La historia del perro viejo, el coyote joven y la fuerza más poderosa del Universo

La historia del perro viejo, el coyote joven y la fuerza más poderosa del Universo

Como parte de nuestra edición 225, Crecer en Resistencia, presentamos “La historia del perro viejo, el coyote joven y la fuerza más poderosa del Universo”. Un relato de tradición oral de los pueblos de Malacateticpac, en Milpa Alta, Ciudad de México, recuperado e ilustrado por Isela Xospa.

Tiempo de lectura: 9 minutos

Malacateticpac es el nombre antiguo de los pueblos de Milpa Alta. Se trata de una palabra en lengua náhuatl que significa “en el círculo de cerros”. La región se llama así porque su geografía corresponde a un círculo perfecto de cerros y volcanes que cuidan y resguardan a sus habitantes.

En ese círculo de bosques, barrancas, cañadas y caminos de piedra tuvo lugar una historia especial entre un perro viejo y un coyote joven.

Una familia de campesinos tenía un perro que se había hecho viejo, sus patas le dolían, le resultaba difícil levantarse a ladrar y pasaba gran parte del día asoleándose en el patio.

Su dueño se enojaba mucho, le parecía que el perro ya no le servía y acordó con su esposa echarlo a la calle.

—Ese perro ya está viejo, se ha vuelto flojo, ya no cuida a las gallinas ni a los borregos, ya no quiere ir con nosotros a la milpa, pero sigue pidiendo su tortilla todos los días.

El perro escuchó a su dueño y comenzó a preocuparse.

La historia del perro viejo, el coyote joven y la fuerza más poderosa del Universo

Ilustración de Isela Xospa. La historia del perro viejo, el coyote joven y la fuerza más poderosa del Universo.

“Yo siempre tengo ganas de trabajar, quiero mucho a mi dueño y me encantan las tortillas que la señora me hace todos los días, pero mis patas ya no me responden igual, me siento cansado y solo el calor del sol y de la fogata me hacen sentir bien”, pensaba el perro viejo, temiendo que quisieran deshacerse de él. No pasaron muchos días para que el campesino echara al perro de la casa, le quitó su cobija y le advirtió que ya no le darían tortillas para comer.

—Esta ya no es tu casa, te tienes que ir porque ya no cuidas a los animales ni quieres trabajar —dijo el hombre con una voz muy seria. El perro estaba triste y, desconsolado, iba por los caminos con la colita entre las patas y las orejas agachadas. Daba mucha pena verlo merodear la casa de sus antiguos dueños.

Un joven coyote que llevaba varias semanas vigilando la casa para robarse alguna gallina se dio cuenta de todo lo que pasó y un día se acercó al perro para consolarlo.

—He visto que su dueño lo ha echado de su casa, ¿ha pensado hacer algo para que lo reciba de nuevo?
—No sé qué hacer. He pasado días aquí tristeando para que me vean, pero no me hacen caso —respondió el perro, con la mirada baja y las orejitas agachadas.
—Yo tengo una idea, ¿quiere que se la diga?
—Sí, claro, aprecio mucho su ayuda, joven coyote —contestó animado y moviendo la colita.
—Hoy por la noche entraré al gallinero y me robaré una gallina. Cuando salga al patio y me esté alejando lo suficiente, va a comenzar a ladrar para alertar a su dueño. Hará como que me persigue y yo haré como que corro asustado por sus ladridos. Verá que su dueño se convence de que lo necesita de vuelta.

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Ilustración de Isela Xospa. La historia del perro viejo, el coyote joven y la fuerza más poderosa del Universo.

Esa misma noche hicieron lo acordado y el perro hasta le dijo al coyote por dónde entrar al gallinero para que no lo descubrieran los dueños de la casa.

El coyote entró sigiloso al gallinero, pero pronto las gallinas comenzaron a alarmarse por su presencia.
—¡Tatatatruuuaaa! ¡Tatatatruuuaaa! —gritaban las gallinas a coro.

