Sahar tuvo que vestirse de hombre para apoyar a su equipo
Irán es el único país que prohíbe y castiga la entrada de las mujeres a los estadios de futbol
Sahar Khodayari era una joven de 29 años, graduada en ciencias computacionales, intérprete de inglés yapasionada del futbol en Irán, el único país en el mundo que prohíbe y castiga la entrada de las mujeres a los estadios de futbol.
En Marzo de 2019, Sahar se vistió de hombre para entrar al estadio Azadi (palabra persa que en español significa «Libertad») a ver a su club favorito, el Esteghlal, de Teherán. Con la casaca color azul brillante del equipo, logró entrar al estadio, sin embargo, policías de la moral la descubrieron y trasladaron a la prisión Shahr-e Rey, una exgranja de gallinas que se utiliza como cárcel para mujeres sentenciadas por «ofensas violentas». Dos días después, Sahar fue liberada bajo fianza, aunque su caso indignó a futbolistas y aficionadas.
La «chica de azul», como se le apodó por portar la casaca de su equipo, compareció en la Corte de Teherán a principios de septiembre por los ambiguos cargos de, «comisión de un pecado abiertamente… al aparecer en público sin un hijab», así como lanzar ofensas a los oficiales, según reportó la organización Amnistía Internacional.
«Su único ‘crimen’ fue ser una mujer en un país donde ellas enfrentan una discriminación que está arraigada hasta en la ley y se desarrolla de la manera más horrible que se pueda imaginar, en cada área de sus vidas, incluso en los deportes», denunció Amnistía Internacional.
Sahar acudió a su juicio, en el que le esperaba una sentencia de por lo menos seis meses de cárcel y su caso fue aplazado, pero tan pronto dejó la Corte, la chica azul mojó su cuerpo con gasolina y se prendió fuego. Cuando llegó al hospital descubrieron que tenía el 90 por ciento de su cuerpo quemado y murió el 9 de septiembre.
«Nuestra querida Sahar se quemó hasta la muerte porque sabía que sería castigada por ir al estadio a apoyar a Esteghlal. Ella nos apoyó sin importar que la política lo considerara ilegal. Pero, ¿qué podemos hacer para apoyarla a ella? Absolutamente nada. Somos cobardes», decía el mensaje que hizo público su club favorito.
Figuras del futbol iraní como Masoud Shojaei, el capitán del equipo nacional, dijeron que se trataba de una de las «victorias más tristes y amargas del equipo», pues ganaron por dos goles, pero perdieron mucho al saber que Sahar ya no estaba.
«Qué vergüenza tengo por no ser capaz de hacer algo y qué vergüenza de aquellos que le quitaron el derecho más obvio a Sahar y de todas las Sahars», escribió Masoud, quien también pudo haber enfrentado problemas con las autoridades iraníes por publicar ese mensaje.
Futbol en Irán
La prohibición de entrar a los estadios de futbol no está estipulada en ninguna ley o regulación, pero se aplica de manera implacable por las autoridades del Islam. Los dirigentes creen que, al tomar estas medidas discriminatorias contra las mujeres, las resguardan de estar entre hombres, escuchar groserías y ver a los asistentes semidesnudos.
El que las mujeres vistan como hombres para entrar a los estadios es bastante común. Algunas comparten sus fotos con barbas y bigotes y han grabado tutoriales de maquillaje con tips para mejorar sus disfraces. La inmolación de mujeres, desafortunadamente, también es muy común en Irán y la mayoría de las chicas que lo hacen, llegan a ese punto por las restricciones que enfrenta su género.
El futbol entre las mujeres es bastante popular a pesar de las restricciones. Irán tiene una selección femenil con integrantes que tienen permitido jugar, siempre y cuando porten su hijab y uniformes de cuerpo completo. En 2015, por desgracia, la federación iraní de ese deporte tomó provecho del velo para «dizfrazar» a ocho hombres como mujeres para integrar el equipo nacional femenil en algunos partidos en el extranjero. Cuando fueron descubiertos, las autoridades iraníes alegaron que los hombres estaban a punto de operarse para cambiar su sexo. Paradójicamente las operaciones de cambio sexo en Irán son legales, y es un país que registra un gran número de estas reasignaciones. Sin embargo, esa justificación no les funcionó y las instituciones internacionales juzgaron el hecho como una falta ética.
Ese mismo año la capitana del equipo nacional femenil, Niloufar Ardalan, no pudo representar a Irán en Malasia porque su esposo no la dejó volar. Ella pidió a las autoridades que defendieran los derechos de las atletas, pero no fue así.
FIFA ausente
Gianni Infantino, el presidente de la FIFA, una de las instituciones más influyentes y poderosas del mundo, conoce bien la situación de las mujeres respecto al futbol en Irán y ha sido criticado por no actuar en consecuencia.
La prohibición de las mujeres en los estadios de Irán provocó el inicio del movimiento «Open Stadiums», que se traduce al español como «Estadios abiertos» y existe desde hace casi 15 años. Al principio estuvo formado por un grupo reducido de mujeres a quienes les gustaba el futbol y protestaban afuera del estadio iraní Azadi. Sin embargo, la FIFA permaneció indiferente.
En 2018, después de la críticas a la falta de mujeres en la toma de decisiones de la FIFA, la presidenta de la división femenil, Fatma Samoura, anunció medidas para fomentar el deporte entre niñas y mujeres. Sin embargo, esa intención apenas se reflejó en el presupuesto destinado para la Copa del Mundo Femenil de 2019.
El movimiento Open Stadiums, que dirige una persona anónima para no enfrentar represalias, también ha encontrado críticas entre los grupos feministas iraníes, quienes les reprochan que hay «problemas más graves para las mujeres» en comparación a «no poder entrar a estadios», según contaron en una entrevista The Guardian tras la muerte de Sahar.
El movimiento también ha enviado cartas a la FIFA, a la Confederación Asiática de Fútbol y a otras organizaciones internacionales exigiendo que se dejen de violar los derechos humanos. Sin embargo, las organizaciones internacionales de derechos humanos son las únicas que respondieron ante sus peticiones.
La presión a la FIFA tras el suicidio de Sahar culminó en la designación de una comisión específica para Irán, para pedirle a las autoridades que abran los estadios a las mujeres. Sobre todo, ante los próximos partidos para calificar a la Copa del Mundo de 2022, que se llevará a cabo en Qatar.
«Necesitamos que las mujeres asistan», dijo Infantino días después de la inmolación de «la chica azul». El 10 de octubre Irán no solo enfrentará a Corea, si no también a su más arraigado conservadurismo.
Salvo contadas excepciones, después de 40 años, se espera que las mujeres iraníes tengan por primera vez, el mismo derecho a gritar en un estadio de futbol.
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