El efluvio de la selva
Ana Karen Velázquez
Fotografía de Juan Pablo Ampudia
Inspirada en las narraciones de los exploradores que transitaron por la Península de Yucatán en la época de la colonia, surge una perfumería de herencia maya. Una línea de fragancias que retoma escenarios aromáticos del pasado para crear productos con beneficios terapéuticos.
Al sur de Mérida, en Yucatán, donde el territorio urbano se difumina con un entorno selvático, crece la planta de xoltenuc, una especie nativa de la que retoñan flores blancas, moradas y una estridente brisa aromática. En 2012 mientras José Miguel Sandoval Valdez, diseñador y fundador de la marca de perfumes Sandovalis, pedaleaba en su bicicleta, atropelló algunas de estas flores, que liberaron diversas reminiscencias de su niñez en el pueblo de Panabá. Atónito ante el poder de la memoria olfativa, tuvo la idea de rescatar oficios y artes antiguos a través de la perfumería; un concepto inspirado en la tradición etnobotánica oral, cuyas prácticas de comercio solidario se materializan en fragancias elaboradas a base de plan-tas de la región maya.
Tras ese encuentro fragante, comenzaron meses de estudio de la herbolaria y la destilación de aromas. Así florece Sandovalis, con la intención de crear una línea de perfumes y colonias que tengan una función terapéutica y, a su vez, un rol significativo en la preservación de los saberes de su comunidad. “Creamos nuestra propia aromaterapia a base de plantas mayas. Vinculamos nuestra herbolaria tradicional con la universal, usando plantas con propiedades específicas para relajarse, dormir, estar cargados de energía, una mejor respiración”, explica. Actualmente, la empresa cuenta con más de quince especies florales nativas de Yucatán en su repertorio, en adición a una serie de notas europeas como la rosa búlgara y el nardo, así como con un grupo de proveedores locales de aceites esenciales de cítricos, raíces, semillas y maderas.
Inspiradas en libros de perfumería del siglo XIX y con la implementación de técnicas modernas de recuperación de agua de lluvia para su reciclaje, las formulaciones aromáticas en Sandovalis están libres de químicos que afectan directamente al medio ambiente acuático, como almizcles sintéticos y tensoactivos. “Es todo natural”, refuerza Sandoval. Con un profundo conocimiento de etnobotánica, agricultura, ganadería, apicultura, orfebrería y alfarería, por mencionar algunos de sus intereses, Sandoval incluyó otra de sus pasiones en el proceso de creación de su marca: la historia. Cada uno de sus perfumes parte de relatos heredados del pueblo yucateco.
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