Vivo en un país sin noticias. Aquí la realidad está preestablecida. Cuba es un pueblo de campo al que sus gobernantes han engañado por décadas haciéndole creer que lo que pasa aquí tiene resonancia fuera de los límites de la aldea. La televisión, la radio, los periódicos, las agencias de noticias y las revistas llevan mucho tiempo repitiendo una y otra vez la misma monserga vacía y hace tan solo unos pocos años, los medios digitales se sumaron a la misma tendencia.
Aunque hay pocos sitios donde podemos leerlas, aquí las historias abundan. Hay muchísimas, surrealistas casi todas (aldea, al fin y al cabo). Pero acontecimientos, lo que normalmente uno pondría en la primera plana de un medio noticioso que se respete, no existen.
En realidad lo único que ha ocurrido en los últimos sesenta años en esta isla, lo más significativo digamos, es que un puñado de barbudos vestidos de verde olivo, con ideales firmes —al principio de la aventura—bajaron del monte al llano para derrocar una dictadura y establecer otra. Muchos años después esos mismos hombres decidieron restaurar el diálogo en nombre del pueblo con el histórico y acérrimo enemigo, aprovechando la grave enfermedad por la que pasaba su máximo líder, que meses después de ver aquello suceder, decidió marcharse y dejar, por fin, el único titular que los grandes medios de comunicación de todo el mundo esperaban leer: “Gran líder muere: ¿qué pasará ahora en la aldea?"
Por ejemplo, es sábado en la noche y escribo desde casa de un amigo que tiene una conexión clandestina de internet. Abro la versión digital del periódico Granma, pincho la pestaña “Cuba” y lo que encuentro es lo siguiente:
1. Seguirá en ascenso producción de envases de metal".
La noticia explica la creación de dos empresas mixtas que “muestran los esfuerzos del país dirigido al desarrollo de la industria Sideromecánica, a fin de sustituir importaciones, una parte de las cuales satisfarán de forma directa demandas de la población, como los menajes de cocina y cilindros para gas licuado”.
2. Azucareros cubanos ratifican compromiso con su sector y la Revolución
El primer párrafo de la noticia, lo que en Granma estimaron que era el lead, es: “Con el reto de elevar los rendimientos cañeros así como la producción de azúcar y sus derivados y de alimentos, los más de 270 delegados e invitados a la II Conferencia Nacional del Sindicato de Trabajadores azucareros (SNTA) comenzaron los debates en la última sesión del evento, al que asiste José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros”.
3. Concluye en Cienfuegos montaje estructural de mayor fábrica cubana de fertilizantes
El bajante de la noticia, que yo no entiendo, dice: “Más de 700 toneladas de estructuras metálicas fueron izadas por obreros de la Empresa Constructora de Obras Ingenieras 6, para concluir el montaje del monitor de 33 metros de altura”.
4. Primer frente frío a la vista
Imagínense de qué va la nota climática, es fácil, es la noticia del día.
En cambio, en el pueblo, muy de vez en cuando, pasan cosas que bien que pudieran ser titulares, pero el provincianismo, la idea enquistada, dictatorial y totalitaria, de que en la aldea todo lo que sucede es bueno y que lo malo hay que esconderlo bajo llave para dar un ejemplo digno de admiración ante el mundo (porque somos el ombligo del planeta y todo mundo nos mira), termina por contaminar de tedio el día a día y vuelve subversiva la tranquila y suave realidad que transcurre en la isla.
Les pongo un ejemplo más para que vean la otra cara de la moneda:
Cuba lleva más de un mes escondiendo que Félix Savón, tricampeón olímpico de boxeo, está preso. La isla le teme al desplome de una de sus figuras deportivas sagradas, a uno de los rostros de la “Revolución”: el chico pobre que nació en el intrincado poblado de San Vicente, Guantánamo, y que durante veinte años se dedicó a apalear contrarios dentro de los rings del planeta para conquistar todos los títulos de la Asociación Internacional de Boxeo, incluidos seis campeonatos mundiales amateur.
Que Savón, deportista de talla mundial, esté tras las rejas de una prisión, es noticia de portada, pero lo es más aún el por qué de su detención: está acusado de abuso de menores.
Lamentablemente, tengo un tío y un par de conocidos en el Combinado del Este, la cárcel de máxima seguridad de La Habana donde estuvo Savón recluido un tiempo. Ellos me confirmaron la información. Mi tío sólo me dio un seco: “sí, está ahí”. A pesar de su injusta sanción—hablo de mi tío, no de Savón—, algo en él lo mantiene apegado al sistema que lo condenó y cree que, no ahondando en información como esa, su situación puede mejorar o al menos no empeorar.
Los otros conocidos sí me dieron detalles. Durante varias semanas me informaron vía telefónica sobre lo que hacía, lo que comentaba y sus movimientos en general dentro de la prisión, porque tenía la intención de escribir algo, de armar algún reportaje con aquello. Pero a Savón lo trasladaron de allí y le perdí la pista. Por ahora no habrá texto, no tengo material suficiente.
Sin embargo, pude almacenar un poco de información que fui encuadrando y les comparto algo para que no se queden con la duda.
Félix Savón, 51 años, llegó al Combinado del Este el pasado 30 de septiembre y justo ese día, dieciocho años atrás, el boxeador, en el gimnasio Darling Harbour de Sídney, Australia, levantaba sus puños al aire y bajaba la cabeza para que le colgaran al cuello su tercera presea dorada en Juegos Olímpicos. Pocos deportistas en todo el mundo han logrado esa hazaña. Antes de Savón, sólo lo habían alcanzado el húngaro László Papp y el también cubano Teófilo Stevenson.
Savón está acusado de abusar de un menor de 12 años. La familia del niño es quien lo denunció y según se comenta en la prisión, no fue la única vez que el boxeador incurrió en un acto de este tipo, pero la revolución le había pasado la mano y lo había perdonado escondiendo sus fechorías. Si esto es cierto, si no fue la primera ocasión que el ex boxeador atacó a un menor, es evidente que el tricampeón olímpico es un pedófilo.
