La mesa de novedades, como una suerte de fast fashion, le impone una fecha de caducidad a los libros y nos mete la compulsión de leerlos antes de que “pasen de moda”. A contracorriente, la escritora y editora Libia Brenda recomienda cuatro libros de ciencia ficción, literatura de la imaginación y literatura especulativa que tienen planteamientos inesperados pero cruciales para la actualidad y, sobre todo, para el futuro que aún podemos construir.
Detesto con mucha fruición el sistema de la mesa de novedades, igual que detesto los títulos de temporada (como las horrendas “novelas de verano”). En ambos casos, los libros se frivolizan según los movimientos de cierto mercado, además de que son tratados como una mercancía sin otro valor que el de hacer dinero, como si en este sistema económico este tipo de productos culturales generaran realmente grandes ganancias. No quiero decir con esto que los libros son “solo alma y contenido” o que venderlos esté mal, pero imprimirlos con fecha de caducidad y colocarlos (o no) en las librerías según tienen éxito comercial o sacarlos de circulación si no, me parece una práctica demasiado agresiva que afecta, para mal, no solo a la gente que lee (que no necesariamente es la misma que comercia con ellos), sino a la gente que podría leer más, si no se sintiera apabullada por el ritmo frenético de mantenerse al día con las últimas publicaciones, como en un circuito de fast fashion libresco en el que todo pasa de moda demasiado pronto.
Por eso, estas cuatro recomendaciones son de libros que se pueden encontrar en las librerías, aunque no son necesariamente “novedades” editoriales en su mercado original (que en dos de los casos es España), aunque en México al menos uno de ellos apenas empieza a circular. Esto tiene la ventaja de que ya están relativamente probados y seguirán en las estanterías un ratito más. Cumplen, además, con dos requisitos importantes. Uno: tienen mucho de originales, pero no son la obra abstracta, oscura e ilegible de algún poeta escandinavo. Dos: todos se inscriben o tocan, de muy variadas formas, la literatura especulativa o de imaginación (speculative fiction es un término que se intercambia con el de ciencia ficción, pero ese es un debate muy extenso que acá no tiene lugar y “literatura de imaginación” es un término que acuñó Alberto Chimal, cuya explicación se puede leer acá). Ninguno de estos títulos se circunscribe únicamente a uno de esos géneros y creo que eso es un acierto; además, esto garantiza que tendrán planteamientos fuera de la norma que se resolverán de maneras inesperadas. Espero que disfruten estas lecturas tanto como yo.
El mono infinito de Martha Riva Palacio y el bot ADA-L con ilustraciones de Gala Navarro. UNAM, col. Hilo de Aracne, 114 páginas
Este libro se desborda dentro de su propio soporte para extender la posibilidad de sus iteraciones, está escrito “a cuatro manos y algoritmo”, en sus páginas se entretejen elementos gráficos y textuales para desembocar en una obra que se alimenta de diversas fuentes y se expande en varias direcciones. En estos tiempos se habla mucho de la intervención tecnológica en las artes del siglo XXI, pero Martha Riva Palacio explora las posibilidades de conversación con una tecnología que, más que imitar o replicar las estructuras humanas de pensamiento, puede generar sus propios objetos estéticos sin jerarquías predeterminadas. En El mono infinito confluyen referencias mitológicas, juegos semánticos, principios matemáticos y una larga tradición de creadoras de literatura tanto como de ciencia. Como una extensión del libro es posible interactuar con ADA-L, bot, y hacia adentro, los portales se presentan en forma de códigos QR que nos conducen al ensayo sonoro Flyology dividido en tres fragmentos como este, cuya descripción reza: “En ‘Ángeles de Milton - hilos del espacio-tiempo’ el tema es la resonancia: cuerpos sonoros que vibran al unísono”. Otra más de las encarnaciones de esta obra posiblemente infinita.
