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<i>El pez muere por la boca</i>: la resiliencia y resistencia de pueblos costeros de Colombia

<i>El pez muere por la boca</i>: la resiliencia y resistencia de pueblos costeros de Colombia

Juan David, un niño pez. Las lupas de vidrio se volvieron un juego intermedio entre abrir su boca buscando alimentarse, o para simplemente, dejar salir el grito.
Un niño pez abre su boca buscando alimentarse. Juan David es el sobrino de Aracelly y vecino de la cabaña (o "balcón", como lo llaman) donde siempre me quedo. El niño tiene casi la misma edad que yo tenía cuando visité el pueblo por primera vez.
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Tiempo de Lectura: 00 min

Publicado por Raya Editorial y Matiz Editorial, <i>El pez muere por la boca</i> reflexiona sobre la resiliencia y resistencia de pueblos costeros de Colombia en contextos de narcotráfico y pesca.

Texto de
Fotografía de
Realización de
Ilustración de
Traducción de

El pez muere por la boca (Raya Editorial y Matiz Editorial, 2024) reflexiona sobre la resiliencia y resistencia de pueblos costeros de Colombia en contextos de narcotráfico y pesca. La línea de playa conecta el mar (o río) con el continente (o tierra firme) donde habitan comunidades anfibias con largas tradiciones de música, baile, peinado, juego y celebración. También de agricultura, gastronomía, turismo, observación de ballenas y naturaleza. Esta paz está permeada por presencia paramilitar, violencia y narcotráfico.

El libro está editado en Raya Editorial y Matiz Editorial y las fotografías se pueden ver también por Instagram
Un narcotraficante da la espalda antes de cargar el barco con la mercancía.
Ondulaciones marinas a partir de una polisombra o cubierta textil. A pocos pasos de la línea de playa, estaba un rancho cubierto por una polisombra de color azul que protegía del sol. Si bien, las ondulaciones y fuerza del mar, estaban al alcance para ser fotografiadas, me pareció más interesante abstraer la idea y pensar en la volatilidad cambiante del viento sobre un cuerpo textil como este. Desde hace varios años, es una práctica recurrente en mi trabajo utilizar polisombra o telas en clara alusión a Christo y Jeanne-Claude. La idea de cubrir, no solo habla de protegerse, también es esconderse.

El narcotráfico necesita salida a la costa para sacar su producto al mar. En estos recorridos en lanchas rápidas son interceptados por la Armada o fuerza naval de Colombia, y su forma de fuga es soltar la carga para hacer más liviana la embarcación. Los pescadores de poblaciones como Rincón del Mar, Sucre, en el Atlántico, o de Bahía Solano, Chocó, en el mar Pacífico, ocasionalmente encuentran paquetes que pueden significar los ingresos de un año de trabajo, rumbas de tres días, que ha sido llamado “pesca blanca”. Algunos sucumben a esta presión, otros se mantienen firmes ante los embates de la ilegalidad. Personajes tan macabros como Pablo Escobar o “Cadena” reinaron en estas tierras y condicionaron la vida diaria y las reglas de la comunidad. 

Los habitantes de Rincón del Mar recuerdan que hace más de veinte años el régimen de vida que les impusieron los paramilitares era de tanto temor y crueldad que por un capricho de Rodrigo Mercado, alias “Cadena”, se tumbó una escuela primaria para que no le siguiera tapando la vista al mar desde su casa, ubicada en pleno centro de ese lugar.Pablo Escobar, por su parte, mandó construir hoteles en Isla Palma, mientras que Hernán Vélez, del Clan Urdinola, lo hizo en Bahía Solano; ambos lugares servían para alojarse en sus visitas como lugar de verano.

Te recomendamos leer: "La última trinchera del Axolotl"

El pez muere por la boca es un proyecto participativo y de intervención en donde la comunidad participa en la creación de las imágenes. Los contrastes entre las tradiciones (estados pacíficos o de paz) y la presión armada (grupos paramilitares y de narcotráfico) son expresados en diferentes acciones, paisajes, cuerpos y objetos. La cotidianidad se entremezcla con la construcción de las escenas. Aquí, el acto performático se confunde con el vaivén de la realidad, como un canto a ese límite indefinido entre mar y tierra.