El joven coyote atrapó una gallina con el hocico y salió corriendo mientras el perro ladraba y gruñía con mucha fiereza. De algún lugar le surgió la fuerza para mover sus patitas entumidas y correr de un lugar a otro para alertar a sus antiguos dueños.

—¡Guau, guau, grrr! —ladraba el perro para alertar al campesino, mientras hacía como que perseguía al coyote, quien fingió asustarse tanto que soltó a la gallina que llevaba en el hocico en el patio de la casa, antes de escapar hacia el bosque.

Pronto se encendieron las luces de la casa, el campesino y su familia salieron a ver qué pasaba y lograron darse cuenta de cómo el coyote salía huyendo, asustado por los ladridos y la valentía del perro viejo.

El campesino, su esposa y sus hijos se abalanzaron a abrazar al perro.

—Mi perro querido, ¡cuánto te quiero!, perdóname por haberte sacado a la calle. Estás viejito, pero sigues haciendo tu trabajo y cuidando a los animales de los ataques del coyote —dijo el campesino, emocionado hasta las lágrimas, mientras acariciaba y besaba a su perro.
—Desde ahora no te van a faltar tu cobija, tu tortilla y tus siestas en el sol y la fogata —declaró la esposa del campesino.
—¡Qué bueno que estás de regreso, nuestro perrito querido! ¡Nos sentíamos tristes sin ti y te extrañábamos mucho! —le decían los niños de la casa.

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Ilustración de Isela Xospa. La historia del perro viejo, el coyote joven y la fuerza más poderosa del Universo.

Pasaron los días y el perro viejo decidió subir al bosque a buscar al joven coyote para agradecerle su ayuda. No pasó mucho tiempo para que el coyote saliera a su encuentro y lo saludara con mucho respeto:

—¿Cómo le va, señor perro? Veo que ha recobrado la fuerza en sus piernas y que sus ladridos son como los de un perro joven y fuerte.
—Así es, joven coyote, gracias a sus consejos he rejuvenecido y recuperado mi trabajo y a mi familia.
—Me alegro mucho, señor perro, pero dígame, ¿qué lo trae por esta parte del bosque?
—Joven coyote, yo he venido a darle las gracias por su ayuda y también porque me gustaría saber por qué me ayudó.
—¿Ya no se acuerda de mí? —preguntó el coyote, fijando su mirada en los ojos del perro viejo.
—No, joven coyote, que yo recuerde no he tenido el gusto de conocerlo.
—Ya veo que no ha rejuvenecido del todo y que tiene la memoria de un viejo —respondió el coyote en tono de broma.

El perro viejo se sentía sorprendido y lleno de dudas. Por más que observaba al coyote, no lograba identificarlo ni reconocer su rostro. Después de un rato se dio por vencido y dijo:

—Pues sí, es que ya todo se me olvida —concluyó el perro, sin dejar de mover la cola.

—Hace muchos años, cuando yo era cachorro, usted le perdonó la vida a mi mamita. Ella estaba buscando alimento para mí y mis hermanitos. En ese tiempo usted era joven y ágil, así que no le resultó difícil emboscarla. Cuando la tenía acorralada, ella le suplicó que la dejara ir, le contó que se robaba una gallina porque sus cachorros tenían hambre. Usted tuvo compasión, la dejó ir y hasta la dejó llevarse dos gallinas en lugar de una. Yo nunca olvidé lo que hizo y por eso decidí ayudarlo a recuperar su trabajo y a su familia —confesó el coyote, mirando con ternura a su nuevo amigo.

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Ilustración de Isela Xospa. La historia del perro viejo, el coyote joven y la fuerza más poderosa del Universo.

Así fue como el perro y el coyote se hicieron amigos. Desde entonces, el perro deja que el coyote se lleve una gallina de vez en cuando, pero sigue trabajando mucho para demostrarle a su dueño que está al tanto del gallinero.

Dicen las mujeres y los hombres sabios de Malacateticpac: “La fuerza más poderosa del Universo es el sentimiento de gratitud”. ¿Y tú cómo expresas tu gratitud?

