Un extraño enemigo
En esta serie de Amazon Prime Video, el director Gabriel Ripstein reconstruye el octubre de 1968.
A pesar de ser uno de los eventos que marcaron la historia moderna de México, el 2 de octubre de 1968 ha sido retomado pocas veces por los medios audiovisuales de nuestro país, ya sea por respeto, pudor, o en la más pura tradición de los gobiernos anteriores, censura. Con la serie Un extraño enemigo, el director mexicano Gabriel Ripstein retoma los eventos sucedidos durante el verano del ’68 en México para contar un interesante thriller político.
En la serie, que estrena este 2 de octubre en más de 200 países a través del servicio de streaming Amazon Prime Video, Ripstein presenta la historia de Fernando Barrientos, encargado del Sistema de Seguridad Nacional bajo el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz. Desde su puesto, Barrientos se encargará de mover los hilos necesarios para desorganizar el movimiento estudiantil que amenazaba la realización de los Juegos Olímpicos de México, al mismo tiempo que afectaba la pugna dentro del partido en el poder por decidir quién sería el sucesor en la silla presidencial de Díaz Ordaz.
En nombre y apariencia, el personaje interpretado por Daniel Giménez Cacho guarda muchas similitudes con Fernando Gutiérrez Barrios –conocido como el «superpolicía del sistema«, a quien se le atribuye la creación y dirección de una policía secreta cobijada por el régimen represivo priísta de los sesenta. En la serie se se utilizan muchos de los nombres verdaderos de figuras políticas claves en la época, pero su director señala que Un extraño enemigo no busca explorar en verdades desconocidas o suposiciones, sino presentar una historia ficticia paralela a los eventos en los que se abordan. La serie se centra en el poder y en los distintos juegos que sus involucrados llevan a cabo para escalar en la estructura política nacional.
«Lo que cuento en esta serie es una versión ficcionalizada, inspirada por una serie de factores reales, sucesos y personajes», comenta el realizador en entrevista con Gatopardo. «Me atrajo siempre la posibilidad de hacer un thriller político en la más pura versión del género, con un grupo de hombres que se están disputando el poder».
Para lograr su cometido de una manera fiel a la historia, algo que Ripstein describe como un acto de malabarismo, el equipo de escritores –entre los que destacan Silvia Jiménez; Gibrán Portela, autor del guión de Güeros, La región salvaje y La jaula de oro; Daniel Krauze, ganador del Premio Letras Nuevas de Novela en 2012 con su libro Fallas de origen; y el propio Gabriel Ripstein– realizó una exhaustiva investigación. Partiendo de ella se acoplaron una serie de sucesos y personajes, incluyendo los eventos que antecedieron al choque entre estudiantes y autoridades el 2 de octubre, a su trama para dotarla de una noción de identificación y autenticidad cautelosa.
Además, la estética que rodea a Un extraño enemigo, permite que el espectador se identifique en la época desde el primer episodio. «Era una búsqueda de frecuencia entre fondo y forma. Estoy hablando de un thriller de época con un tono bastante aterrizado. Entonces pensé cómo se podía retratar esa época», cuenta el realizador, detallando que durante la producción se cuidó el diseño de vestuario, maquillaje, peinado y arte, así como la fotografía (recurriendo incluso a ocupar lentes de la década de los sesenta para crear una óptica antigua llena de imperfecciones), para ubicarse en el verano de 1968 sin agobiar la imagen.»No buscábamos gritarle al espectador en cada cuadro que era 1968. Era más bien seguir esa fina brocha con la que se va dibujando un escenario».
Como era de esperarse, el reparto ha sido clave para poder contar esta historia. «Tuve la suerte de tener una directora de casting que me puso de frente a este talento espectacular», señala Ripstein al hablar de su elenco, compuesto, entre otros por Antonio de la Vega, Hernán del Riego, Karina Gidi, Irene Azuela, Andrés Delgado, Kristyan Ferrer y Fernando Becerril, con quienes trabajó cercanamente para desarrollar sus personajes sin necesidad de satanizarlos ni martirizarlos.
«Es un gran reto tratar de darle una dimensión humana a un personaje como este y quizá esa fue la mayor discusión creativa entre Gabriel y los actores, lograr que el actor permitiera que aflorara la parte humana de estos personajes», menciona del Riego, encargado de interpretar al presidente Gustavo Díaz Ordaz, uno de los políticos más odiados de la historia mexicana reciente.
Por su parte, Irene Azuela, quien encarna a Elena, una de las mujeres cercanas al núcleo personal del Comandante Barrientos, apunta que uno de los retos a los que se enfrentó fue mediar entre sus opiniones y perspectivas políticas y las características propias de su personaje: «Otro tipo de disciplinas artísticas te permiten plasmar tu opinión y tu discurso político con mayor libertad. En nuestro caso tiene que ser una negociación entre tu opinión como ciudadano, tu opinión acerca de un suceso y la generosidad necesaria para acercarte a ese personaje».
Con la posibilidad de llegar a todos los públicos gracias a su presencia en la plataforma de streaming Amazon Prime Video, Un extraño enemigo, se erige ante un vacío narrativo que hoy, a 50 años de los eventos de 1968, comienza a ser analizado a profundidad. Haciéndolo en este caso desde el thriller, con la posibilidad de enganchar al espectador a continuar en otros medios.
«La intención fue construir una serie interesante, que atrape al espectador, que lo intrigue, que quiera ver el siguiente capítulo, que se sorprenda, que no la vea venir aunque sepa cuál es el final. Que el que sabe y el que no, encuentren cosas de las cuales agarrarse y tengan este nivel de compaginación con la serie, que les provoque algo», sentencia Ripstein.
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