El camino al Siguiente Nivel
El suicidio colectivo de Heaven’s Gate dejó una marca en el siglo XX.
San Diego, California amaneció el 26 de marzo de 1997 con la noticia de un suicidio comunal: 39 personas muertas en una mansión, sin ningún rastro de violencia.
“Con toda honestidad tengo que reconocer a mi padre. Mi padre no es un padre humano. Mi padre es un miembro del Nivel Evolucionario Sobrehumano (TELAH, por sus siglas en inglés), el Reino de Dios, el Reino del Cielo”, explicaba Marshall Applewhite en el video introductorio que se le proyectaba a los nuevos miembros de Heaven’s Gate, su secta. “Mi padre me dio a luz mucho antes que a esta civilización, en ese nivel de reino superior a los humanos, ese Reino del Cielo, ese Reino de Dios”.
El culto lo fundó en 1974 junto con su esposa, Bonnie Nettles, a quien conoció dos años antes. Ella era una muy infeliz enfermera, con especial interés en los cultos y la teosofía. Él era hijo de un predicador presbiteriano que trabajaba como cantante y maestro de canto, y según Benjamin Zeller (investigador y maestro de religiones en Estados Unidos, autor del libro Heaven’s Gate: America’s UFO Religion (New York University Press, 2014)), era un hombre que batallaba con su sexualidad y también con problemas mentales.
Marshall Herff Applewhite nació el 17 de mayo de 1931 en Spur, Texas. Estuvo en el ejército y después dio clases de música por mucho tiempo, hasta un año antes de que muriera su padre, cuando lo corrieron de la Universidad de Alabama por mantener una relación con uno de los estudiantes. Al fallecer su papá, Applewhite se sumergió en una profunda depresión de la que no pudo salir hasta que conoció a Nettles, con quien discutía largo y tendido de misticismo en el hospital psiquiátrico en el que ella trabajaba. Juntos llegaron a la conclusión de que eran mensajeros divinos, y que su propósito en la Tierra era propagar sus ideas, con lo que le dieron vida al culto Heaven’s Gate.
Comenzaron a asistir a iglesias y otros grupos religiosos a hablar de su revelación, refiriéndose a ellos mismos como “Los Dos”, o “Los Dos OVNI”, haciendo referencia a los dos testigos que se mencionan en el Libro de la Revelación, de la religión cristiana. Después empezaron a viajar por Estados Unidos divulgando los principios de su nueva religión: el planeta estaba a punto de ser reciclado, y la única manera de sobrevivir a este cambio era abandonándolo inmediatamente. La manera de hacerlo era llegar al “Siguiente Nivel”, lo cual requería despojarse de las características humanas, como familias, amigos, sexualidad, individualidad, trabajos, dinero y posesiones. El “Siguiente Nivel” era el TELAH, un lugar físico, corpóreo, pero en otra parte del universo, donde los habitantes vivían en dicha absoluta, alimentados solamente por la luz del sol. Ahí no habría sexo ni comida, pero tampoco muerte. Los seguidores de Heaven’s Gate creían que lo que la Biblia llama Dios, era en realidad un extraterrestre increíblemente desarrollado.
El camino de Applewhite y Nettles no fue sencillo. En la mayoría de los lugares a los que iban, la gente era renuente a sus teorías. Parte de lo que ellos pretendían explicar era la existencia de Luciferianos, otros extraterrestes sobredesarrollados que se representaban a ellos mismos como Dios, y que mantenían a los humanos en la Tierra, sin desarrollarse y llegar al siguiente nivel. En Heaven’s Gate creían que las religiones humanas habían sido corrompidas hace años por estos seres.
Aunque la secta comenzó en el 72, no fue hasta que visitaron California y Oregon que comenzaron a encontrar seguidores. Para comunicar sus ideas, Applewhite solía recurrir a la escatología cristiana, que se refiere al Apocalipsis y al final de las cosas, pero también hablaba de Star Treck como un programa televisivo a través del cual los extraterrestres le mandaban mensajes.
El líder de la secta se nutría tanto de la cultura pop como de los libros religiosos. Leía por igual el Viejo Testamento que los libros de Robert A. Heinlein y Arthur C. Clarke. También sabía que, en esas épocas inestables, la gente buscaba un lugar en el que sus creencias tuvieran sentido. En Heaven’s Gate había lugar para incorporar el judaísmo, el taoísmo, el cristianismo y el ascetismo. La mayoría de los miembros del grupo portaban tenis Nike y era común que sus discusiones mezclaran los programas más famosos de la programación televisiva. En la época de oro del new age, esta era una alternativa basada en la ciencia.
Al poco tiempo de estar en California, Heaven’s Gate se llenó de gente dispuesta a abandonar todo por llegar al Siguiente Nivel. Después, en Oregon, ganaron más miembros y llegaron a tener un grupo de más de cien personas que los siguieron por el país durante varios años profesando el despojo de las características humanas para alcanzar niveles elevados de espiritualidad.
No fue hasta 1985, cuando Nettles murió súbitamente, que Applewhite comenzó a cuestionar más profundamente la idea de la liberación corporal para poder alcanzar el TELAH.
Ya en los años noventa, con la incorporación del internet a la sociedad, la manera de buscar más gente para unirse a la secta comenzó a cambiar y a hacerse más poderosa.
En el 96 el grupo se enteró que el cometa Hale-Bopp estaría cursando encima de Estados Unidos en marzo del siguiente año y se comenzó a especular en torno a que aquel cuerpo astral era la clave para la salvación y ascensión al Reino del Cielo. Sin embargo, para esa época el número de seguidores había disminuido considerablemente. Una de las razones fue la muerte de Nettles, otra el uso excesivo del internet, que a algunos no les pareció y una más fue que algunos integrantes simplemente «desaparecieron», supuestamente ascendiendo al Siguiente Nivel.
Todo se preparó para el paso del Hale-Bopp. Una donación muy grande había sido recibida por la agrupación para poder pagar lo necesario para sobrevivir, con lo que rentaron una mansión en San Diego, California y un seguro contra abducción de OVNIS que pagaría hasta $1 millón de dólares por persona, y cubría abducción, impregnación o muerte por aliens para hasta 50 miembros.
La ceremonia del 26 de marzo de 1997 era simple. Applewhite ya había grabado un video (como solía hacer con sus predicciones) en el que explicaba lo que iba a pasar y por qué. Eran 21 mujeres y 18 hombres, reunidos desde dos días antes para empezar el ritual. Primero tenían que beber jugos de cítricos para limpiar el cuerpo. Después vendría un coctel hecho de fenobarbital y vodka. Luego tendría an que amarrarse bolsas de plástico a la cabeza. Les esperaba el siguiente nivel.
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