Desde que tenía 12 años, visitaba frecuentemente Rincón del Mar. No pude visitar a mis amigos Federico Martínez y Deivis Vecino Altamar durante casi una década (2000-2012) debido a la presencia paramilitar. Los he estado fotografiando a ellos y a sus familias desde 2012 hasta ahora. 

Un colgante dorado en forma de AK-47 cubre el rostro de un pescador conocido como "El Negro" en las orillas de Playa Huina en Bahía Solano. La violencia y el dinero intersectan la vida diaria de los residentes y pescadores del Pacífico colombiano.
¡Un gallo de pelea está listo para la batalla! Las peleas de gallo en Colombia son objeto de debate en el Congreso de la República, al igual que la pesca deportiva. Para una parte de la población, son consideradas prácticas violentas que deben ser erradicadas. Para otras, forman parte de su tradición y de su manera de divertirse. Esta foto representa ese estado límite entre una postura y la otra: caricia y ataque.

Además, entre 2016 y 2023, he realizado excursiones de pesca junto a mi padre, mi hermano, mi tío y mi primo. Todos somos de apellido Escobar. Nuestro vínculo nada tiene qué ver con Pablo, este ha sido con Federico, Deivis, Jolly y Ñato, amigos de estas comunidades resilientes.

Un pincher cubierto con botones verdes como recuerdo del coronavirus.
Un hombre-pez, un pez-humano. Esta imagen resume el proyecto "El pez muere por la boca": el miedo, el quedarse callado, el cubrir la identidad. Al tiempo, de la representación de lo humano y lo animal. La hice gracias al azar: el lanchero se estaba quitando la pescuecera para darse un chapuzón, y en ese intermedio entre el cuello y el cielo, se formó un rostro similar al de la foto. Recompuse la escena y el fondo para lograr esta foto que puede resumir el proyecto.
Cotidianidad en el pueblo costero de Rincón del Mar, Sucre que combina el cotorreo (o chisme), el encuentro familiar, el trabajo y refrescarse del calor. La arquitectura caribeña se potencias con una amlagama de colores vivos aplicados en las fachadas.
Una embarcación anfibia de la marina está representada con telas o textiles colgando de palos de mangle mientras se secan. ¿O era un submarino multicolor espera cerca de la orilla antes de ser embalado?

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<i>El pez muere por la boca</i> es un proyecto participativo y de intervención en donde la comunidad forma parte de la creación de las imágenes.
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Publicado por Raya Editorial y Matiz Editorial, <i>El pez muere por la boca</i> reflexiona sobre la resiliencia y resistencia de pueblos costeros de Colombia en contextos de narcotráfico y pesca.

El pez muere por la boca (Raya Editorial y Matiz Editorial, 2024) reflexiona sobre la resiliencia y resistencia de pueblos costeros de Colombia en contextos de narcotráfico y pesca. La línea de playa conecta el mar (o río) con el continente (o tierra firme) donde habitan comunidades anfibias con largas tradiciones de música, baile, peinado, juego y celebración. También de agricultura, gastronomía, turismo, observación de ballenas y naturaleza. Esta paz está permeada por presencia paramilitar, violencia y narcotráfico.

El libro está editado en Raya Editorial y Matiz Editorial y las fotografías se pueden ver también por Instagram
Un narcotraficante da la espalda antes de cargar el barco con la mercancía.
Ondulaciones marinas a partir de una polisombra o cubierta textil. A pocos pasos de la línea de playa, estaba un rancho cubierto por una polisombra de color azul que protegía del sol. Si bien, las ondulaciones y fuerza del mar, estaban al alcance para ser fotografiadas, me pareció más interesante abstraer la idea y pensar en la volatilidad cambiante del viento sobre un cuerpo textil como este. Desde hace varios años, es una práctica recurrente en mi trabajo utilizar polisombra o telas en clara alusión a Christo y Jeanne-Claude. La idea de cubrir, no solo habla de protegerse, también es esconderse.