Un neurocirujano me dijo que, casi siempre, los finales de las vidas de los boxeadores son difíciles, que tienden a presentarse manifestaciones clínicas producto de todos los golpes recibidos a lo largo de la carrera deportiva: "falta de coordinación, dificultades del discurso y una menor agilidad mental”. El hombre me aseveró que “este trastorno neurológico puede llegar a trastocar la personalidad de estos boxeadores induciendo comportamientos psicóticos o problemas con el juicio, hasta derivar en una demencia total o parkinsonismo”.
Cuando les pregunté a mis conocidos cómo habían asumido los presos la presencia de Savón en la cárcel, me dijeron que era una cosa rara lo que pasaba con él, algo que no habían visto nunca antes. Dicen ellos que los tipos que más son detestados y a los que más les cuesta sobrevivir en prisión son los violadores y si son abusadores de niños peor, aún. Sin embargo, con Savón la experiencia fue distinta.
Desde el día que llegó, la gente se le acercaba a consolarlo, porque no hablaba con nadie y estaba muy afligido. Andaba tirado por los rincones, sin mirar de frente, escurridizo. Así estuvo unas semanas, hasta que una noche comenzó a hablar con un par de personas y terminó contándole a toda la barraca que se sentó alrededor de él, en el piso, en las literas, en cualquier sitio, las historias de sus peleas.
Quizás eso provocó que el gobierno tomara la decisión de moverlo de prisión hasta que le llegue la hora de su juicio. Mientras Savón estuvo en el Combinado, su familia no acudió a las visitas. Mis conocidos dicen que sólo fue a verlo Javier Sotomayor, recordista mundial de salto de altura y premio Príncipe de Asturias.
La noticia de Savón no será leída por ningún locutor de radio o televisión, no llegará a ser portada de ningún periódico o revista digital; ninguna agencia de noticias la podrá vender a algún medio internacional. Porque las noticias de mi país ya sucedieron, son efemérides, pasaron hace algún tiempo y cada año, para el agrado de los gobernantes de la aldea y para evitar su enfurecimiento, hay que reciclarlas. El único cambio en la agenda mediática es que le han abierto un hueco a la flamante cuenta en Twitter del nuevo presidente, y eso porque son Twitts que no dicen ni dirán nada que no sepamos ya.
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Un reporte de Abraham Jiménez Enoa desde la isla donde no hay noticias.
Vivo en un país sin noticias. Aquí la realidad está preestablecida. Cuba es un pueblo de campo al que sus gobernantes han engañado por décadas haciéndole creer que lo que pasa aquí tiene resonancia fuera de los límites de la aldea. La televisión, la radio, los periódicos, las agencias de noticias y las revistas llevan mucho tiempo repitiendo una y otra vez la misma monserga vacía y hace tan solo unos pocos años, los medios digitales se sumaron a la misma tendencia.
Aunque hay pocos sitios donde podemos leerlas, aquí las historias abundan. Hay muchísimas, surrealistas casi todas (aldea, al fin y al cabo). Pero acontecimientos, lo que normalmente uno pondría en la primera plana de un medio noticioso que se respete, no existen.
En realidad lo único que ha ocurrido en los últimos sesenta años en esta isla, lo más significativo digamos, es que un puñado de barbudos vestidos de verde olivo, con ideales firmes —al principio de la aventura—bajaron del monte al llano para derrocar una dictadura y establecer otra. Muchos años después esos mismos hombres decidieron restaurar el diálogo en nombre del pueblo con el histórico y acérrimo enemigo, aprovechando la grave enfermedad por la que pasaba su máximo líder, que meses después de ver aquello suceder, decidió marcharse y dejar, por fin, el único titular que los grandes medios de comunicación de todo el mundo esperaban leer: “Gran líder muere: ¿qué pasará ahora en la aldea?"
Por ejemplo, es sábado en la noche y escribo desde casa de un amigo que tiene una conexión clandestina de internet. Abro la versión digital del periódico Granma, pincho la pestaña “Cuba” y lo que encuentro es lo siguiente:
1. Seguirá en ascenso producción de envases de metal".
La noticia explica la creación de dos empresas mixtas que “muestran los esfuerzos del país dirigido al desarrollo de la industria Sideromecánica, a fin de sustituir importaciones, una parte de las cuales satisfarán de forma directa demandas de la población, como los menajes de cocina y cilindros para gas licuado”.
2. Azucareros cubanos ratifican compromiso con su sector y la Revolución
El primer párrafo de la noticia, lo que en Granma estimaron que era el lead, es: “Con el reto de elevar los rendimientos cañeros así como la producción de azúcar y sus derivados y de alimentos, los más de 270 delegados e invitados a la II Conferencia Nacional del Sindicato de Trabajadores azucareros (SNTA) comenzaron los debates en la última sesión del evento, al que asiste José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros”.
3. Concluye en Cienfuegos montaje estructural de mayor fábrica cubana de fertilizantes
El bajante de la noticia, que yo no entiendo, dice: “Más de 700 toneladas de estructuras metálicas fueron izadas por obreros de la Empresa Constructora de Obras Ingenieras 6, para concluir el montaje del monitor de 33 metros de altura”.
4. Primer frente frío a la vista
Imagínense de qué va la nota climática, es fácil, es la noticia del día.
En cambio, en el pueblo, muy de vez en cuando, pasan cosas que bien que pudieran ser titulares, pero el provincianismo, la idea enquistada, dictatorial y totalitaria, de que en la aldea todo lo que sucede es bueno y que lo malo hay que esconderlo bajo llave para dar un ejemplo digno de admiración ante el mundo (porque somos el ombligo del planeta y todo mundo nos mira), termina por contaminar de tedio el día a día y vuelve subversiva la tranquila y suave realidad que transcurre en la isla.
Les pongo un ejemplo más para que vean la otra cara de la moneda:
Cuba lleva más de un mes escondiendo que Félix Savón, tricampeón olímpico de boxeo, está preso. La isla le teme al desplome de una de sus figuras deportivas sagradas, a uno de los rostros de la “Revolución”: el chico pobre que nació en el intrincado poblado de San Vicente, Guantánamo, y que durante veinte años se dedicó a apalear contrarios dentro de los rings del planeta para conquistar todos los títulos de la Asociación Internacional de Boxeo, incluidos seis campeonatos mundiales amateur.
Que Savón, deportista de talla mundial, esté tras las rejas de una prisión, es noticia de portada, pero lo es más aún el por qué de su detención: está acusado de abuso de menores.
