Tiempo de lectura: 3 minutosEn México hay 111 especies de tiburones. Muchos de ellos están en peligro de extinción a causa de la pesca ilegal y la falta de una regulación pesquera en la que se haga recuento exactamente de qué es lo que se está pescando y qué está llegando a los platos de la gente. El cuidado de los tiburones es muy relevante para los ecosistemas marinos y para la subsistencia humana.
La cultura pop le ha dado al tiburón una pésima fama, lo ha definido como el peor de los depredadores, el monstruo del mar. Sin embargo, esa posición que tiene en la cima de la cadena trófica, no lo hace malo, sino necesario. “Cuando hay tiburones en la zona se genera un equilibrio donde siempre va a haber el suficiente número de especies que comen plantas, el suficiente número de peces que comen peces más pequeños, etc”, dice Renata Terrazas, vicepresidenta regional de Oceana, organización internacional que trabaja por la conservación de los mares.
Estos depredadores llevan nadando en los océanos aproximadamente 400 millones de años y son de los pocos animales que han sobrevivido a las extinciones masivas, pero los humanos les hemos puesto los retos más duros de su existencia. De las 307 especies de tiburón evaluadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés), 50 de ellas están catalogadas como Vulnerables, En Peligro o En Peligro Crítico. Estos animales representan hoy en día, el mayor porcentaje de especies marinas amenazadas en la Lista Roja de la IUCN.
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Cortesía de Oceana.
La pesca ilegal que produce sobrepesca, el cercenamiento de aletas (que ha ganado mucha fama por la sopa de aleta) y las capturas accidentales, son las causas principales por las que el tiburón está desapareciendo. Entre mitos, falta de conocimiento de su importancia para los ecosistemas y un sistema pesquero poco estructurado, el ser humano está acabando con este importantísimo animal. Además, según Renata Terrazas, es muy común que nos comamos al tiburón sin saberlo, confundiéndolo con marlin, bacalao y otros peces.
“Cuando hicimos el estudio Gato x liebre buscábamos ver qué tan extendido era el engaño hacia los consumidores, lo que le llaman ‘mal etiquetado’ o ‘fraude y sustitución’ en la comida del mar”, cuenta la científica especializada en política pública. Encontraron que el 11.2% de lo que se vende en mercados, restaurantes y supermercados son especies de la Lista Roja. Muchísimos de ellos, tiburones. “Nos preocupa que en México no sólo no estamos tomando medidas para garantizar su subsistencia, sino que los estamos pescando y engañando a los consumidores”. Del total de las especies de tiburones que se conocen a nivel mundial, el 21.5% habitan los mares mexicanos.
“Estos depredadores llevan nadando en los océanos aproximadamente 400 millones de años y son de los pocos animales que han sobrevivido a las extinciones masivas, pero los humanos les hemos puesto los retos más duros de su existencia”.
Para hacer el estudio, Terrazas y su equipo analizaron diferentes productos. A ella le tocó ver cómo una torta de bacalao, uno de los platillos más consumidos en México a fin de año, resultaba en realidad ser de tiburón martillo, una especie en peligro de extinción, y además, uno de sus animales favoritos. “Tú no estás tomado la decisión, alguien la toma por ti”, reclama la científica.
Las malas prácticas de pesca tienen un impacto profundo tanto dentro, como fuera del mar. Los escualos son indicadores de la salud de un subsistema. Cuando están ahí significa que hay una enorme biodiversidad. “Cuando ves una zona que casi no tiene corales o plantas, no hay especies, está como muerto y lo comienzas a restaurar, el mejor indicador de que lo estás logrando es cuando llegas a ver tiburones en la zona”, declara Terrazas.
México es uno de los países con mayor diversidad marina en el mundo y estos ecosistemas proveen al país de alimento y oxígeno. Terrazas habla de la falta de conexión que tiene el país con sus océanos. “Estamos muy alejados”, dice la directora de Oceana. “Se nos olvida que el 70% de nuestro oxígeno viene del mar, la importancia de su salud es fundamental para nosotros. Estamos condenados a la extinción si no cuidamos los océanos”.
Cortesía de Oceana.
En la organización que lidera consideran que, para promover la recuperación de los océanos, hay mucho que los individuos pueden hacer. Aunque la regulación pesquera y la sistematización de la información es indispensable para acabar con la pesca ilegal, las personas pueden volverse mejores consumidores y exigir información sobre la procedencia de su alimento y promover el consumo de productos sustentables. El pescado y los mariscos, cuenta Terrazas, son la mejor fuente de proteína animal, pues no se necesitan grandes extensiones territoriales, ni talar árboles o gastar grandes cantidades de agua dulce. Lo único que se necesita es una buena organización que permita la reproducción de las especies y el cuidado de los ecosistemas.
Los tiburones no son bestias feroces que quieren romper embarcaciones, son especies vulnerables a las actividades humanas y que promueven el equilibrio y salud de nuestros mares. El cuidado que les demos impactará directamente en la calidad de vida humana debido a la gigantesca importancia que tienen los hábitats marinos para el medio ambiente.