El narcotráfico necesita salida a la costa para sacar su producto al mar. En estos recorridos en lanchas rápidas son interceptados por la Armada o fuerza naval de Colombia, y su forma de fuga es soltar la carga para hacer más liviana la embarcación. Los pescadores de poblaciones como Rincón del Mar, Sucre, en el Atlántico, o de Bahía Solano, Chocó, en el mar Pacífico, ocasionalmente encuentran paquetes que pueden significar los ingresos de un año de trabajo, rumbas de tres días, que ha sido llamado “pesca blanca”. Algunos sucumben a esta presión, otros se mantienen firmes ante los embates de la ilegalidad. Personajes tan macabros como Pablo Escobar o “Cadena” reinaron en estas tierras y condicionaron la vida diaria y las reglas de la comunidad. 

Los habitantes de Rincón del Mar recuerdan que hace más de veinte años el régimen de vida que les impusieron los paramilitares era de tanto temor y crueldad que por un capricho de Rodrigo Mercado, alias “Cadena”, se tumbó una escuela primaria para que no le siguiera tapando la vista al mar desde su casa, ubicada en pleno centro de ese lugar.Pablo Escobar, por su parte, mandó construir hoteles en Isla Palma, mientras que Hernán Vélez, del Clan Urdinola, lo hizo en Bahía Solano; ambos lugares servían para alojarse en sus visitas como lugar de verano.

Te recomendamos leer: "La última trinchera del Axolotl"

El pez muere por la boca es un proyecto participativo y de intervención en donde la comunidad participa en la creación de las imágenes. Los contrastes entre las tradiciones (estados pacíficos o de paz) y la presión armada (grupos paramilitares y de narcotráfico) son expresados en diferentes acciones, paisajes, cuerpos y objetos. La cotidianidad se entremezcla con la construcción de las escenas. Aquí, el acto performático se confunde con el vaivén de la realidad, como un canto a ese límite indefinido entre mar y tierra.

Desde que tenía 12 años, visitaba frecuentemente Rincón del Mar. No pude visitar a mis amigos Federico Martínez y Deivis Vecino Altamar durante casi una década (2000-2012) debido a la presencia paramilitar. Los he estado fotografiando a ellos y a sus familias desde 2012 hasta ahora. 

Un colgante dorado en forma de AK-47 cubre el rostro de un pescador conocido como "El Negro" en las orillas de Playa Huina en Bahía Solano. La violencia y el dinero intersectan la vida diaria de los residentes y pescadores del Pacífico colombiano.
¡Un gallo de pelea está listo para la batalla! Las peleas de gallo en Colombia son objeto de debate en el Congreso de la República, al igual que la pesca deportiva. Para una parte de la población, son consideradas prácticas violentas que deben ser erradicadas. Para otras, forman parte de su tradición y de su manera de divertirse. Esta foto representa ese estado límite entre una postura y la otra: caricia y ataque.

Además, entre 2016 y 2023, he realizado excursiones de pesca junto a mi padre, mi hermano, mi tío y mi primo. Todos somos de apellido Escobar. Nuestro vínculo nada tiene qué ver con Pablo, este ha sido con Federico, Deivis, Jolly y Ñato, amigos de estas comunidades resilientes.

Un pincher cubierto con botones verdes como recuerdo del coronavirus.
Un hombre-pez, un pez-humano. Esta imagen resume el proyecto "El pez muere por la boca": el miedo, el quedarse callado, el cubrir la identidad. Al tiempo, de la representación de lo humano y lo animal. La hice gracias al azar: el lanchero se estaba quitando la pescuecera para darse un chapuzón, y en ese intermedio entre el cuello y el cielo, se formó un rostro similar al de la foto. Recompuse la escena y el fondo para lograr esta foto que puede resumir el proyecto.
Cotidianidad en el pueblo costero de Rincón del Mar, Sucre que combina el cotorreo (o chisme), el encuentro familiar, el trabajo y refrescarse del calor. La arquitectura caribeña se potencias con una amlagama de colores vivos aplicados en las fachadas.
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El pez muere por la boca (Raya Editorial y Matiz Editorial, 2024) reflexiona sobre la resiliencia y resistencia de pueblos costeros de Colombia en contextos de narcotráfico y pesca. La línea de playa conecta el mar (o río) con el continente (o tierra firme) donde habitan comunidades anfibias con largas tradiciones de música, baile, peinado, juego y celebración. También de agricultura, gastronomía, turismo, observación de ballenas y naturaleza. Esta paz está permeada por presencia paramilitar, violencia y narcotráfico.