Lamentablemente, tengo un tío y un par de conocidos en el Combinado del Este, la cárcel de máxima seguridad de La Habana donde estuvo Savón recluido un tiempo. Ellos me confirmaron la información. Mi tío sólo me dio un seco: “sí, está ahí”. A pesar de su injusta sanción—hablo de mi tío, no de Savón—, algo en él lo mantiene apegado al sistema que lo condenó y cree que, no ahondando en información como esa, su situación puede mejorar o al menos no empeorar.
Los otros conocidos sí me dieron detalles. Durante varias semanas me informaron vía telefónica sobre lo que hacía, lo que comentaba y sus movimientos en general dentro de la prisión, porque tenía la intención de escribir algo, de armar algún reportaje con aquello. Pero a Savón lo trasladaron de allí y le perdí la pista. Por ahora no habrá texto, no tengo material suficiente.
Sin embargo, pude almacenar un poco de información que fui encuadrando y les comparto algo para que no se queden con la duda.
Félix Savón, 51 años, llegó al Combinado del Este el pasado 30 de septiembre y justo ese día, dieciocho años atrás, el boxeador, en el gimnasio Darling Harbour de Sídney, Australia, levantaba sus puños al aire y bajaba la cabeza para que le colgaran al cuello su tercera presea dorada en Juegos Olímpicos. Pocos deportistas en todo el mundo han logrado esa hazaña. Antes de Savón, sólo lo habían alcanzado el húngaro László Papp y el también cubano Teófilo Stevenson.
Savón está acusado de abusar de un menor de 12 años. La familia del niño es quien lo denunció y según se comenta en la prisión, no fue la única vez que el boxeador incurrió en un acto de este tipo, pero la revolución le había pasado la mano y lo había perdonado escondiendo sus fechorías. Si esto es cierto, si no fue la primera ocasión que el ex boxeador atacó a un menor, es evidente que el tricampeón olímpico es un pedófilo.
Un neurocirujano me dijo que, casi siempre, los finales de las vidas de los boxeadores son difíciles, que tienden a presentarse manifestaciones clínicas producto de todos los golpes recibidos a lo largo de la carrera deportiva: "falta de coordinación, dificultades del discurso y una menor agilidad mental”. El hombre me aseveró que “este trastorno neurológico puede llegar a trastocar la personalidad de estos boxeadores induciendo comportamientos psicóticos o problemas con el juicio, hasta derivar en una demencia total o parkinsonismo”.
Cuando les pregunté a mis conocidos cómo habían asumido los presos la presencia de Savón en la cárcel, me dijeron que era una cosa rara lo que pasaba con él, algo que no habían visto nunca antes. Dicen ellos que los tipos que más son detestados y a los que más les cuesta sobrevivir en prisión son los violadores y si son abusadores de niños peor, aún. Sin embargo, con Savón la experiencia fue distinta.
Desde el día que llegó, la gente se le acercaba a consolarlo, porque no hablaba con nadie y estaba muy afligido. Andaba tirado por los rincones, sin mirar de frente, escurridizo. Así estuvo unas semanas, hasta que una noche comenzó a hablar con un par de personas y terminó contándole a toda la barraca que se sentó alrededor de él, en el piso, en las literas, en cualquier sitio, las historias de sus peleas.
Quizás eso provocó que el gobierno tomara la decisión de moverlo de prisión hasta que le llegue la hora de su juicio. Mientras Savón estuvo en el Combinado, su familia no acudió a las visitas. Mis conocidos dicen que sólo fue a verlo Javier Sotomayor, recordista mundial de salto de altura y premio Príncipe de Asturias.
La noticia de Savón no será leída por ningún locutor de radio o televisión, no llegará a ser portada de ningún periódico o revista digital; ninguna agencia de noticias la podrá vender a algún medio internacional. Porque las noticias de mi país ya sucedieron, son efemérides, pasaron hace algún tiempo y cada año, para el agrado de los gobernantes de la aldea y para evitar su enfurecimiento, hay que reciclarlas. El único cambio en la agenda mediática es que le han abierto un hueco a la flamante cuenta en Twitter del nuevo presidente, y eso porque son Twitts que no dicen ni dirán nada que no sepamos ya.
Un reporte de Abraham Jiménez Enoa desde la isla donde no hay noticias.
Vivo en un país sin noticias. Aquí la realidad está preestablecida. Cuba es un pueblo de campo al que sus gobernantes han engañado por décadas haciéndole creer que lo que pasa aquí tiene resonancia fuera de los límites de la aldea. La televisión, la radio, los periódicos, las agencias de noticias y las revistas llevan mucho tiempo repitiendo una y otra vez la misma monserga vacía y hace tan solo unos pocos años, los medios digitales se sumaron a la misma tendencia.
Aunque hay pocos sitios donde podemos leerlas, aquí las historias abundan. Hay muchísimas, surrealistas casi todas (aldea, al fin y al cabo). Pero acontecimientos, lo que normalmente uno pondría en la primera plana de un medio noticioso que se respete, no existen.
En realidad lo único que ha ocurrido en los últimos sesenta años en esta isla, lo más significativo digamos, es que un puñado de barbudos vestidos de verde olivo, con ideales firmes —al principio de la aventura—bajaron del monte al llano para derrocar una dictadura y establecer otra. Muchos años después esos mismos hombres decidieron restaurar el diálogo en nombre del pueblo con el histórico y acérrimo enemigo, aprovechando la grave enfermedad por la que pasaba su máximo líder, que meses después de ver aquello suceder, decidió marcharse y dejar, por fin, el único titular que los grandes medios de comunicación de todo el mundo esperaban leer: “Gran líder muere: ¿qué pasará ahora en la aldea?"
Por ejemplo, es sábado en la noche y escribo desde casa de un amigo que tiene una conexión clandestina de internet. Abro la versión digital del periódico Granma, pincho la pestaña “Cuba” y lo que encuentro es lo siguiente:
1. Seguirá en ascenso producción de envases de metal".
La noticia explica la creación de dos empresas mixtas que “muestran los esfuerzos del país dirigido al desarrollo de la industria Sideromecánica, a fin de sustituir importaciones, una parte de las cuales satisfarán de forma directa demandas de la población, como los menajes de cocina y cilindros para gas licuado”.