Adaptación e ilustraciones de Isela Xospa a un relato de la tradición oral de los pueblos de Malacateticpac, contado por Artemio Solís Guzmán del Calpulli Nahui Ollin.

Traducción al náhuatl de Artemio Solís Guzmán y Nely Álvarez Torres, Moxocuentla, Flor de Campo.

Más sobre la edición impresa #225: «Crecer en resistencia».

 


In nonotzallixtli in huellichichic, in telpocacoyotl huan tenchicahuac ipan Ilhuicatl 

 

Malacateticpac iquion motoca axton in tepeme Malacateticpac, inin in ce tlato ipan nahuatl, tlen quitoxnequi: itic malacachtepetl. In tlalli motoca tlica mocuecuepa in tlalli itic malacach cuallica in tepeme huan popocatepeme motlaxia huan motlac in tlacame huan cihuame.

Inin malacach cuauhtla, atlahuteme, atlahutziquitzi huan tetl ohtli nican oc mochihua ce nonotzallixtli zan ce inin ce huellichichic huan ce telpocacoyotl.

Ce xanehque in tlalmilli quipiaya ce chichic oc mochihua in huellic, in ixic quic cocoa, acmo zan huelliqui omo metequetza in tzatzi huan nochipa ipan tonalli zan mocuecuepa in campa totona itic panoltia.

In teco mocuallinia miac, amo quic pactia inin chichic acmo motequiti huan omononotza ca in cihua ca in tlamotla ipan ohtli.

—Inin chichic yecoltzin, zan mo tlacihui, acmo quitlaxia in cuanaca nian meton, amo quicnequi tiaz in motlac in tlalmilli, zan tzatzi huan quicnequi in tlaxcalli nochipa.

In chichic oc caqui mo teco huan ilcicihui.

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Ilustración de Isela Xospa. La historia del perro viejo, el coyote joven y la fuerza más poderosa del Universo.

“Nehuatl nicpia nochipa nic nequi ni tequiti, nic tlaxotla miac in noteco huan nexpactia miac in tlaxcalli tlen quic xihua in nocihuatzin nochipa mo tlaxcalmana, noixi amo nexnanquillia no tlacihui huan in totonallixtli huan ixpantzinco in tlicuilli nex maquillia in cualli”, iquion mo ilnamiquillia in huelli chichic, mo mahutia in nex tlamotlaz.

Acmo oc panoltia miac tonalli huan inon in tlalmilli tlaca octlamotla in chichic in calli, ocquic cana in tilma huan oquictzatzi moxtla huiptla acmo nimitz maquillia motlaxcalli.
—Inin acmo mocalli, xic quiza axan acmo tic tlaxia in yolcame ni motequiti oquilhui —inin tlacatl ca ce in tlatoa quen tzatzi.

Inin chichic zan mococollia huan, incocototza, nochi in yollo monemillia ipan ohtlime ca cana in cuitlapilli itic ixime huan nacatz omo huetzi. Mo maquillia miac in cocoa cuauh mocuecuepa in malacach calli axton in tecome.

Ce telpocacoyotl oquic tlatlaxia miac in toname ixpantzinco calli in quic canaz zan ce cuanaca omotlatlani tlen ocpano huan ce tonalli ocmo in huelli chichic huan ocquic cuica.

—Nic tlaxia in moteco omitz tlamotla itic in calli, yoti ilnamiqui tlen tic xihua huan occepa mitz cana?
—Acmo nic mati tlen nic xihuaz. Yoc pano miac in tonalli nian, zan ilcicihui nech quiihtaz acmo nex tlaxia —oquinanquilli in huelli chichic, ca in tlatlaxia ipan tlalli huan in nacatzitziquitzin in huetzi.
—Acmo nic pia tlen nic xihuaz, ti nequi nimitz quilhuiz tlen tic xihuaz?
—Quema pepetla, nimitz tlaxocamachillillia nech palehuiz, telpocacoyotl —oquinanquilli in papaqui miac huan mollinia in cuitlapilli.
—Axan ipan yohualli ni calaqui campa ca cuanaca calli huan nixtequi ce cuanaca. Cuah no quiquixtia tziquitzitzin cuentla huan niauh hueca zaniman tic tzatzi miac huan ni moteco mollinia. Tic xihuaz quen ti nech cuacua huan tic xihuaz quen motzicuini nomahuiltia miac ca tic tzatzi. Ti quiihtaz quen moteco occepa mitz canaz.