El libro está editado en Raya Editorial y Matiz Editorial y las fotografías se pueden ver también por Instagram
Un narcotraficante da la espalda antes de cargar el barco con la mercancía.
Ondulaciones marinas a partir de una polisombra o cubierta textil. A pocos pasos de la línea de playa, estaba un rancho cubierto por una polisombra de color azul que protegía del sol. Si bien, las ondulaciones y fuerza del mar, estaban al alcance para ser fotografiadas, me pareció más interesante abstraer la idea y pensar en la volatilidad cambiante del viento sobre un cuerpo textil como este. Desde hace varios años, es una práctica recurrente en mi trabajo utilizar polisombra o telas en clara alusión a Christo y Jeanne-Claude. La idea de cubrir, no solo habla de protegerse, también es esconderse.

El narcotráfico necesita salida a la costa para sacar su producto al mar. En estos recorridos en lanchas rápidas son interceptados por la Armada o fuerza naval de Colombia, y su forma de fuga es soltar la carga para hacer más liviana la embarcación. Los pescadores de poblaciones como Rincón del Mar, Sucre, en el Atlántico, o de Bahía Solano, Chocó, en el mar Pacífico, ocasionalmente encuentran paquetes que pueden significar los ingresos de un año de trabajo, rumbas de tres días, que ha sido llamado “pesca blanca”. Algunos sucumben a esta presión, otros se mantienen firmes ante los embates de la ilegalidad. Personajes tan macabros como Pablo Escobar o “Cadena” reinaron en estas tierras y condicionaron la vida diaria y las reglas de la comunidad. 

Los habitantes de Rincón del Mar recuerdan que hace más de veinte años el régimen de vida que les impusieron los paramilitares era de tanto temor y crueldad que por un capricho de Rodrigo Mercado, alias “Cadena”, se tumbó una escuela primaria para que no le siguiera tapando la vista al mar desde su casa, ubicada en pleno centro de ese lugar.Pablo Escobar, por su parte, mandó construir hoteles en Isla Palma, mientras que Hernán Vélez, del Clan Urdinola, lo hizo en Bahía Solano; ambos lugares servían para alojarse en sus visitas como lugar de verano.

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El pez muere por la boca es un proyecto participativo y de intervención en donde la comunidad participa en la creación de las imágenes. Los contrastes entre las tradiciones (estados pacíficos o de paz) y la presión armada (grupos paramilitares y de narcotráfico) son expresados en diferentes acciones, paisajes, cuerpos y objetos. La cotidianidad se entremezcla con la construcción de las escenas. Aquí, el acto performático se confunde con el vaivén de la realidad, como un canto a ese límite indefinido entre mar y tierra.

Desde que tenía 12 años, visitaba frecuentemente Rincón del Mar. No pude visitar a mis amigos Federico Martínez y Deivis Vecino Altamar durante casi una década (2000-2012) debido a la presencia paramilitar. Los he estado fotografiando a ellos y a sus familias desde 2012 hasta ahora. 

Un colgante dorado en forma de AK-47 cubre el rostro de un pescador conocido como "El Negro" en las orillas de Playa Huina en Bahía Solano. La violencia y el dinero intersectan la vida diaria de los residentes y pescadores del Pacífico colombiano.
¡Un gallo de pelea está listo para la batalla! Las peleas de gallo en Colombia son objeto de debate en el Congreso de la República, al igual que la pesca deportiva. Para una parte de la población, son consideradas prácticas violentas que deben ser erradicadas. Para otras, forman parte de su tradición y de su manera de divertirse. Esta foto representa ese estado límite entre una postura y la otra: caricia y ataque.

