Las feministas llevan décadas exigiendo datos que permitan detectar, diagnosticar y eliminar las desigualdades de género. Que la legislación mexicana no obligue a los centros de trabajo a medir sus brechas salariales ha sido uno de los grandes obstáculos. Intersecta, junto con la Embajada del Reino Unido en México, elaboró la metodología con la que podría llevarse a cabo este desafío.