El primer viaje de Ruzzi
La compositora mexicana Marian Ruzzi presenta «Nave espacial».
A finales de 2014 la joven compositora y música chihuahuense Marian Ruzzi se planteó una pregunta que cambiaría el rumbo de su carrera: ¿Cuál era el siguiente paso después de colaborar con algunas de las cantantes más importantes de la industria musical indie y comercial en Latinoamérica y haber acompañado a la famosa banda mexicana Café Tacvba en la gira donde reproducirían en vivo su mítico disco Re?
“Cuando los Tacubos me pidieron que tocara con ellos dije ‘Wow’ pero también había esa duda, ¿qué sigue?” confiesa a la distancia. La respuesta, después de mucho planteársela y replanteársela, fue terminar un grupo de canciones que ya había preproducido a lo largo de los últimos años y compilarlas en lo que sería su primera producción discográfica.
Casi cuatro años después y con dos potentes sencillos en su haber, la mexicana adoptó su apellido como nombre artístico y presentó Nave espacial, su primer álbum de larga duración, en el que presenta colaboraciones con algunos de sus amigos más cercanos: los chilenos Gepe, Javiera Mena y Alex Andwandter y los mexicanos Vanessa Zamora, Meme del Real y Natalia Lafourcade.
“Para mi estos últimos años han sido todo un viaje… muchos viajes. Muchas naves, muchos movimientos, muchos maestros, todos especiales”, escribe la artista en una de las notas que acompañaron al lanzamiento digital del álbum. “Este primer disco lo veo como un mix y una fusión de todas esas enseñanzas, de compartir momentos con tantos músicos que admiro, de sentirme realmente su hermana de gira; de esa unión que nos brinda la hermana música, la que nos sana a todos y la que nos conecta”.
Claro que el camino para componer su primer álbum —al que la intérprete describe como un trip— no fue tarea fácil. Entre las giras en las que acompañaba a músicos como Julieta Venegas y León Larregui (vocalista de la banda Zoé), Ruzzi comenzó a trabajar en la producción de su disco de la mano de Ernesto García, productor y uno de sus más grandes amigos: «El proceso fue muy largo, pero a la vez me ayudó muchísimo a entender cómo se hace un disco», comenta en entrevista con Gatopardo. «Fue muy tardado, no fueron tres años exactos, porque también hice otras cosas, pero básicamente desde que empezamos a grabarlo hasta que salió fueron como tres años».
En los primeros meses de 2015, la mexicana viajó a Londres para trabajar en la preproducción de sus primeras canciones. De cuatro temas que trabajó en la capital inglesa, tres quedaron en su primer álbum: Nada, Nave espacial y Divertir. Después se movió a Buenos Aires, donde grabó los que serían sus primeros sencillos: Dime y Dártelo, y finalmente regresó a México. En cada lugar que pisó, Ruzzi adquirió un poco más de experiencia; cada lugar que habitó la inspiró un poco más para crear lo que sería su primera obra.
«Escribo pensando qué me mueve, basándome en mis experiencias personales. Siempre son eso. Nunca he hecho una canción que no esté basada en algo que yo haya sentido», dice; el resultado es obvio en el álbum. Ojos, una de las canciones en las que la cantante decidió trabajar sola, fue escrita pensando en alguien cuya mirada había encantado a la joven; Divertir, es un crowd rock hecho especialmente para disfrutarse mientras se toca en vivo; y Dártelo, un atractivo intento por hacer un reggaetón sutil (o fino, como lo describe la cantante), homenajea una de las piezas que definieron sus años de fiesta.
Así, Marian Ruzzi conquista su objetivo y se convierte en una de las figuras a seguir en la industria mexicana con su fresca propuesta.
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