Hace algunas décadas, pocas personas pronosticaban que la industria vinícola pudiera consolidarse en el país. Hoy la cultura del vino para la sociedad mexicana ha cambiado. En los últimos años, las tasas de crecimiento en la producción y el volumen de consumo han dejado algo claro: a los mexicanos les gusta tomar vino elaborado en su propio país. Esto es algo que Monte Xanic tiene muy presente y, fiel a su espíritu innovador, ha desarrollado una interesante propuesta de maridaje con gastronomía mexicana.

Para Monte Xanic nada es imposible cuando se trata de elevar una experiencia culinaria que celebre a México en cada bocado y en cada choque de copas, especialmente durante septiembre, cuando los festejos patrios están a la orden del día. Desde sus orígenes, la vinícola ha buscado honrar a su país, su gente y su tierra por medio del vino. En palabras de Hans Backhoff Guerrero, director general de Monte Xanic: “La mayoría de los vinos que se realizan en el país tienen una gran estructura, podemos decir que es la insignia del vino en México”. Esta cualidad hace que, además, el maridaje con la gastronomía mexicana se dé maravillosamente.

El vino mexicano ha recorrido un largo camino. Actualmente, muchas variedades de uvas han logrado adaptarse a distintas regiones del territorio y destacan por su personalidad única, lo cual impulsa a los productores a obtener cada vez mejores productos que demuestren su valor a nivel internacional. En el caso específico de Monte Xanic, se ha caminado de la mano de la industria gastronómica nacional para que, poco a poco, se reconozca al vino mexicano como el complemento perfecto para muchos platillos que antes no se consideraban maridables.

Para los expertos de Monte Xanic, la gastronomía mexicana sabe mejor con vino producido en México. Al hablar de uvas blancas, la recomendación es maridar la Chenin Colombard con ceviches, tostadas, chiles rellenos e incluso moles como el pipián, gracias a su carácter afrutado y floral. Para los que prefieren tintos, los platillos especiados, las cocciones en horno de leña y diferentes versiones de estofados se acompañan perfectamente con la Grenache y la Syrah.

Celebración patria con un giro

El maridaje que plantea Monte Xanic refleja la diversidad y riqueza que existe tanto en sus vinos como en la gastronomía mexicana. Con opciones para todo tipo de gustos y paladares —desde los más conservadores hasta quienes se atreven a combinar sabores y texturas para obtener un resultado inesperado—. Estas tres propuestas prometen darle un toque muy especial a las celebraciones patrias de septiembre.

Monte Xanic Selección: El balance de este vino entre su frutalidad y la crianza de 13 meses en barrica, va perfecto con los sabores y texturas de una tlayuda con tasajo. Otra buena opción es maridarlo con un clásico regio: la carne asada.

Monte Xanic Rosé: para este vino tan versátil, hay tres maridajes mexicanos inmejorables. Primero, el mole negro, cuyos aromas de especias, tostados, ahumados, chocolate y hierbas, así como sus sabores terrosos, contrastan con la frescura del Rosé. Segundo, la cochinita pibil y su intensidad especiada, que contrasta con la frutalidad del vino, pero hace balance con su acidez. Finalmente, las tostadas de tinga, que se complementan en la boca con las frutas rojas, cítricos y flores característicos de este vino.

Monte Xanic Calixa Cabernet  Sauvignon Syrah: si se trata de maridar platillos clásicos para celebrar a México, este vino es la mejor opción. Su gran frutalidad, moderada astringencia y suculenta acidez logran una de las mejores expresiones de sabor del taco al pastor, un favorito chilango. Este mismo carácter frutal y ligeramente especiado lo hacen un gran complemento para destacar los sabores y texturas del pambazo. Y si de creaciones tapatías se trata, hay que inclinarse por un maridaje de contraste con una torta ahogada.

¡Salud por México, por su gastronomía y su vino!

Para más información, visita montexanic.com.mx