2. Azucareros cubanos ratifican compromiso con su sector y la Revolución
El primer párrafo de la noticia, lo que en Granma estimaron que era el lead, es: “Con el reto de elevar los rendimientos cañeros así como la producción de azúcar y sus derivados y de alimentos, los más de 270 delegados e invitados a la II Conferencia Nacional del Sindicato de Trabajadores azucareros (SNTA) comenzaron los debates en la última sesión del evento, al que asiste José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros”.
3. Concluye en Cienfuegos montaje estructural de mayor fábrica cubana de fertilizantes
El bajante de la noticia, que yo no entiendo, dice: “Más de 700 toneladas de estructuras metálicas fueron izadas por obreros de la Empresa Constructora de Obras Ingenieras 6, para concluir el montaje del monitor de 33 metros de altura”.
4. Primer frente frío a la vista
Imagínense de qué va la nota climática, es fácil, es la noticia del día.
En cambio, en el pueblo, muy de vez en cuando, pasan cosas que bien que pudieran ser titulares, pero el provincianismo, la idea enquistada, dictatorial y totalitaria, de que en la aldea todo lo que sucede es bueno y que lo malo hay que esconderlo bajo llave para dar un ejemplo digno de admiración ante el mundo (porque somos el ombligo del planeta y todo mundo nos mira), termina por contaminar de tedio el día a día y vuelve subversiva la tranquila y suave realidad que transcurre en la isla.
Les pongo un ejemplo más para que vean la otra cara de la moneda:
Cuba lleva más de un mes escondiendo que Félix Savón, tricampeón olímpico de boxeo, está preso. La isla le teme al desplome de una de sus figuras deportivas sagradas, a uno de los rostros de la “Revolución”: el chico pobre que nació en el intrincado poblado de San Vicente, Guantánamo, y que durante veinte años se dedicó a apalear contrarios dentro de los rings del planeta para conquistar todos los títulos de la Asociación Internacional de Boxeo, incluidos seis campeonatos mundiales amateur.
Que Savón, deportista de talla mundial, esté tras las rejas de una prisión, es noticia de portada, pero lo es más aún el por qué de su detención: está acusado de abuso de menores.
Lamentablemente, tengo un tío y un par de conocidos en el Combinado del Este, la cárcel de máxima seguridad de La Habana donde estuvo Savón recluido un tiempo. Ellos me confirmaron la información. Mi tío sólo me dio un seco: “sí, está ahí”. A pesar de su injusta sanción—hablo de mi tío, no de Savón—, algo en él lo mantiene apegado al sistema que lo condenó y cree que, no ahondando en información como esa, su situación puede mejorar o al menos no empeorar.
Los otros conocidos sí me dieron detalles. Durante varias semanas me informaron vía telefónica sobre lo que hacía, lo que comentaba y sus movimientos en general dentro de la prisión, porque tenía la intención de escribir algo, de armar algún reportaje con aquello. Pero a Savón lo trasladaron de allí y le perdí la pista. Por ahora no habrá texto, no tengo material suficiente.
Sin embargo, pude almacenar un poco de información que fui encuadrando y les comparto algo para que no se queden con la duda.
Félix Savón, 51 años, llegó al Combinado del Este el pasado 30 de septiembre y justo ese día, dieciocho años atrás, el boxeador, en el gimnasio Darling Harbour de Sídney, Australia, levantaba sus puños al aire y bajaba la cabeza para que le colgaran al cuello su tercera presea dorada en Juegos Olímpicos. Pocos deportistas en todo el mundo han logrado esa hazaña. Antes de Savón, sólo lo habían alcanzado el húngaro László Papp y el también cubano Teófilo Stevenson.
Savón está acusado de abusar de un menor de 12 años. La familia del niño es quien lo denunció y según se comenta en la prisión, no fue la única vez que el boxeador incurrió en un acto de este tipo, pero la revolución le había pasado la mano y lo había perdonado escondiendo sus fechorías. Si esto es cierto, si no fue la primera ocasión que el ex boxeador atacó a un menor, es evidente que el tricampeón olímpico es un pedófilo.
Un neurocirujano me dijo que, casi siempre, los finales de las vidas de los boxeadores son difíciles, que tienden a presentarse manifestaciones clínicas producto de todos los golpes recibidos a lo largo de la carrera deportiva: "falta de coordinación, dificultades del discurso y una menor agilidad mental”. El hombre me aseveró que “este trastorno neurológico puede llegar a trastocar la personalidad de estos boxeadores induciendo comportamientos psicóticos o problemas con el juicio, hasta derivar en una demencia total o parkinsonismo”.
Cuando les pregunté a mis conocidos cómo habían asumido los presos la presencia de Savón en la cárcel, me dijeron que era una cosa rara lo que pasaba con él, algo que no habían visto nunca antes. Dicen ellos que los tipos que más son detestados y a los que más les cuesta sobrevivir en prisión son los violadores y si son abusadores de niños peor, aún. Sin embargo, con Savón la experiencia fue distinta.
Desde el día que llegó, la gente se le acercaba a consolarlo, porque no hablaba con nadie y estaba muy afligido. Andaba tirado por los rincones, sin mirar de frente, escurridizo. Así estuvo unas semanas, hasta que una noche comenzó a hablar con un par de personas y terminó contándole a toda la barraca que se sentó alrededor de él, en el piso, en las literas, en cualquier sitio, las historias de sus peleas.
Quizás eso provocó que el gobierno tomara la decisión de moverlo de prisión hasta que le llegue la hora de su juicio. Mientras Savón estuvo en el Combinado, su familia no acudió a las visitas. Mis conocidos dicen que sólo fue a verlo Javier Sotomayor, recordista mundial de salto de altura y premio Príncipe de Asturias.
La noticia de Savón no será leída por ningún locutor de radio o televisión, no llegará a ser portada de ningún periódico o revista digital; ninguna agencia de noticias la podrá vender a algún medio internacional. Porque las noticias de mi país ya sucedieron, son efemérides, pasaron hace algún tiempo y cada año, para el agrado de los gobernantes de la aldea y para evitar su enfurecimiento, hay que reciclarlas. El único cambio en la agenda mediática es que le han abierto un hueco a la flamante cuenta en Twitter del nuevo presidente, y eso porque son Twitts que no dicen ni dirán nada que no sepamos ya.
