El Museo del Prado está entre los más importantes del mundo para el estudio de la pintura europea. Se trata de una institución casi bicentenaria, cuya colección y origen está en los gustos de los monarcas de los siglos XVI y XVII, una época en la que el coleccionismo era muy distinto al actual. En aquellos tiempos no había pretensiones enciclopédicas, sino de reunir la mayor cantidad de obras posibles de sus artistas predilectos. Es por eso que en este museo hay artistas sobrerrepresentados como Velázquez, El Greco, Francisco Goya, Rubens y el Bosco, entre otros, a veces con más de un centenar de obras. Poder analizar la obra de un artista a esa profundidad en un mismo sitio es, por un lado, un privilegio muy escaso; pero claro que este estilo de coleccionismo generó lagunas en la historia del arte y hay mucho talento del que quizás nunca sabremos nada.

El primer pintor coleccionado por los monarcas españoles, y el pilar sobre el que se construyó la colección real fue Tiziano y esta decisión tuvo consecuencias determinantes, no sólo para el coleccionismo, sino para la evolución de la pintura española y mundial.

Sísifo (1548 – 1549). Tiziano, Vecellio di Gregorio. / Museo del Prado.

Cientos de instituciones culturales como esta han tenido que cerrar sus puertas ante la pandemia del coronavirus, pero por fortuna, el Museo del Prado tiene un buen plan para mantenerse en contacto con su público durante esta crisis. No solamente se puede ver su colección de obras maestras pieza a pieza y con un zoom que permite verlas más de cerca que estando de pie frente a ellas, sino que se puede leer bastante sobre cada obra y sobre sus autores.

Además, El Prado ha puesto en línea la serie documental «200. Una noche en el Prado», producida por RTVE en colaboración con Brutal Media, que ofrece el privilegio de visitar el recinto de noche y disfrutar en exclusiva del espacio y sus obras cuando, justo como ahora, está cerrado al público.

Todo esto es parte de una estrategia que el museo ha llamado #PradoContigo, un programa de actividades online para garantizar el acceso a sus obras y artistas durante la crisis sanitaria.

El sueño de Jacob (1639). José de Ribera. / Museo del Prado.

Una de sus opciones más creativas está dirigida a ofrecer entretenimiento para niños. A través de ilustraciones de Teresa Bellón, cada día se muestra una sala del museo con diferentes retos a superar. Entre ellos está encontrar al perro «semiescondido» de Goya, a un personaje del Jardín de las delicias o a Carlos V con cara de enojado porque lo dejaron en paños menores.

Al día siguiente de que se hace público cada reto, se revelan las soluciones y las historias vinculadas a cada hallazgo. El proyecto tiene la calidad suficiente para entretener a gente de todas las edades y para ofrecer grandes dosis de aprendizaje las millones de personas que no pueden salir de casa.