Hong Kong es la jurisdicción con el mayor número de mujeres presas a nivel mundial. Aquí las reclusas extranjeras representan la mitad de la población carcelaria femenina, y buena parte proviene de los países de América Latina. Mujeres reclutadas como mulas, atrapadas entre la pobreza y las redes de narcotráfico que se tejen en ambas regiones. Llegaron a Asia acarreando droga bajo la promesa de un pago que nunca llegó, o bajo presión, engaño o amenaza.