Miles de animales mueren todos los días para saciar nuestra hambre. El precio que pagamos es la devastación de los bosques, el agotamiento del agua y millones de toneladas de gases de efecto invernadero. El precio que pagan ellos, los seres a los que vemos solamente como alimento, es una vida breve en la que hay dolor y sufrimiento en cada minuto. Un futuro sustentable es un futuro sin carne y, para lograrlo, hay muchas personas dispuestas a iniciar una revolución.
Personas desplazadas por la violencia, en el sur de la sierra de Sinaloa, han logrado algo inédito: que un gobierno local les proporcione una vivienda, ante la imposibilidad de retornar a sus comunidades. Pero las condiciones en las que les fueron entregadas 55 viviendas, en la periferia de Mazatlán, distan mucho de ser dignas, y arrojan a sus habitantes nuevamente a la marginalidad. Nuevos fraccionamientos replican los mismos errores de la vivienda social. Esta es la segunda historia del especial “Vivienda en crisis”.