Un reporte de Abraham Jiménez Enoa desde la isla donde no hay noticias.
Vivo en un país sin noticias. Aquí la realidad está preestablecida. Cuba es un pueblo de campo al que sus gobernantes han engañado por décadas haciéndole creer que lo que pasa aquí tiene resonancia fuera de los límites de la aldea. La televisión, la radio, los periódicos, las agencias de noticias y las revistas llevan mucho tiempo repitiendo una y otra vez la misma monserga vacía y hace tan solo unos pocos años, los medios digitales se sumaron a la misma tendencia.
Aunque hay pocos sitios donde podemos leerlas, aquí las historias abundan. Hay muchísimas, surrealistas casi todas (aldea, al fin y al cabo). Pero acontecimientos, lo que normalmente uno pondría en la primera plana de un medio noticioso que se respete, no existen.
En realidad lo único que ha ocurrido en los últimos sesenta años en esta isla, lo más significativo digamos, es que un puñado de barbudos vestidos de verde olivo, con ideales firmes —al principio de la aventura—bajaron del monte al llano para derrocar una dictadura y establecer otra. Muchos años después esos mismos hombres decidieron restaurar el diálogo en nombre del pueblo con el histórico y acérrimo enemigo, aprovechando la grave enfermedad por la que pasaba su máximo líder, que meses después de ver aquello suceder, decidió marcharse y dejar, por fin, el único titular que los grandes medios de comunicación de todo el mundo esperaban leer: “Gran líder muere: ¿qué pasará ahora en la aldea?"
Por ejemplo, es sábado en la noche y escribo desde casa de un amigo que tiene una conexión clandestina de internet. Abro la versión digital del periódico Granma, pincho la pestaña “Cuba” y lo que encuentro es lo siguiente:
1. Seguirá en ascenso producción de envases de metal".
La noticia explica la creación de dos empresas mixtas que “muestran los esfuerzos del país dirigido al desarrollo de la industria Sideromecánica, a fin de sustituir importaciones, una parte de las cuales satisfarán de forma directa demandas de la población, como los menajes de cocina y cilindros para gas licuado”.
2. Azucareros cubanos ratifican compromiso con su sector y la Revolución
El primer párrafo de la noticia, lo que en Granma estimaron que era el lead, es: “Con el reto de elevar los rendimientos cañeros así como la producción de azúcar y sus derivados y de alimentos, los más de 270 delegados e invitados a la II Conferencia Nacional del Sindicato de Trabajadores azucareros (SNTA) comenzaron los debates en la última sesión del evento, al que asiste José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros”.
3. Concluye en Cienfuegos montaje estructural de mayor fábrica cubana de fertilizantes
El bajante de la noticia, que yo no entiendo, dice: “Más de 700 toneladas de estructuras metálicas fueron izadas por obreros de la Empresa Constructora de Obras Ingenieras 6, para concluir el montaje del monitor de 33 metros de altura”.
4. Primer frente frío a la vista
Imagínense de qué va la nota climática, es fácil, es la noticia del día.
En cambio, en el pueblo, muy de vez en cuando, pasan cosas que bien que pudieran ser titulares, pero el provincianismo, la idea enquistada, dictatorial y totalitaria, de que en la aldea todo lo que sucede es bueno y que lo malo hay que esconderlo bajo llave para dar un ejemplo digno de admiración ante el mundo (porque somos el ombligo del planeta y todo mundo nos mira), termina por contaminar de tedio el día a día y vuelve subversiva la tranquila y suave realidad que transcurre en la isla.
Les pongo un ejemplo más para que vean la otra cara de la moneda:
Cuba lleva más de un mes escondiendo que Félix Savón, tricampeón olímpico de boxeo, está preso. La isla le teme al desplome de una de sus figuras deportivas sagradas, a uno de los rostros de la “Revolución”: el chico pobre que nació en el intrincado poblado de San Vicente, Guantánamo, y que durante veinte años se dedicó a apalear contrarios dentro de los rings del planeta para conquistar todos los títulos de la Asociación Internacional de Boxeo, incluidos seis campeonatos mundiales amateur.
Que Savón, deportista de talla mundial, esté tras las rejas de una prisión, es noticia de portada, pero lo es más aún el por qué de su detención: está acusado de abuso de menores.
Lamentablemente, tengo un tío y un par de conocidos en el Combinado del Este, la cárcel de máxima seguridad de La Habana donde estuvo Savón recluido un tiempo. Ellos me confirmaron la información. Mi tío sólo me dio un seco: “sí, está ahí”. A pesar de su injusta sanción—hablo de mi tío, no de Savón—, algo en él lo mantiene apegado al sistema que lo condenó y cree que, no ahondando en información como esa, su situación puede mejorar o al menos no empeorar.
Los otros conocidos sí me dieron detalles. Durante varias semanas me informaron vía telefónica sobre lo que hacía, lo que comentaba y sus movimientos en general dentro de la prisión, porque tenía la intención de escribir algo, de armar algún reportaje con aquello. Pero a Savón lo trasladaron de allí y le perdí la pista. Por ahora no habrá texto, no tengo material suficiente.
Sin embargo, pude almacenar un poco de información que fui encuadrando y les comparto algo para que no se queden con la duda.
Félix Savón, 51 años, llegó al Combinado del Este el pasado 30 de septiembre y justo ese día, dieciocho años atrás, el boxeador, en el gimnasio Darling Harbour de Sídney, Australia, levantaba sus puños al aire y bajaba la cabeza para que le colgaran al cuello su tercera presea dorada en Juegos Olímpicos. Pocos deportistas en todo el mundo han logrado esa hazaña. Antes de Savón, sólo lo habían alcanzado el húngaro László Papp y el también cubano Teófilo Stevenson.
Savón está acusado de abusar de un menor de 12 años. La familia del niño es quien lo denunció y según se comenta en la prisión, no fue la única vez que el boxeador incurrió en un acto de este tipo, pero la revolución le había pasado la mano y lo había perdonado escondiendo sus fechorías. Si esto es cierto, si no fue la primera ocasión que el ex boxeador atacó a un menor, es evidente que el tricampeón olímpico es un pedófilo.
