Charles Hardin Holley, mejor conocido como Buddy Holly, nació el 7 de septiembre de 1936 en Lubbock, Texas. Holly, de ascendencia galesa y sangre india Cherokee, creció con música country e himnos protestantes y a los cinco años de edad ya había ganado un concurso de canto y violín. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial su hermano Travis, quién volvía de pelear contra los japoneses, compró una guitarra antes de llegar a casa y con ella Buddy comenzó a tomar clases de música.

El hermano menor superó al mayor en la guitarra en cuestión de meses. Tenía la influencia de cantantes como Hank Williams, Mahalia Jackson, la música espiritual y el gospel. No es secreto que Buddy Holly, además de sentirse inspirado por los músicos negros, quería copiar su estilo. Así lo relata Ellis Amburn, autor de la biografía del músico.

Durante los años de la segregación, Buddy Holly era un adolescente racista como la mayoría de la población al sur de Estados Unidos. Sin embargo, cuando empezó a escuchar R&B y bluegrass, empezó a cuestionarse la supuesta superioridad basada en el color de la piel, pues sabía que esos músicos negros eran, por mucho, más talentosos que él.

Fue con la música de Fats Domino que finalmente eligió su camino musical. Cuando un amigo lo hizo escuchar «Goin’ to the River», Buddy Holly se decidió a mezclar su pasión por el country con música R&B, a pesar de ser un género discriminado por ser interpretado por negros. El resultado un éxito.

Buddy Holly no vivió como el chico geek que aparentaba ser. Tampoco vivió de acuerdo su entorno conservador de la década de los cincuenta. Desde la secundaria Buddy Holly desobedecía a sus padres y fumaba y bebía con sus amigos. Algunos excompañeros recuerdan que incluso robaba en tiendas y «perseguía a chicas».

Según Ellis Amburn su primer encuentro sexual fue una violación colectiva en la que participó junto a uno de sus amigos de la secundaria, un chico llamado Tinker Carlen, quien relató esto años más tarde.

Todo comenzó una noche en la que vieron a una chica que vestía shorts y un top. Según el relato del periodista, «los chicos más experimentados tomaron a la chica uno por uno», y cuando fue el turno de Buddy, quien aún era virgen, tuvo que preguntar cómo hacerlo.

Sin embargo, Buddy siempre buscó un guía espiritual y aunque la iglesia a la que estaba adscrito era supremacista, racista y homofóbica, él quiso separarse de esas etiquetas.

También buscaba orientación en su hermano mayor Larry, después de que su padre abandonara a su familia. «La situación tendría consecuencias a largo plazo para Buddy, quien cometería el error de confiar en personas con personalidades más fuertes, pero que no eran realmente de fiar», dice Ellis Amburn.

A los 17, Buddy Holly ya estaba much más enfocado en su música y logró tener un espacio en una radiodifusora en la que tocaba canciones en vivo. Fue así que se convirtió en una estrella local. Cuando Roy Orbison, un joven músico que tenía su propio programa de televisión, vio la popularidad que Buddy tenía entre las chicas, se arrepintió de juzgarlo por sus gafas. Se convirtieron seguidores mutuos y pronto colaboraron escribiendo canciones. Buddy Holly le enseñó a Orbison un truco en la guitarra que consistía en arrastrar su mano por las cuerdas, y que más tarde marcaría con su sonido memorable su canción más famosa, «Pretty Woman».

El reconocido disc jokey, Alan Freed, decía que Buddy siempre llevaba prisa y quería ser la primera persona en llegar a donde fuera. Fue así que se inspiró para escribir una de sus canciones insignia, «Peggy Sue», en honor a una mujer con la que se estrelló por ir corriendo de un escenario a otro. Le dijo que no podía quedarse a ayudarla, pero que era verdaderamente bella. Al final del concierto se dio cuenta que la chica era novia de su bajista, Jerry Allison.

Otra prueba más de su modus vivendi precipitado es la forma en que conoció a esposa. Fue un día en el que Buddy estaba grabando en una disquera de Nueva York. María Elena Santiago estaba supliendo a la recepcionista y el músico la invitó a una comida que se convirtió en cena, y la cena se convirtió en una petición de matrimonio. La pareja se casó en Lubbock el 15 de agosto de 1958 y fueron a su luna de miel en Acapulco junto con Peggy Sue y su esposo, el bajista.

A finales de 1958 Buddy viajó con Maria Elena a Lubbock, pero en Año Nuevo tuvo que dejar su casa para salir de gira nuevamente. Su esposa quiso ir con él, pero estaba embarazada y no se sentía muy bien. Buddy le dijo que al regresar abriría un estudio musical para no depender más de su manager y que vivirían entre Londres, Nueva York y Lubbock.

Uno de las fechas programadas para la gira no salió de acuerdo a lo esperado, debido al mal clima. Harto de dormir mal y no tener ropa limpia, Buddy Holly reservó un avión para que lo llevara directamente a Iowa, donde tendría su siguiente presentación. Todos los músicos citados en aquel lugar estaban pasando un mal momento por el frío era tal que un baterista tuvo que ser hospitalizado por hipotermia. Fue así que Buddy Holly accedió a suplirlo en la banda de Ritchie Valens.

Ese 3 de febrero la avioneta en la que viajaban de Iowa a North Dakota cayó en picada por una tormenta de nieve y al estrellarse, los tripulantes y el piloto murieron de inmediato. Las vidas Buddy Holly, de 22 años de edad; junto a Ritchie Valens, de 17 y The Big Booper habían terminado abruptamente. La fecha quedó registrada como «El día que la música murió», pues así lo describió Don Mclean en su canción “American Pie”.

Pero la historia es también  como la cuenta la película La Bamba, basada en la vida de Ricardo Valenzuela o Ritchie Valens. En esa versión de los hechos

John Allsup era músico de Buddy y debía haber subido a ese avión, pero Valens le pidió cederle su lugar en el avión. Lo decidieron con un volado en el que Valens eligió cara y «ganó».

El 7 de febrero de 1959, Lubbock le rindió un homenaje a Buddy Holly como parte de su funeral, al que acudieron más de mil personas, peor entre ellas no estuvo Maria Elena, pues había sufrido un aborto.

En septiembre de 2020 habrá un tour llamado The Rock N’ Roll Dreams, en el que los hologramas de Roy Orbison y Buddy Holly se presentarán ante el público, con una banda en vivo y un coro a cargo de Base Entertainment.

Buddy Holly convirtió el rock and roll, la mezcla de R&B y country, en un sonido agradable para las generaciones más jóvenes en ese entonces y en aceptable para los conservadores. Aunque aún se discute si ese día murió la música, pero es verdad que marcó el fin de ese aire de ingenuidad que pesaba sobre los golden boys y las bandas de entonces.