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El último concierto de The Beatles

El jueves 30 de enero de 1969 fue el último concierto de The Beatles. Los cuatro se subieron a una azotea y meses después se separaron

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«Alguna vez me preguntaron cómo podía escribir un libro entero sobre solo un evento, un suceso que duró menos de una hora», escribió en The Roof: The Beatles’ Final Concert, Ken Mansfield, exmanager de The Beatles en Estados Unidos.

El último concierto de The Beatles, fue el jueves 30 de enero de 1969. John, Paul, George y Ringo se subieron a la azotea del edificio de Apple y dejaron que su música volara libremente con el viento de Londres. Por cuestiones de logística y espacio había pocas personas con ellos ahí arriba. Ken estuvo ahí junto al tecladista Billy Preston, quien se sumó al momento como si toda su vida hubiera sido un Beatle.

Solo 10 días antes Richard Nixon había tomado protesta como presidente de Estados Unidos, Led Zeppelin terminó de grabar su disco homónimo; Jethro Tull publicó su primer disco, considerado pionero en el rock progresivo y Charles Manson nombró Yellow Subbmarine al hogar que compartía con su secta en California. Al mismo tiempo, Cream se despedía como banda con su disco Goodbye y John Lennon era fichado por su activismo.

La banda se había presentado por última vez en San Francisco el 29 de agosto de 1966 , luego de una tormentosa gira por Estados Unidos. John, Paul, George y Ringo se quejaban constantemente de que los gritos de los asistentes impedían que cualquier canción sonara. Atrapados en el estruendo ya no se preocupaban demasiado por tocar bien, porque sentían que no importaba. Se divertían sobre el bromeando con sus propias letras, reemplazando por ejemplo, “I want to hold your hand” por “I want to hold your gland (glande)”. Nadie lo notaba.

Desanimados ante lo que muchos músicos en la historia habrían deseado, prefirieron tomar un descanso de los escenarios y enfocarse en sus proyectos.

***

Ese 30 de enero Paul ni siquiera estaba seguro de qué tan buena idea era subir a la azotea. Lo único que los motivó a hacerlo fue que el concierto sería filmado para el documental Let it be!.

“Eramos muy pocos allá arriba. Nos sentimos bien, se sentía personal y fue especial. Pudimos presenciar una reunión de ángeles del Rock and Roll que esperaban el momento de volar”, escribió Ken Mansfield en su libro.

Sin embargo, el clima no era favorable. Había siete grados centígrados y el aire frío provocó que los dedos de George Harrison se entumecieran. Ken mantuvo encendidos cuatro cigarros simultáneamente y permaneció cerca del bajista para que pudiera acercar sus manos de vez en cuando al calor de los cigarros.

Los abrigos que usaron John, George y Ringo eran de sus parejas, quienes estaban con ellos ahí arriba.

Aunque no comprendían de dónde provenía el sonido, algunos transeúntes se detuvieron en torno al edifico de Apple y vecinos de otros edificios comenzaron a abrir las ventas. El tráfico se paralizó y hubo quienes no estuvieron tan contentos por lo sucedido, como el personal de la policía en Westminter y los banqueros de alrededor.

Un policía acudió al edificio y entró a Apple Records para ver qué ocurría. Cuando logró llegar a la terraza pidió que desconectaran la guitarra de John, justo antes de tocar “Get Back”, la primera canción en la lista. Por fortuna, la situación se aclaró y el concierto sucedió.

Una vez que arrancó la música, los integrantes de The Beatles dejaron atrás las tensiones. Paul bailaba un poco, improvisaba en las letras y les añadía frases. “Cantando en los techos otra vez. A tu mamá no le gusta, te va a mandar arrestar”, fue una de las frases que le sumó a «Get Back».

Ese jueves 30 en el techo sonaron dos tomas de esa primera canción, seguida por «Don’t Let Me down», en la que ya se ven más relajados. Después sonó «I’ve got a feeling», «One After 909″y “Dig a Pony». Luego repitieron «I’ve Got a Feeling», «Don’t Let Me Down» y «Get Back», por tercera vez. Eso se debió a que en un principio el documental iba a llamarse así, en honor a los inicios de la banda, cuando tenían un sonido mucho más pop que psicodélico.

Sin embargo, no lograron volver al pasado. Ese septiembre la agrupación anunció su separación definitiva. En 1969 salió el disco que se grabó ese día y el documental que terminó llamándose “Let it be”, como en tono de resignación.

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