Además, entre 2016 y 2023, he realizado excursiones de pesca junto a mi padre, mi hermano, mi tío y mi primo. Todos somos de apellido Escobar. Nuestro vínculo nada tiene qué ver con Pablo, este ha sido con Federico, Deivis, Jolly y Ñato, amigos de estas comunidades resilientes.

Un pincher cubierto con botones verdes como recuerdo del coronavirus.
Un hombre-pez, un pez-humano. Esta imagen resume el proyecto "El pez muere por la boca": el miedo, el quedarse callado, el cubrir la identidad. Al tiempo, de la representación de lo humano y lo animal. La hice gracias al azar: el lanchero se estaba quitando la pescuecera para darse un chapuzón, y en ese intermedio entre el cuello y el cielo, se formó un rostro similar al de la foto. Recompuse la escena y el fondo para lograr esta foto que puede resumir el proyecto.
Cotidianidad en el pueblo costero de Rincón del Mar, Sucre que combina el cotorreo (o chisme), el encuentro familiar, el trabajo y refrescarse del calor. La arquitectura caribeña se potencias con una amlagama de colores vivos aplicados en las fachadas.
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El libro está editado en Raya Editorial y Matiz Editorial y las fotografías se pueden ver también por Instagram
Un narcotraficante da la espalda antes de cargar el barco con la mercancía.
Ondulaciones marinas a partir de una polisombra o cubierta textil. A pocos pasos de la línea de playa, estaba un rancho cubierto por una polisombra de color azul que protegía del sol. Si bien, las ondulaciones y fuerza del mar, estaban al alcance para ser fotografiadas, me pareció más interesante abstraer la idea y pensar en la volatilidad cambiante del viento sobre un cuerpo textil como este. Desde hace varios años, es una práctica recurrente en mi trabajo utilizar polisombra o telas en clara alusión a Christo y Jeanne-Claude. La idea de cubrir, no solo habla de protegerse, también es esconderse.

El narcotráfico necesita salida a la costa para sacar su producto al mar. En estos recorridos en lanchas rápidas son interceptados por la Armada o fuerza naval de Colombia, y su forma de fuga es soltar la carga para hacer más liviana la embarcación. Los pescadores de poblaciones como Rincón del Mar, Sucre, en el Atlántico, o de Bahía Solano, Chocó, en el mar Pacífico, ocasionalmente encuentran paquetes que pueden significar los ingresos de un año de trabajo, rumbas de tres días, que ha sido llamado “pesca blanca”. Algunos sucumben a esta presión, otros se mantienen firmes ante los embates de la ilegalidad. Personajes tan macabros como Pablo Escobar o “Cadena” reinaron en estas tierras y condicionaron la vida diaria y las reglas de la comunidad. 

Los habitantes de Rincón del Mar recuerdan que hace más de veinte años el régimen de vida que les impusieron los paramilitares era de tanto temor y crueldad que por un capricho de Rodrigo Mercado, alias “Cadena”, se tumbó una escuela primaria para que no le siguiera tapando la vista al mar desde su casa, ubicada en pleno centro de ese lugar.Pablo Escobar, por su parte, mandó construir hoteles en Isla Palma, mientras que Hernán Vélez, del Clan Urdinola, lo hizo en Bahía Solano; ambos lugares servían para alojarse en sus visitas como lugar de verano.

Te recomendamos leer: "La última trinchera del Axolotl"

El pez muere por la boca es un proyecto participativo y de intervención en donde la comunidad participa en la creación de las imágenes. Los contrastes entre las tradiciones (estados pacíficos o de paz) y la presión armada (grupos paramilitares y de narcotráfico) son expresados en diferentes acciones, paisajes, cuerpos y objetos. La cotidianidad se entremezcla con la construcción de las escenas. Aquí, el acto performático se confunde con el vaivén de la realidad, como un canto a ese límite indefinido entre mar y tierra.