Un neurocirujano me dijo que, casi siempre, los finales de las vidas de los boxeadores son difíciles, que tienden a presentarse manifestaciones clínicas producto de todos los golpes recibidos a lo largo de la carrera deportiva: "falta de coordinación, dificultades del discurso y una menor agilidad mental”. El hombre me aseveró que “este trastorno neurológico puede llegar a trastocar la personalidad de estos boxeadores induciendo comportamientos psicóticos o problemas con el juicio, hasta derivar en una demencia total o parkinsonismo”.
Cuando les pregunté a mis conocidos cómo habían asumido los presos la presencia de Savón en la cárcel, me dijeron que era una cosa rara lo que pasaba con él, algo que no habían visto nunca antes. Dicen ellos que los tipos que más son detestados y a los que más les cuesta sobrevivir en prisión son los violadores y si son abusadores de niños peor, aún. Sin embargo, con Savón la experiencia fue distinta.
Desde el día que llegó, la gente se le acercaba a consolarlo, porque no hablaba con nadie y estaba muy afligido. Andaba tirado por los rincones, sin mirar de frente, escurridizo. Así estuvo unas semanas, hasta que una noche comenzó a hablar con un par de personas y terminó contándole a toda la barraca que se sentó alrededor de él, en el piso, en las literas, en cualquier sitio, las historias de sus peleas.
Quizás eso provocó que el gobierno tomara la decisión de moverlo de prisión hasta que le llegue la hora de su juicio. Mientras Savón estuvo en el Combinado, su familia no acudió a las visitas. Mis conocidos dicen que sólo fue a verlo Javier Sotomayor, recordista mundial de salto de altura y premio Príncipe de Asturias.
La noticia de Savón no será leída por ningún locutor de radio o televisión, no llegará a ser portada de ningún periódico o revista digital; ninguna agencia de noticias la podrá vender a algún medio internacional. Porque las noticias de mi país ya sucedieron, son efemérides, pasaron hace algún tiempo y cada año, para el agrado de los gobernantes de la aldea y para evitar su enfurecimiento, hay que reciclarlas. El único cambio en la agenda mediática es que le han abierto un hueco a la flamante cuenta en Twitter del nuevo presidente, y eso porque son Twitts que no dicen ni dirán nada que no sepamos ya.
Un reporte de Abraham Jiménez Enoa desde la isla donde no hay noticias.
Vivo en un país sin noticias. Aquí la realidad está preestablecida. Cuba es un pueblo de campo al que sus gobernantes han engañado por décadas haciéndole creer que lo que pasa aquí tiene resonancia fuera de los límites de la aldea. La televisión, la radio, los periódicos, las agencias de noticias y las revistas llevan mucho tiempo repitiendo una y otra vez la misma monserga vacía y hace tan solo unos pocos años, los medios digitales se sumaron a la misma tendencia.
Aunque hay pocos sitios donde podemos leerlas, aquí las historias abundan. Hay muchísimas, surrealistas casi todas (aldea, al fin y al cabo). Pero acontecimientos, lo que normalmente uno pondría en la primera plana de un medio noticioso que se respete, no existen.
En realidad lo único que ha ocurrido en los últimos sesenta años en esta isla, lo más significativo digamos, es que un puñado de barbudos vestidos de verde olivo, con ideales firmes —al principio de la aventura—bajaron del monte al llano para derrocar una dictadura y establecer otra. Muchos años después esos mismos hombres decidieron restaurar el diálogo en nombre del pueblo con el histórico y acérrimo enemigo, aprovechando la grave enfermedad por la que pasaba su máximo líder, que meses después de ver aquello suceder, decidió marcharse y dejar, por fin, el único titular que los grandes medios de comunicación de todo el mundo esperaban leer: “Gran líder muere: ¿qué pasará ahora en la aldea?"
Por ejemplo, es sábado en la noche y escribo desde casa de un amigo que tiene una conexión clandestina de internet. Abro la versión digital del periódico Granma, pincho la pestaña “Cuba” y lo que encuentro es lo siguiente:
1. Seguirá en ascenso producción de envases de metal".
La noticia explica la creación de dos empresas mixtas que “muestran los esfuerzos del país dirigido al desarrollo de la industria Sideromecánica, a fin de sustituir importaciones, una parte de las cuales satisfarán de forma directa demandas de la población, como los menajes de cocina y cilindros para gas licuado”.
2. Azucareros cubanos ratifican compromiso con su sector y la Revolución
El primer párrafo de la noticia, lo que en Granma estimaron que era el lead, es: “Con el reto de elevar los rendimientos cañeros así como la producción de azúcar y sus derivados y de alimentos, los más de 270 delegados e invitados a la II Conferencia Nacional del Sindicato de Trabajadores azucareros (SNTA) comenzaron los debates en la última sesión del evento, al que asiste José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros”.
3. Concluye en Cienfuegos montaje estructural de mayor fábrica cubana de fertilizantes
El bajante de la noticia, que yo no entiendo, dice: “Más de 700 toneladas de estructuras metálicas fueron izadas por obreros de la Empresa Constructora de Obras Ingenieras 6, para concluir el montaje del monitor de 33 metros de altura”.
4. Primer frente frío a la vista
Imagínense de qué va la nota climática, es fácil, es la noticia del día.
En cambio, en el pueblo, muy de vez en cuando, pasan cosas que bien que pudieran ser titulares, pero el provincianismo, la idea enquistada, dictatorial y totalitaria, de que en la aldea todo lo que sucede es bueno y que lo malo hay que esconderlo bajo llave para dar un ejemplo digno de admiración ante el mundo (porque somos el ombligo del planeta y todo mundo nos mira), termina por contaminar de tedio el día a día y vuelve subversiva la tranquila y suave realidad que transcurre en la isla.
Les pongo un ejemplo más para que vean la otra cara de la moneda:
Cuba lleva más de un mes escondiendo que Félix Savón, tricampeón olímpico de boxeo, está preso. La isla le teme al desplome de una de sus figuras deportivas sagradas, a uno de los rostros de la “Revolución”: el chico pobre que nació en el intrincado poblado de San Vicente, Guantánamo, y que durante veinte años se dedicó a apalear contrarios dentro de los rings del planeta para conquistar todos los títulos de la Asociación Internacional de Boxeo, incluidos seis campeonatos mundiales amateur.
Que Savón, deportista de talla mundial, esté tras las rejas de una prisión, es noticia de portada, pero lo es más aún el por qué de su detención: está acusado de abuso de menores.
