Los vínculos de Gertrude Stein
Gertrude Stein fue uno de los personajes más importantes del arte del siglo XX.
Gertrude Stein es uno de los nombres más importantes en la historia del arte moderno. Su literatura y mecenazgo cambió la manera en la que se percibía el arte a inicios del siglo XX.
Su historia se puede contar desde el arte, la escritura (novelas, poesía, teatro), el feminismo, la invasión nazi a Francia o la liberación sexual. Pero cada etapa de su vida, estuvo marcada también por las relaciones –emocionales, intelectuales y laborales– que tuvo.
Gertrude Stein nació después de cuatro hermanos el 3 de febrero de 1874, en Allegheny, Pennsylvania. A sus tres años se mudaron a Viena –todos hablaban tanto inglés como alemán por la ascendencia judeo-alemana de su padre– y después a París. En esos años los padres Daniel y Amelia Stein trabajaron por inculcarle a sus hijos los modismos culturales europeos.
Después regresaron a Estados Unidos, a California. Su madre murió en 1888 y su padre en 1891. Michael, el hermano mayor, se quedó a cargo de la familia y decidió que Gertrude y Bertha (otra de las hermanas) se irían a vivir con una tía materna a Baltimore.
Claribel y Etta Cone
Poco después de que Stein llegara a Baltimore conoció a las hermanas Cone. Claribel estudiaba en la escuela de Medicina para Mujeres de la Universidad Johns Hopkins, donde conoció a Stein. Etta era siete años más pequeña y se dedicaba a los cuidados de la casa, pero también se volvieron muy cercanas.
En los cuatro años que Stein cursó la carrera de medicina se enfrentó con la noticia de que a los ojos de otros, ella era una mujer poco convencional: no usaba corsé, era alta, grande y estaba sumergida en un mundo de hombres que por no encajar en sus estereotipos la clasificaban de floja y poco capaz.
Cuando Gertrude Stein llegó a conocerlas, las hermanas organizaban unas reuniones sociales en las que intelectuales de la época discutían de arte, música y literatura. Fue ahí donde Stein conoció la idea de las tertulias, que años después, ya sumergida completamente en los círculos artísticos, serían uno de los ejes centrales de su vida.
En estas reuniones y grupos de amistades también conoció a otras personas que no encajaban con el estereotipo de la época. Mary Bookstaver fue la primera mujer de la que Stein se enamoró y descubrirse homosexual le ayudó a tomar la decisión de dejar de estudiar medicina. Lo suyo se acercaba más al arte y menos a la clínica.
En 1902, Leo, su hermano, se fue a Europa a estudiar arte y Gertrude lo siguió un año después a París, donde él intentaría ganarse la vida como artista.
París
Para ese momento los Stein ya habían incursionado en el mecenazgo entre el grupo de amigos de las hermanas Cone. Leo era felicitado por su gran ojo modernista y junto con los consejos de Gertrude, Claribel y Etta compraron algunas de las primeras obras de Picasso, que en ese entonces apenas empezaba a moverse en los círculos artísticos. Su colección tomó forma como una de las más importantes de Estados Unidos.
Los hermanos Stein llegaron a París y con el dinero que Michael –el hermano más grande– había ganado se instalaron en un departamento de dos pisos en la Rue de Fleurus número 27. Poco tiempo después, cuando Michael les anunció que se había hecho de un poco más de dinero, comenzaron su colección de arte.
Fueron a la Galería Vollard situada en la calle Laffitte número 37. Ahí compraron Sunflowers y Three Tahitians de Gauguin, Bathers de Cézanne, y dos Renoir. En ese entonces, menos de ocho mil francos les alcanzaron para comprar obras que ahora serían valuadas en una fortuna. Al siguiente año, en 1905, adquirieron muchas más piezas, como Portrait of Mme. Cézanne de Cézanne, Perseus and Andromeda de Delacroix, Woman with a Hat de Matisse y Young Girl with Basket of Flowers de Picasso, entre otros.
Mientras su hermano incursionaba como crítico y artista plástico, Gertrude empezó a darle más peso a su carrera literaria. En 1903 escribió Q.E.D. (Quod Erat Demonstrandum), la historia de un triángulo amoroso que vivió en Baltimore con Mary Bookstaver y Mabel Haynes. El principio de los 1900 no era una época en la que se escribiera mucho de relaciones poliamorosas ni homosexualidad, así que la venta de su obra resultaba difícil.
Sin embargo, Stein se concentraba más en escribir ensayos para diarios y revistas. Sus primeras publicaciones fueron sobre las experiencias que había tenido en la universidad en Estados Unidos.