La estación del pantano de Yuri Herrera. Editorial Periférica, 192 páginas
Los próceres oficiales de la patria tienden a quedarse muy quietos en color sepia, rígidos de almidón, y suelen pensar grandes pensamientos reteserios. La versión que cuenta Yuri Herrera muestra a un Benito Juárez (ese gran prócer) muy vivo, en movimiento, cuya seriedad es, por fortuna, un rasgo de carácter mas no un atributo patriótico. La estación del pantano se desarrolla durante el destierro de Juárez en la ciudad de Nueva Orleans, habla de planes secretos como la junta revolucionaria urdida con otros liberales como Ocampo, José María Mata o Ponciano Arriaga, vemos las injusticias que ve Juárez, los varios racismos que se entrecruzan y asistimos a eventos cotidianos de una ciudad que está también muy viva y en la que se mezclan cocodrilos y tlacuaches con incendios y borracheras; es también un libro muy divertido que dice mucho más de lo que dice con un lenguaje de alta manufactura, como todos los libros del autor, y en el que vemos no solo gran variedad de animales, también vampiros decadentes y otras conspiraciones en curso. Aquí, Melchor Ocampo es un personaje mezcla de novela picaresca con horror gótico, aquí el protagonista baila sacando los codos y también siente asco y dolor por la situación de los esclavos. Este es un recorrido hermoso e inusual por un universo que tal vez sí existió, pero cuyo único registro se halla en estas páginas.
Mugre rosa de Fernanda Trías. Penguin Random House. 278 páginas
Hay una mujer melancólica, solitaria, que convive con poquísimas personas: un niño de hambre insaciable, al que cuida, su madre y un examor de toda la vida. Hay una niebla tóxica, producto de un cataclismo ecológico, que avanza desde el río y obliga a la gente a refugiarse cada vez que suena la alarma. El objetivo es sobrevivir, quizá salir de allí y mudarse al Brasil. Esto se da en una ciudad portuaria de tiempo y geografía indeterminadas que imaginamos muy cerca en el futuro probable y podemos colocar en el sur de Latinoamérica; un lugar que vamos construyendo a partir de otras ciudades, solo que de calles vacías con un aire de abandono y de fatalidad. Para quien lee, el escenario es inquietantemente familiar después de la pandemia que inició en 2020 (aunque la autora emprendió la escritura de esta obra años antes). Es verdad que Mugre rosa es una novela intensa y evocativa que atraviesa la ciencia ficción y la eco-catástrofe; es también una exploración del lenguaje, de la memoria y de las relaciones humanas que nos sostienen, aunque nos perturben.
Ustedes brillan en lo oscuro de Liliana Colanzi. Editorial Páginas de Espuma, 122 páginas
La ciencia ficción latinoamericana nunca es una sola cosa ni proviene de una sola tradición, entre sus varias virtudes cuenta con la de ser polifónica y multicultural, una combinación de cosas muy viejas con artefactos novísimos. Liliana Colanzi hace exactamente eso en estos seis cuentos, integra varios elementos aparentemente dispares entre sí con los que conforma ensamblajes premeditados que nos resultan familiares cuando los miramos: minibuses-dragones, pinturas del siglo XVIII, tradiciones indígenas (andinas, en este caso), la apropiación de tecnologías, prácticas religiosas de rasgos intolerantes, desastres nucleares, conflictos familiares, la convivencia de varias lenguas, testimonios de primera mano. Otro de los aciertos de este libro es que no todos sus personajes son humanos y no necesariamente tienen conciencia de sí mismos, el primer relato, por ejemplo, es una cámara fija que a través de ¿centurias, milenios? nos muestra diversos hechos en los que el guano de murciélago es tan importante como la posibilidad de ciertas aves que aún no existen; Ustedes brillan en lo oscuro nos coloca en una situación de lectura privilegiada, podemos ver, a través de estos ensamblajes, distintos momentos en el tiempo y atestiguar así no solo el paso de lo que ha sido, sino también un atisbo de lo que podría venir.