Lamentablemente, tengo un tío y un par de conocidos en el Combinado del Este, la cárcel de máxima seguridad de La Habana donde estuvo Savón recluido un tiempo. Ellos me confirmaron la información. Mi tío sólo me dio un seco: “sí, está ahí”. A pesar de su injusta sanción—hablo de mi tío, no de Savón—, algo en él lo mantiene apegado al sistema que lo condenó y cree que, no ahondando en información como esa, su situación puede mejorar o al menos no empeorar.
Los otros conocidos sí me dieron detalles. Durante varias semanas me informaron vía telefónica sobre lo que hacía, lo que comentaba y sus movimientos en general dentro de la prisión, porque tenía la intención de escribir algo, de armar algún reportaje con aquello. Pero a Savón lo trasladaron de allí y le perdí la pista. Por ahora no habrá texto, no tengo material suficiente.
Sin embargo, pude almacenar un poco de información que fui encuadrando y les comparto algo para que no se queden con la duda.
Félix Savón, 51 años, llegó al Combinado del Este el pasado 30 de septiembre y justo ese día, dieciocho años atrás, el boxeador, en el gimnasio Darling Harbour de Sídney, Australia, levantaba sus puños al aire y bajaba la cabeza para que le colgaran al cuello su tercera presea dorada en Juegos Olímpicos. Pocos deportistas en todo el mundo han logrado esa hazaña. Antes de Savón, sólo lo habían alcanzado el húngaro László Papp y el también cubano Teófilo Stevenson.
Savón está acusado de abusar de un menor de 12 años. La familia del niño es quien lo denunció y según se comenta en la prisión, no fue la única vez que el boxeador incurrió en un acto de este tipo, pero la revolución le había pasado la mano y lo había perdonado escondiendo sus fechorías. Si esto es cierto, si no fue la primera ocasión que el ex boxeador atacó a un menor, es evidente que el tricampeón olímpico es un pedófilo.
Un neurocirujano me dijo que, casi siempre, los finales de las vidas de los boxeadores son difíciles, que tienden a presentarse manifestaciones clínicas producto de todos los golpes recibidos a lo largo de la carrera deportiva: "falta de coordinación, dificultades del discurso y una menor agilidad mental”. El hombre me aseveró que “este trastorno neurológico puede llegar a trastocar la personalidad de estos boxeadores induciendo comportamientos psicóticos o problemas con el juicio, hasta derivar en una demencia total o parkinsonismo”.
Cuando les pregunté a mis conocidos cómo habían asumido los presos la presencia de Savón en la cárcel, me dijeron que era una cosa rara lo que pasaba con él, algo que no habían visto nunca antes. Dicen ellos que los tipos que más son detestados y a los que más les cuesta sobrevivir en prisión son los violadores y si son abusadores de niños peor, aún. Sin embargo, con Savón la experiencia fue distinta.
Desde el día que llegó, la gente se le acercaba a consolarlo, porque no hablaba con nadie y estaba muy afligido. Andaba tirado por los rincones, sin mirar de frente, escurridizo. Así estuvo unas semanas, hasta que una noche comenzó a hablar con un par de personas y terminó contándole a toda la barraca que se sentó alrededor de él, en el piso, en las literas, en cualquier sitio, las historias de sus peleas.
Quizás eso provocó que el gobierno tomara la decisión de moverlo de prisión hasta que le llegue la hora de su juicio. Mientras Savón estuvo en el Combinado, su familia no acudió a las visitas. Mis conocidos dicen que sólo fue a verlo Javier Sotomayor, recordista mundial de salto de altura y premio Príncipe de Asturias.
La noticia de Savón no será leída por ningún locutor de radio o televisión, no llegará a ser portada de ningún periódico o revista digital; ninguna agencia de noticias la podrá vender a algún medio internacional. Porque las noticias de mi país ya sucedieron, son efemérides, pasaron hace algún tiempo y cada año, para el agrado de los gobernantes de la aldea y para evitar su enfurecimiento, hay que reciclarlas. El único cambio en la agenda mediática es que le han abierto un hueco a la flamante cuenta en Twitter del nuevo presidente, y eso porque son Twitts que no dicen ni dirán nada que no sepamos ya.
Vivo en un país sin noticias. Aquí la realidad está preestablecida. Cuba es un pueblo de campo al que sus gobernantes han engañado por décadas haciéndole creer que lo que pasa aquí tiene resonancia fuera de los límites de la aldea. La televisión, la radio, los periódicos, las agencias de noticias y las revistas llevan mucho tiempo repitiendo una y otra vez la misma monserga vacía y hace tan solo unos pocos años, los medios digitales se sumaron a la misma tendencia.
Aunque hay pocos sitios donde podemos leerlas, aquí las historias abundan. Hay muchísimas, surrealistas casi todas (aldea, al fin y al cabo). Pero acontecimientos, lo que normalmente uno pondría en la primera plana de un medio noticioso que se respete, no existen.
En realidad lo único que ha ocurrido en los últimos sesenta años en esta isla, lo más significativo digamos, es que un puñado de barbudos vestidos de verde olivo, con ideales firmes —al principio de la aventura—bajaron del monte al llano para derrocar una dictadura y establecer otra. Muchos años después esos mismos hombres decidieron restaurar el diálogo en nombre del pueblo con el histórico y acérrimo enemigo, aprovechando la grave enfermedad por la que pasaba su máximo líder, que meses después de ver aquello suceder, decidió marcharse y dejar, por fin, el único titular que los grandes medios de comunicación de todo el mundo esperaban leer: “Gran líder muere: ¿qué pasará ahora en la aldea?"
Por ejemplo, es sábado en la noche y escribo desde casa de un amigo que tiene una conexión clandestina de internet. Abro la versión digital del periódico Granma, pincho la pestaña “Cuba” y lo que encuentro es lo siguiente:
1. Seguirá en ascenso producción de envases de metal".
La noticia explica la creación de dos empresas mixtas que “muestran los esfuerzos del país dirigido al desarrollo de la industria Sideromecánica, a fin de sustituir importaciones, una parte de las cuales satisfarán de forma directa demandas de la población, como los menajes de cocina y cilindros para gas licuado”.