Ipan inin yohualli oquic xihua tlen yoc mononotza huan inin chichic oquilhui in coyotl ca campa mocalaquia itic cuanaca calli acmo inon teco quiihtazque cuauh mocallaquia.

La historia del perro viejo, el coyote joven y la fuerza más poderosa del Universo

Ilustración de Isela Xospa. La historia del perro viejo, el coyote joven y la fuerza más poderosa del Universo.

Inin coyotl omocalaqui itic cuanaca calli zan maticatzin, huan zaniman nochtin in cuanacame omotzatzillia oquiihta in coyotl.
—Cuacuacuacuacuaca cuacuacuacua! —motzatzillia in cuanaca nochtin.

Inin in telpocacoyotl oc cana ce cuanaca ca in camatl huan omoquiquixtia zanhuelliqui huan inon chichic in motzatzillia huan mocucualacaya. In ce ipan in nacayotl oquiquixti ca mollinia in cacalach ixi huan motzicuini ca nian ca ompa in mo caquillia in axton teco.

—Cai camatl, huan cain tlancoch! —tzatzillia in chichic ca inon in tlatlaxia in tlalmilli tlacatl, huan zan motzicuiniaya quen canaz in coyotl, tlen in ixtli omomahuitia miac oquic tlamotla in cuanaca campa mopipillia in camatl itic cuentla tziquitzi in calli, acmo in motzicuiniz itic cuauhtla.

Zaniman nochtin in tlahuilli in pepetla in calli, in tlalmilli tlacatl huan xaneque omoquiquixtia huan ti quiihtaz tlen ocpano huan oquicta quen in coyotl omoquiquixtia zan huelliqui in momahutillia ca motzatzillia huan tenchi in huellichichic.

In tlamilli tlacatl, in cihua huan mapilli octzicuinia huan in tlapallo in chichic.

—No chichic in tlaxo, miac nimitz tlaxotla! Xinech maquilli moyollo oc ni mitz tlamotla ipan ohtli. Ye ti huellichichic, huan timo tequiti miac huan tiquiihta in yolcame cuauh hualmica in coyotl —oquilhui in tlamilli tlacatl, in mopapaquia in ixchichic huan in tlapallo huan cain maitl mo chichic.
—Axan moxtla ticpiaz tlen ti mo tlaquentia, ti tlacuaz huan ti cochiz ixpantzinco tonatiuh huan in tlicuilli —oquinonotza in cihua tlamilli tlacatl.
—Yotihualmica occepa, cualli cualli, to chichic tic tlaxotla! Ticpiaya in ilcicihui huan acmo on cuanca miac! —oquilhuiaya nochtin pipiltontli in calli.

 

Ilustración de Isela Xospa. La historia del perro viejo, el coyote joven y la fuerza más poderosa del Universo.

Ocpano in tonalli huan huellichichic ohmo nenemi itic cuauhtla huan quic temoz in telpocacoyotl huan tlaxocamachillillia miac in cuauh palehui. Amo ocpano miac cahuitl huan coyotl omoquiquixtia in motlac huan oquictlapallo zan cualli:

—Quenin ti meztica in tlaca chichic?, niquiihta ye ticpia in cualli in moixi huan cuauh ti tzatzi in quen telpocaton chichic huan tenchicahuac.
—Iquion telpocacoyotl, nimitz tlaxocamachillillia ca timo nonotza xiquiihta yeni telpocaton huan ye nicpia campa no tequiti huan noxanehque.
—Nic papaqui miac, in tlacachichic, xinech quilhui, tlen nimitz tlallillia nican cuauhtla? —Telpocacoyotl, nihualmica nimitz tlaxocati onech palehui huan no ihqui nic matiz tlica otinech palehui.
—Acmo ti ilnamiqui? —oquic tlatlani in coyotl, oquic tlaxia itic ixtellollo in huellichichic.
—Acmo, telpocacoyotl, tlen ni ilnamiqui acmo in papaqui nimitz machillia.
—Yehca ni tlaxia acmo ti telpocaton nochi huan ticpia in ilnamiquillia in ce coltzin —oquinanquilli in coyotl zan mahuiltia.

In huellichichic ocmo cuecuepa huan nochi amo momachillia, quitlaxia miac in coyotl acmo momachillia quic canaz in xayacatzin. Zaniman zan tetepitzin acmo mo machillia huan oquilhui:

—Axcan nochi acmo ni ilnamiqui —octlami in chichic, nochipa mollinia in cuitlapa.

—Axton miac in xihuitl, cuauh no tziquitzitzin coyotl, tehuantzin zan ca monemilli in no nantzin. Inin ocqui temollia tlen ti tlacuazque nehuatl huan nochtin in tzitziquitzin coyotl. Ipan inin cahuitl tehuatzin in telpocaton mollinia zanhuelliqui iquion otic cana in cihuacoyotl. Cuauh timo ticpia quen malacach inin cihuacoyotl mitz tlatlahutillia xinech cahua, huan oquic nonotza tlica in ixtehque in cuanaca huan in tziquitzintzin coyotl in momayana. Tehuantzin otimo ilcicihui, otic cahua mamoneneni huan otic maquilli ohme cuanaca acmo zan ce. Nehuatl aic onilnamiqui tlen otic xihua huan cainon oc nimitz palehui in motequiti huan mo xanehque —oquic nonotza in coyotl, oquic tlaxia zan maticatzin in yencuic in icniuh.

Ilustración de Isela Xospa. La historia del perro viejo, el coyote joven y la fuerza más poderosa del Universo.

Icquion ocmo xihua in chichic huan coyotl in icnihume. Icquion in chichic oquilhui xic cuica ce cuanaca cuauh ti hualmicaz, in motequiti in nochipa icquion quiihtaz in mo teco tic tlaxia nochipa in noxtin cuanacame.

Mo motalhuia in cihuame huan tlacame tlamatini in Malacateticpac tlen “in tenchicahuac itic Ilhuicatl in matoca in motlaxocamachillillia”. Huan tehuatzin queni tic mo quilhuia tlaxocamachillillia?

 

In mocuecuepa huan motlacuillohua in Tenchmitl Xospa in ce monotzotzallixtli in altepeme in Malacateticpac, ocmo nonotza in Tzatzalli Tonalli in calpulli Nahui Ollin.

Mocuecuepa in nahuatl Tzatzalli Tonalli huan tlacuillohua cihuatl Moxocuentla.

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Más sobre la edición impresa #225: «Crecer en resistencia».


 

ISELA XOSPA. Ciudad de México, 1975. Diseñadora, ilustradora y editora independiente. Originaria de la alcaldía Milpa Alta, región nahua del sureste de la Ciudad de México. Es licenciada en Diseño de la Comunicación Gráfica por la uam Xochimilco y pasante de la maestría en Diseño y Producción Editorial de la misma casa de estudios. Ha trabajado para el fce, el ilce México y el David Bowie Archive. Es fundadora de Ediciones Xospatronik, donde escribe, ilustra y edita libros para niños y jóvenes en lenguas indígenas. Ganadora del Premio Antonio García Cubas 2021 al Mejor Libro y Labor Editorial en el ámbito de la Antropología y la Historia, en la categoría de Obra Infantil. Ha sido becaria Chevening de la Biblioteca Británica 2021-2022 con el proyecto Primeros Libros Impresos en Lenguas Indígenas de Latinoamérica. Se especializa en el diseño de personajes, narrativa visual, edición autogestiva e ilustración. 

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