Al tiempo que aumentaba la colección Stein también empezaba a crecer su círculo social, que visitaba su casa para conversar sobre las obras que ahí se exhibían, las novedades literarias y los affairs de la sociedad parisina.
«Cada vez más frecuentemente numerosas personas comenzaron a visitarme para ver las pinturas de Matisse y Cézanne. Todos invitaron a alguien y comenzaron a venir en cualquier momento, lo que se convirtió en una molestia y fue de esta manera que se iniciaron las reuniones de los sábados por la noche», declaró una vez Gertrude Stein.
Algunos de los asistentes frecuentes eran Pablo Picasso, Ernest Hemingway, F. Scott Fitzgerald, Sinclair Lewis, Ezra Pound, Gavin Williamson, Francis Cyril Rose, René Crevel, Élisabeth de Gramont, Carl Van Vechten y Henri Matisse.
Para Gertrude Stein París fue mucho más que una ciudad, que un lugar para establecerse. Fue el lugar en el que tanto ella como su familia empezaron a hacer su vida, de una vez por todas. Se habían mudado con frecuencia y por lo menos Gertrude, no había encajado con las expectativas.
Pero, como escribió Hemingway, París era una fiesta. Gertrude Stein no sólo pertenecía al mundo bohemio de la época dorada parisina, sino que ella le medía el pulso, o quizá se lo daba.
Alice B. Toklas
Toklas y Stein se conocieron el 8 de septiembre de 1907, el día que Alice B. –nacida en San Francisco, California en 1877– llegó a París.
Toklas fue recibida en la casa de Michael y Sarah (otra de las hermanas) Stein para cenar. Gertrude también fue invitada. “Ella era una presencia dorada, quemada por el sol de la Toscana y con un brillo de oro en su cabello marrón cálido. Estaba vestida con un traje de pana marrón. Llevaba un gran broche de coral redondo y cuando hablaba, muy poco, o reía, pensaba que la voz provenía de ese broche. No era como ninguna otra voz, era profunda, completa, aterciopelada, como dos voces», la describió Stein.
Comenzaron a trabajar juntas en 1908, cuando Toklas le hacía manuscritos a la escritora estadounidense, que comenzaba a crear una buena reputación entre el círculo de intelectuales de París. Un año después hacían todo juntas. No declararon su amor públicamente, pues en ese entonces era impensable que dos mujeres lo hicieran, pero en 1910 Alice Babette Toklas se mudó al número 27 de la rue de Fleurus.
Las dos mujeres estadounidenses entablaron una dinámica de matrimonio tradicional. En sus memorias, Stein declaró que eso lo pudo aprender cuando conoció a las hermanas Cone, que aunque no eran pareja sentimental, habían desarrollado un sistema marital.
Mientras Stein hacía negocios con los artistas, vendía obras y escribía textos para muchas publicaciones, Toklas se dedicaba al cuidado de la casa. Era una magnífica cocinera, le encantaba dedicarse al decorado de la casa y se encargaba de entretener a las esposas de los artistas que iban a las tertulias.
Su relación fue una de las primeras historias de amor homosexual que se viralizó en el mundo, especialmente por el poder que ambas tenían en la vida cultural parisina. Aún cuando los nazis invadieron la capital francesa, ambas estadounidenses de origen judío lograron salvarse, principalmente por la cercanía que tenían con Philippe Pétain, el general encargado de la invasión nazi en Francia.
Fue en esta época en la que Stein comenzó a hacerse de más fama y más trabajo. Para principio de los años 20 la escritora ya tenía publicado los libros Tender Buttons, Three lives y The Making of Americans. Además de tener espacios frecuentes en las columnas de los periódicos más importantes donde se leían sus críticas de arte, en las que promovía (y juzgaba) a los modernistas que atravesaban sus sala.
En 1933 salió el libro de Gertrude Stein que más revuelo causó. The Autobiography of Alice B. Toklas era, en efecto, una autobiografía, pero no de la joven californiana, sino de la misma Stein, teniendo a su amante como narradora.
El libro se convirtió, rápidamente en uno de los más solicitados y vendidos, y sigue siendo de los más citados en términos de historia del arte, aunque también como referencia a la vida de la escritora.
Gertrude Stein murió el 27 de julio de 1946 tras una operación que intentaba salvarla de cáncer de estómago. La enterraron en cementerio Père-Lachaise y 21 años después, cuando murió Toklas, la pusieron junto a ella.
Su historia, aunque aquí contada brevísimamente, es la historia de una mujer que nunca se supuso inferior, que construyó su propio rumbo, por controversial y fuera de lo común que fuera, y se abrió paso. Una mujer que se impuso intelectualmente y que no se definió a partir de nadie más, sino de sí misma.
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