2. Azucareros cubanos ratifican compromiso con su sector y la Revolución
El primer párrafo de la noticia, lo que en Granma estimaron que era el lead, es: “Con el reto de elevar los rendimientos cañeros así como la producción de azúcar y sus derivados y de alimentos, los más de 270 delegados e invitados a la II Conferencia Nacional del Sindicato de Trabajadores azucareros (SNTA) comenzaron los debates en la última sesión del evento, al que asiste José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros”.
3. Concluye en Cienfuegos montaje estructural de mayor fábrica cubana de fertilizantes
El bajante de la noticia, que yo no entiendo, dice: “Más de 700 toneladas de estructuras metálicas fueron izadas por obreros de la Empresa Constructora de Obras Ingenieras 6, para concluir el montaje del monitor de 33 metros de altura”.
4. Primer frente frío a la vista
Imagínense de qué va la nota climática, es fácil, es la noticia del día.
En cambio, en el pueblo, muy de vez en cuando, pasan cosas que bien que pudieran ser titulares, pero el provincianismo, la idea enquistada, dictatorial y totalitaria, de que en la aldea todo lo que sucede es bueno y que lo malo hay que esconderlo bajo llave para dar un ejemplo digno de admiración ante el mundo (porque somos el ombligo del planeta y todo mundo nos mira), termina por contaminar de tedio el día a día y vuelve subversiva la tranquila y suave realidad que transcurre en la isla.
Les pongo un ejemplo más para que vean la otra cara de la moneda:
Cuba lleva más de un mes escondiendo que Félix Savón, tricampeón olímpico de boxeo, está preso. La isla le teme al desplome de una de sus figuras deportivas sagradas, a uno de los rostros de la “Revolución”: el chico pobre que nació en el intrincado poblado de San Vicente, Guantánamo, y que durante veinte años se dedicó a apalear contrarios dentro de los rings del planeta para conquistar todos los títulos de la Asociación Internacional de Boxeo, incluidos seis campeonatos mundiales amateur.
Que Savón, deportista de talla mundial, esté tras las rejas de una prisión, es noticia de portada, pero lo es más aún el por qué de su detención: está acusado de abuso de menores.
Lamentablemente, tengo un tío y un par de conocidos en el Combinado del Este, la cárcel de máxima seguridad de La Habana donde estuvo Savón recluido un tiempo. Ellos me confirmaron la información. Mi tío sólo me dio un seco: “sí, está ahí”. A pesar de su injusta sanción—hablo de mi tío, no de Savón—, algo en él lo mantiene apegado al sistema que lo condenó y cree que, no ahondando en información como esa, su situación puede mejorar o al menos no empeorar.
Los otros conocidos sí me dieron detalles. Durante varias semanas me informaron vía telefónica sobre lo que hacía, lo que comentaba y sus movimientos en general dentro de la prisión, porque tenía la intención de escribir algo, de armar algún reportaje con aquello. Pero a Savón lo trasladaron de allí y le perdí la pista. Por ahora no habrá texto, no tengo material suficiente.
Sin embargo, pude almacenar un poco de información que fui encuadrando y les comparto algo para que no se queden con la duda.
Félix Savón, 51 años, llegó al Combinado del Este el pasado 30 de septiembre y justo ese día, dieciocho años atrás, el boxeador, en el gimnasio Darling Harbour de Sídney, Australia, levantaba sus puños al aire y bajaba la cabeza para que le colgaran al cuello su tercera presea dorada en Juegos Olímpicos. Pocos deportistas en todo el mundo han logrado esa hazaña. Antes de Savón, sólo lo habían alcanzado el húngaro László Papp y el también cubano Teófilo Stevenson.
Savón está acusado de abusar de un menor de 12 años. La familia del niño es quien lo denunció y según se comenta en la prisión, no fue la única vez que el boxeador incurrió en un acto de este tipo, pero la revolución le había pasado la mano y lo había perdonado escondiendo sus fechorías. Si esto es cierto, si no fue la primera ocasión que el ex boxeador atacó a un menor, es evidente que el tricampeón olímpico es un pedófilo.
Un neurocirujano me dijo que, casi siempre, los finales de las vidas de los boxeadores son difíciles, que tienden a presentarse manifestaciones clínicas producto de todos los golpes recibidos a lo largo de la carrera deportiva: "falta de coordinación, dificultades del discurso y una menor agilidad mental”. El hombre me aseveró que “este trastorno neurológico puede llegar a trastocar la personalidad de estos boxeadores induciendo comportamientos psicóticos o problemas con el juicio, hasta derivar en una demencia total o parkinsonismo”.
Cuando les pregunté a mis conocidos cómo habían asumido los presos la presencia de Savón en la cárcel, me dijeron que era una cosa rara lo que pasaba con él, algo que no habían visto nunca antes. Dicen ellos que los tipos que más son detestados y a los que más les cuesta sobrevivir en prisión son los violadores y si son abusadores de niños peor, aún. Sin embargo, con Savón la experiencia fue distinta.
Desde el día que llegó, la gente se le acercaba a consolarlo, porque no hablaba con nadie y estaba muy afligido. Andaba tirado por los rincones, sin mirar de frente, escurridizo. Así estuvo unas semanas, hasta que una noche comenzó a hablar con un par de personas y terminó contándole a toda la barraca que se sentó alrededor de él, en el piso, en las literas, en cualquier sitio, las historias de sus peleas.
Quizás eso provocó que el gobierno tomara la decisión de moverlo de prisión hasta que le llegue la hora de su juicio. Mientras Savón estuvo en el Combinado, su familia no acudió a las visitas. Mis conocidos dicen que sólo fue a verlo Javier Sotomayor, recordista mundial de salto de altura y premio Príncipe de Asturias.
La noticia de Savón no será leída por ningún locutor de radio o televisión, no llegará a ser portada de ningún periódico o revista digital; ninguna agencia de noticias la podrá vender a algún medio internacional. Porque las noticias de mi país ya sucedieron, son efemérides, pasaron hace algún tiempo y cada año, para el agrado de los gobernantes de la aldea y para evitar su enfurecimiento, hay que reciclarlas. El único cambio en la agenda mediática es que le han abierto un hueco a la flamante cuenta en Twitter del nuevo presidente, y eso porque son Twitts que no dicen ni dirán nada que no sepamos ya.
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