Se pensó que una vez iniciada la nueva administración, las obras del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) serían suspendidas; pero los trabajos de construcción han continuado en los terrenos de Texcoco, para evitar problemas legales relacionados con la cancelación del proyecto, problemas que serían agravados por incumplimiento de contrato y por falta de pago a inversionistas que apoyaron esta iniciativa presentada en 2016.
Para intentar mitigar las represalias legales y con intenciones de que las calificadoras de riesgo aumenten las perspectivas económicas del país para el próximo año, la Secretaría de Hacienda, dirigida por Carlos Urzúa, lanzó desde el domingo, una oferta internacional para que el Fideicomiso del Aeropuerto de la Ciudad de México (MEXCAT) pueda comprar en efectivo —hasta por mil 800 millones de dólares— parte de los bonos que el gobierno emitió para financiar la construcción del Aeropuerto en Texcoco.
Muchos de estos posibles problemas legales son resultado de la venta de bonos en el mercado de la ciudad de Nueva York, donde una ley protege a los inversores, por lo que una cancelación repentina de lo convenido o la falta de pagos, podría significar una serie de demandas en los juzgados de esta ciudad. Una situación que implicaría movimientos negativos en la economía.
La misma dependencia buscará modificar estos acuerdos para eliminar o reducir ciertas obligaciones contractuales. Anunció que el objetivo de esta maniobra es lograr recomprar bonos en manos de privados, o en todo caso lograr que con su consentimiento los recursos invertidos puedan usarse para la construcción del proyecto de edificación de dos pistas en Santa Lucía y la remodelación del actual aeropuerto de la Ciudad de México.
El subsecretario de Hacienda, Arturo Herrera —informó este lunes en una entrevista— que el dinero para comprar estos bonos saldrá de una bolsa acumulada de 120,000 millones de pesos que el aeropuerto ya posee.
Cuestionado sobre el tema, durante su primera conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que “están garantizadas las inversiones de los accionistas y que también se está llegando a acuerdos con las empresas constructoras”.
Por lo que por la tarde del 3 de diciembre, la SCHP se aseguró en mencionar en un breve comunicado, que “los diversos inversionistas, contratistas y otros accionistas, incluyendo los tenedores de certificados emitidos por la Fibra E del Aeropuerto de la Ciudad de México forman parte de un plan exhaustivo para atender los acuerdos y compromisos relacionados con el Aeropuerto de Texcoco “
El día de hoy —4 de diciembre—AMLO confirmó lo dicho ayer, tras una reunión privada con su gabinete: “Se protegerá a poseedores de bonos e inversionistas en general, no van a tener ningún problema en lo económico y por eso se esta procediendo de esa manera”.
Esta compra estará disponible hasta el 2 de enero, por lo que se pretende que si se llega a un acuerdo, la obra pueda ser cancelada oficialmente una vez iniciado el 2019, mientras tanto los trabajos seguirán en las enormes losas instaladas donde serían instalados los edificios de la terminal y el centro de transporte, no sólo para dar certeza a los mercados mientras el presupuesto 2019 es aprobado. Las obras continuarán también para evitar hundimientos y cuarteaduras en lo ya construido, todo esto para preservar la estructura y darle algún uso si es que se concreta la rehabilitación del lago de Texcoco.
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