Medellín atraviesa por varios fenómenos sociales provocados por la gentrificación y la revolución digital. Convertida en uno de los principales nodos globales, según el Foro Económico Mundial, una treintena de comunidades tech están formando a una generación de colombianos que pueda reescribir el pasado criminal de la ciudad, mediante ese lenguaje detrás de las apps y sitios web que usamos a diario. Jóvenes de barrios, como la Comuna 13, podrían transformar su futuro.
Casi por azar, Albeiro Lopera, un punk de Medellín, se hizo fotógrafo. Pero gracias a su carisma y a su buen ojo se convirtió en uno de los testigos más representativos de la ola de violencia que incendió Colombia en las últimas décadas.