más de cien años.
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