Desde que tenía 12 años, visitaba frecuentemente Rincón del Mar. No pude visitar a mis amigos Federico Martínez y Deivis Vecino Altamar durante casi una década (2000-2012) debido a la presencia paramilitar. Los he estado fotografiando a ellos y a sus familias desde 2012 hasta ahora. 

Un colgante dorado en forma de AK-47 cubre el rostro de un pescador conocido como "El Negro" en las orillas de Playa Huina en Bahía Solano. La violencia y el dinero intersectan la vida diaria de los residentes y pescadores del Pacífico colombiano.
¡Un gallo de pelea está listo para la batalla! Las peleas de gallo en Colombia son objeto de debate en el Congreso de la República, al igual que la pesca deportiva. Para una parte de la población, son consideradas prácticas violentas que deben ser erradicadas. Para otras, forman parte de su tradición y de su manera de divertirse. Esta foto representa ese estado límite entre una postura y la otra: caricia y ataque.

Además, entre 2016 y 2023, he realizado excursiones de pesca junto a mi padre, mi hermano, mi tío y mi primo. Todos somos de apellido Escobar. Nuestro vínculo nada tiene qué ver con Pablo, este ha sido con Federico, Deivis, Jolly y Ñato, amigos de estas comunidades resilientes.

Un pincher cubierto con botones verdes como recuerdo del coronavirus.
Un hombre-pez, un pez-humano. Esta imagen resume el proyecto "El pez muere por la boca": el miedo, el quedarse callado, el cubrir la identidad. Al tiempo, de la representación de lo humano y lo animal. La hice gracias al azar: el lanchero se estaba quitando la pescuecera para darse un chapuzón, y en ese intermedio entre el cuello y el cielo, se formó un rostro similar al de la foto. Recompuse la escena y el fondo para lograr esta foto que puede resumir el proyecto.
Cotidianidad en el pueblo costero de Rincón del Mar, Sucre que combina el cotorreo (o chisme), el encuentro familiar, el trabajo y refrescarse del calor. La arquitectura caribeña se potencias con una amlagama de colores vivos aplicados en las fachadas.
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El pez muere por la boca (Raya Editorial y Matiz Editorial, 2024) reflexiona sobre la resiliencia y resistencia de pueblos costeros de Colombia en contextos de narcotráfico y pesca. La línea de playa conecta el mar (o río) con el continente (o tierra firme) donde habitan comunidades anfibias con largas tradiciones de música, baile, peinado, juego y celebración. También de agricultura, gastronomía, turismo, observación de ballenas y naturaleza. Esta paz está permeada por presencia paramilitar, violencia y narcotráfico.

El libro está editado en Raya Editorial y Matiz Editorial y las fotografías se pueden ver también por Instagram
Un narcotraficante da la espalda antes de cargar el barco con la mercancía.
Ondulaciones marinas a partir de una polisombra o cubierta textil. A pocos pasos de la línea de playa, estaba un rancho cubierto por una polisombra de color azul que protegía del sol. Si bien, las ondulaciones y fuerza del mar, estaban al alcance para ser fotografiadas, me pareció más interesante abstraer la idea y pensar en la volatilidad cambiante del viento sobre un cuerpo textil como este. Desde hace varios años, es una práctica recurrente en mi trabajo utilizar polisombra o telas en clara alusión a Christo y Jeanne-Claude. La idea de cubrir, no solo habla de protegerse, también es esconderse.

El narcotráfico necesita salida a la costa para sacar su producto al mar. En estos recorridos en lanchas rápidas son interceptados por la Armada o fuerza naval de Colombia, y su forma de fuga es soltar la carga para hacer más liviana la embarcación. Los pescadores de poblaciones como Rincón del Mar, Sucre, en el Atlántico, o de Bahía Solano, Chocó, en el mar Pacífico, ocasionalmente encuentran paquetes que pueden significar los ingresos de un año de trabajo, rumbas de tres días, que ha sido llamado “pesca blanca”. Algunos sucumben a esta presión, otros se mantienen firmes ante los embates de la ilegalidad. Personajes tan macabros como Pablo Escobar o “Cadena” reinaron en estas tierras y condicionaron la vida diaria y las reglas de la comunidad. 

