La temporada de lluvias provocará inundaciones en la CDMX. Parte de la solución está en los árboles urbanos, pues la sucesión de copas detiene el agua e impide que gran parte llegue al suelo. Los árboles, además, mejoran la tasa de infiltración del agua en la tierra y, encima, la succionan: un solo roble, por ejemplo, puede absorber casi 400 litros al día. No solo hay que plantar árboles, para obtener beneficios ambientales de ellos es imprescindible mantenerlos sanos: algo en lo que han fallado los gobiernos capitalinos.