Kubo y la búsqueda samurai, una épica necesaria
LAIKA regresa al ruedo con “Kubo y la búsqueda samurai”, una épica animación que eleva el stop-motion a un nuevo nivel.
Tras consagrarse como uno de los mejores creadores de stop-motion con cintas como Coraline (2009), ParaNorman (2012) y Los Boxtrolls (2014), el estudio LAIKA está de regreso con Kubo y la búsqueda samurai, una épica ambientada en el Japón del periodo Edo. En un pequeño y tranquilo pueblo pesquero, la magia está presente en manos del pequeño Kubo (Art Parkinson, Rickon Stark en Game of Thrones) y sus maravillosas historias de origami a las que da vida con el sonido de su shamisen, un instrumento de cuerdas.
Basada en la historia de Shannon Tindle y Marc Haimes, todo comienza con el pequeño Kubo, un niño de 11 años quien junto con su mamá vive en lo alto de un acantilado y se gana la vida contando historias legendarias protagonizadas por un pequeño samurai de papel –Hanzo– que tiene como principal enemigo al Rey Luna (Ralph Fiennes). Los habitantes del pueblo siempre esperan que Kubo logre terminar sus historias antes de la puesta del sol pues por la noche, el niño debe regresar a su hogar para hacerse cargo de su madre quien parece vivir únicamente al salir la luna.
La cinta dirigida por Travis Knight –director y CEO de LAIKA– presenta desde el inicio una historia llena de magia y fantasía en donde basta un descuido del pequeño Kubo para romper la rutina y revivir una antigua venganza familiar en la cual encontrará la razón de la muerte de su padre y una explicación de por qué perdió un ojo siendo apenas un bebé. De un momento a otro, Kubo se ve obligado a emprender una travesía en busca de un poderoso traje samurai, su única salvación.
Si existe algo que caracteriza a Kubo y la búsqueda samurai es su fidelidad a la cultura japonesa. Desde la arquitectura hasta la vestimenta, cada una de estas piezas resultan en un atractivo visual que sorprende a cualquiera. Es claro que los VFX son pieza fundamental, sin embargo eso no resta la calidad de piezas que el equipo LAIKA realizó para cada una de las tomas en stop-motion. Uno de los grandes logros de esta producción se atribuye a haber creado el títere más pequeño para una cinta de este tipo, con tan sólo 2 pulgadas de alto –Hanzo, el pequeño samurai de origami– y a su vez, el más grande: un esqueleto de 16 pies.
A todo héroe le corresponde un enemigo y es verdad que en sus antiguas producciones, el estudio LAIKA centraba toda la acción en uno solo de sus personajes. Sin embargo en esta ocasión, si bien presentan a Kubo como el pequeño que debe huir en busca de un traje samurai que dejó su padre, el más poderoso samurai nunca antes conocido, también presenta a dos personajes fundamentales: Simio (Charlize Theron, ganadora del Oscar) y Escarabajo (Matthew McConaughey, ganador del Oscar). Un par encargado de velar por el bienestar del niño: su conciencia y su guía.
A pesar del ánimo optimista que se puede sentir en las misiones y batallas que vive el pequeño junto a Simio y Escarabajo, el toque final lo brindan las tías de Kubo (ambas interpretadas por Rooney Mara): Las malvadas hermanas mellizas de su madre desean vengarse de la supuesta traición al Rey Luna. Estos personajes están caracterizados con un aspecto Noh –inspirado en Tomoe Gozen, guerrera samurai– e inyectan cierto aire tenebroso a la cinta, más allá del propio Rey Luna, el principal interesado en atrapar a Kubo.
La realización es bastante aplaudible, los personajes están muy bien logrados y la historia en ningún momento suelta al espectador. Sumado a eso está el increíble trabajo creativo que consolidó una historia tan real ambientada en el Japón antiguo. Cada uno de los escenarios estuvo muy bien planeado, incluso la dramatización del Festival Obon, una costumbre japonesa en la que se rinde tributo a los ancestros, luce espectacular. Sin duda Kubo y la búsqueda samurai es una cinta necesaria, llena de magia y que incluso puede ser considerada a partir de ahora como película de culto por elevar el estándar de la realización stop-motion.
Curiosidades de Kubo y la búsqueda samurai:
– La cinta tardó 94 semanas de rodaje.
– En la película Kubo logra hacer un barco con el sonido de su shamisen, dicha nave requirió 19 meses de rodaje y se logró con casi 250 mil hojas de papel Canson Colorline cortado con láser.
– Con el títere de Kubo se tenían más de 48 millones de posibles expresiones faciales.
– La Bestia Luna se convirtió en el primer títere íntegramente impreso en 3D de LAIKA.
– Kubo y la búsqueda samurai está compuesta de 1,359 tomas; y hay 133,096 cuadros de animación en la película terminada.
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