Los habitantes de Rincón del Mar recuerdan que hace más de veinte años el régimen de vida que les impusieron los paramilitares era de tanto temor y crueldad que por un capricho de Rodrigo Mercado, alias “Cadena”, se tumbó una escuela primaria para que no le siguiera tapando la vista al mar desde su casa, ubicada en pleno centro de ese lugar.Pablo Escobar, por su parte, mandó construir hoteles en Isla Palma, mientras que Hernán Vélez, del Clan Urdinola, lo hizo en Bahía Solano; ambos lugares servían para alojarse en sus visitas como lugar de verano.

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El pez muere por la boca es un proyecto participativo y de intervención en donde la comunidad participa en la creación de las imágenes. Los contrastes entre las tradiciones (estados pacíficos o de paz) y la presión armada (grupos paramilitares y de narcotráfico) son expresados en diferentes acciones, paisajes, cuerpos y objetos. La cotidianidad se entremezcla con la construcción de las escenas. Aquí, el acto performático se confunde con el vaivén de la realidad, como un canto a ese límite indefinido entre mar y tierra.

Desde que tenía 12 años, visitaba frecuentemente Rincón del Mar. No pude visitar a mis amigos Federico Martínez y Deivis Vecino Altamar durante casi una década (2000-2012) debido a la presencia paramilitar. Los he estado fotografiando a ellos y a sus familias desde 2012 hasta ahora. 

Un colgante dorado en forma de AK-47 cubre el rostro de un pescador conocido como "El Negro" en las orillas de Playa Huina en Bahía Solano. La violencia y el dinero intersectan la vida diaria de los residentes y pescadores del Pacífico colombiano.
¡Un gallo de pelea está listo para la batalla! Las peleas de gallo en Colombia son objeto de debate en el Congreso de la República, al igual que la pesca deportiva. Para una parte de la población, son consideradas prácticas violentas que deben ser erradicadas. Para otras, forman parte de su tradición y de su manera de divertirse. Esta foto representa ese estado límite entre una postura y la otra: caricia y ataque.

Además, entre 2016 y 2023, he realizado excursiones de pesca junto a mi padre, mi hermano, mi tío y mi primo. Todos somos de apellido Escobar. Nuestro vínculo nada tiene qué ver con Pablo, este ha sido con Federico, Deivis, Jolly y Ñato, amigos de estas comunidades resilientes.

Un pincher cubierto con botones verdes como recuerdo del coronavirus.
Un hombre-pez, un pez-humano. Esta imagen resume el proyecto "El pez muere por la boca": el miedo, el quedarse callado, el cubrir la identidad. Al tiempo, de la representación de lo humano y lo animal. La hice gracias al azar: el lanchero se estaba quitando la pescuecera para darse un chapuzón, y en ese intermedio entre el cuello y el cielo, se formó un rostro similar al de la foto. Recompuse la escena y el fondo para lograr esta foto que puede resumir el proyecto.
Cotidianidad en el pueblo costero de Rincón del Mar, Sucre que combina el cotorreo (o chisme), el encuentro familiar, el trabajo y refrescarse del calor. La arquitectura caribeña se potencias con una amlagama de colores vivos aplicados en las fachadas.
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El libro está editado en Raya Editorial y Matiz Editorial y las fotografías se pueden ver también por Instagram
Un narcotraficante da la espalda antes de cargar el barco con la mercancía.
Ondulaciones marinas a partir de una polisombra o cubierta textil. A pocos pasos de la línea de playa, estaba un rancho cubierto por una polisombra de color azul que protegía del sol. Si bien, las ondulaciones y fuerza del mar, estaban al alcance para ser fotografiadas, me pareció más interesante abstraer la idea y pensar en la volatilidad cambiante del viento sobre un cuerpo textil como este. Desde hace varios años, es una práctica recurrente en mi trabajo utilizar polisombra o telas en clara alusión a Christo y Jeanne-Claude. La idea de cubrir, no solo habla de protegerse, también es esconderse.

