Cuando sea necesario hacer un repaso por los mejores proyectos multimedia presentados durante este agonizante 2018, sin duda alguna la serie mexicana Un extraño enemigo tendrá que formar parte del conteo. No sería descabellado pensar que el programa será recordado a lo largo de muchos años gracias a dos factores: su impecable manufactura, casi un hito en las producciones nacionales, y la cuidadosa revisión que hace a nuestra historia.Anteriormente hablamos de la forma como los capítulos iniciales de la serie, cuya primera temporada ya está disponible en su totalidad a través de Amazon Prime Video, retrataban ciertos eventos que llevaron las manifestaciones estudiantiles hasta esa trágica tarde en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968. Uno de ellos fue la riña entre estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en la Ciudadela. Otro fue la explosión del histórico portón del Colegio de San Ildefonso, punto de arranque de las diferencias entre el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz (interpretado cabalmente en la serie por Hernán del Riego) y las agrupaciones estudiantiles que desde el verano habían tomado las calles de la Ciudad de México para manifestarse.Sin embargo, la serie dirigida por Gabriel Ripstein y protagonizada por Daniel Giménez Cacho, no se detuvo ahí. A lo largo de los ocho capítulos que integraron su temporada debut, Un extraño enemigo examina algunos de los momentos claves en la historia moderna de México con elegancia, presentándolos desde la cotidianidad de sus personajes, que en ese momento no sabían que estaban construyendo las bases sobre las que caminaría el país en los años siguientes.Establecida entre los espectadores como una de las mejores series del año, Un extraño enemigo se atreve a tocar fibras sensibles y detonar algo que es importante para cualquier sociedad: recordar su historia y aprender de ella. Aquí cinco eventos relevantes representados en la serie de Amazon Prime Video:El establecimiento del CNH
El 2 de agosto de 1968, miembros en paro de diversas universidades del país, incluyendo la UNAM, el IPN, el Colegio de México, la Universidad Iberoamericana, la Escuela de Agricultura Chapingo, la Universidad La Salle y la Escuela Nacional de Maestros, se unieron para crear el Consejo Nacional de Huegla (CNH), un órgano de dirección estudiantil que buscaría entablar un diálogo productivo con instancias gubernamentales después de la toma de San Ildefonso el 31 de julio.Dicho consejo publicó un pliego petitorio el 5 de agosto, después de la multitudinaria marcha politécnica donde pedían la libertad de los presos políticos, la indemnización a las víctimas de los muertos y heridos causados por las agresiones posteriores al 26 de julio, la extinción del Cuerpo de Granaderos (identificado como un instrumento de represión) y el deslindamiento de actos de represión y vandalismo ejecutados por la policía y el ejército. Ese pliego petitorio se convirtió en el eje central de las protestas estudiantiles.Los encuentros entre estudiantes y gobiernoUno de los momentos más interesantes del quinto capítulo de la serie es cuando Emilio Martínez Manatou (Javier Díaz Dueñas), Secretario de la Presidencia, establecido hasta ese momento como un personaje secundario en la intriga planteada por Fernando Barrientos (Giménez Cacho), se adelanta a sus competidores en la carrera por la nominación priísta a la presidencia, y entabla conversaciones con los estudiantes gracias a su cercanía con el rector de la UNAM, Javier Barrios Sierra (Arturo Echeverría).Lo cierto es que, Gutiérrez Manatou sí sirvió como un estabilizador de las protestas estudiantiles, al menos momentáneamente. Conocido por su amistad con el presidente Díaz Ordaz desde antes de su llegada a la silla presidencial, el político tamaulipeco destacaba entre los elementos del gabinete de gobierno gracias a su negativa a continuar con la política de represión establecida por Díaz Ordaz. Su proclividad por negociar y su proximidad con intelectuales partidarios y defensores del movimiento estudiantil, finalmente jugaron en su contra políticamente, aunque sin sus acciones quizá la historia mexicana hubiera tenido un giro mucho más sangriento.La marcha del silencio
Tras el fracaso de las negociaciones con el gobierno, los estudiantes salieron a las calles en repetidas ocasiones durante los primeros días de septiembre. La plaza central de Tlatelolco recibió su primer mitin el 7 de septiembre, en la llamada “la manifestación de las antorchas” y una semana después, el 14 de septiembre, se llevó a cabo una de las concentraciones multitudinarias más grandes del movimiento estudiantil de 1968: la marcha del silencio.La manifestación fue convocada por el CNH en respuesta al violento desalojo que días antes habían sufrido por parte de la policía del Departamento del Distrito Federal, el Heroico Cuerpo de Granaderos y el Ejército Mexicano. Además, protestaban por la serie de detenciones irregulares y actos de brutalidad de los que habían sido objeto y la omisión que Díaz Ordaz había hecho de dichos eventos durante su cuarto informe de gobierno. En él, con la finalidad de aparentar una estabilidad gubernamental y social rumbo a los próximos Juegos Olímpicos, guardó silencio ante las exigencias del pueblo. En la marcha, representada en el sexto capítulo de la serie, los estudiantes aparecen como un colectivo unido, ondeando la bandera mexicana en lugar de las insignias estudiantiles y de huelga que habían cargado anteriormente.La toma de Ciudad UniversitariaEl 15 de septiembre, para molestia del presidente Díaz Ordaz y su gabinete cercano, Heberto Castillo realizó un grito de independencia paralelo al acto oficial en la explanada de Ciudad Universitaria, plaza central de la UNAM. La respuesta por parte del gobierno fue exagerada, enviando soldados a tomar la máxima casa de estudios durante la noche del 18 de septiembre.Durante ese día los enfrentamientos no cesaron en el campus, viendo desfilar a elementos del ejército mexicano ante la mirada de estudiantes que se veían sobrepasados por las circunstancias. Cabe señalar que la mañana de ese día, el entonces secretario de Gobernación, Luis Echeverría (interpretado por Antonio de la Vega) envió una carta al CNH en el que solicitaba reunirse con sus líderes para acordar una resolución al conflicto y salvar la imagen de México ante el mundo. La carta, recibida en la Facultad de Ciencias, fue considerada como una trampa gubernamental y desechada. Lo que sucedió en aquel 18 de septiembre es clave para entender las solicitudes que los estudiantes harían durante su encuentro el 2 de octubre.El ascenso de Luis Echeverría
Claro que más que una serie sobre la historia de nuestro país, Un extraño enemigo es un logrado thriller político en el que se desarrollaron tramas y trampas secretas que consolidaron a los últimos gobiernos priístas del siglo XX. Uno de esos cabos sueltos que quedaron durante el último capítulo de la serie fue la sucesión presidencial de 1970, aquella en la que Gustavo Díaz Ordaz dejaba la banda presidencial y se la cedía a Luis Echeverría Álvarez, un personaje que, aunque tenía una gran relevancia dentro del círculo cercano al presidente, no figuraba entre sus primeras elecciones para sucederlo en el cargo.Lo interesante será ver como la serie justifica su brillante título una vez superado el 2 de octubre, continuando con su acercamiento a una figura como Fernando Barrientos (Giménez Cacho), un ente político y operativo que se mantuvo en el poder por los siguientes dos sexenios.* * *Más en Gatopardo:Un extraño enemigo: Desentrañando del 2 de octubreUn extraño enemigo: El camino a TlatelolcoMantener la promesa: Libros y películas sobre el 2 de octubre de 1968