El narcotráfico necesita salida a la costa para sacar su producto al mar. En estos recorridos en lanchas rápidas son interceptados por la Armada o fuerza naval de Colombia, y su forma de fuga es soltar la carga para hacer más liviana la embarcación. Los pescadores de poblaciones como Rincón del Mar, Sucre, en el Atlántico, o de Bahía Solano, Chocó, en el mar Pacífico, ocasionalmente encuentran paquetes que pueden significar los ingresos de un año de trabajo, rumbas de tres días, que ha sido llamado “pesca blanca”. Algunos sucumben a esta presión, otros se mantienen firmes ante los embates de la ilegalidad. Personajes tan macabros como Pablo Escobar o “Cadena” reinaron en estas tierras y condicionaron la vida diaria y las reglas de la comunidad. 

Los habitantes de Rincón del Mar recuerdan que hace más de veinte años el régimen de vida que les impusieron los paramilitares era de tanto temor y crueldad que por un capricho de Rodrigo Mercado, alias “Cadena”, se tumbó una escuela primaria para que no le siguiera tapando la vista al mar desde su casa, ubicada en pleno centro de ese lugar.Pablo Escobar, por su parte, mandó construir hoteles en Isla Palma, mientras que Hernán Vélez, del Clan Urdinola, lo hizo en Bahía Solano; ambos lugares servían para alojarse en sus visitas como lugar de verano.

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El pez muere por la boca es un proyecto participativo y de intervención en donde la comunidad participa en la creación de las imágenes. Los contrastes entre las tradiciones (estados pacíficos o de paz) y la presión armada (grupos paramilitares y de narcotráfico) son expresados en diferentes acciones, paisajes, cuerpos y objetos. La cotidianidad se entremezcla con la construcción de las escenas. Aquí, el acto performático se confunde con el vaivén de la realidad, como un canto a ese límite indefinido entre mar y tierra.

Desde que tenía 12 años, visitaba frecuentemente Rincón del Mar. No pude visitar a mis amigos Federico Martínez y Deivis Vecino Altamar durante casi una década (2000-2012) debido a la presencia paramilitar. Los he estado fotografiando a ellos y a sus familias desde 2012 hasta ahora. 

Un colgante dorado en forma de AK-47 cubre el rostro de un pescador conocido como "El Negro" en las orillas de Playa Huina en Bahía Solano. La violencia y el dinero intersectan la vida diaria de los residentes y pescadores del Pacífico colombiano.
¡Un gallo de pelea está listo para la batalla! Las peleas de gallo en Colombia son objeto de debate en el Congreso de la República, al igual que la pesca deportiva. Para una parte de la población, son consideradas prácticas violentas que deben ser erradicadas. Para otras, forman parte de su tradición y de su manera de divertirse. Esta foto representa ese estado límite entre una postura y la otra: caricia y ataque.

Además, entre 2016 y 2023, he realizado excursiones de pesca junto a mi padre, mi hermano, mi tío y mi primo. Todos somos de apellido Escobar. Nuestro vínculo nada tiene qué ver con Pablo, este ha sido con Federico, Deivis, Jolly y Ñato, amigos de estas comunidades resilientes.

Un pincher cubierto con botones verdes como recuerdo del coronavirus.
Un hombre-pez, un pez-humano. Esta imagen resume el proyecto "El pez muere por la boca": el miedo, el quedarse callado, el cubrir la identidad. Al tiempo, de la representación de lo humano y lo animal. La hice gracias al azar: el lanchero se estaba quitando la pescuecera para darse un chapuzón, y en ese intermedio entre el cuello y el cielo, se formó un rostro similar al de la foto. Recompuse la escena y el fondo para lograr esta foto que puede resumir el proyecto.
Cotidianidad en el pueblo costero de Rincón del Mar, Sucre que combina el cotorreo (o chisme), el encuentro familiar, el trabajo y refrescarse del calor. La arquitectura caribeña se potencias con una amlagama de colores vivos aplicados en las fachadas.
Una embarcación anfibia de la marina está representada con telas o textiles colgando de palos de mangle mientras se secan. ¿O era un submarino multicolor espera cerca de la orilla antes de ser embalado?

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