Esta es la fantasía de una generación: vender fotos de pies —o axilas o el cuerpo entero— y convertirse en una persona millonaria. O, al menos, ganar dinero extra de forma rápida y fácil. Desde hace unos años, OnlyFans y otras plataformas de sexo online se han llenado de gente común, creadores y modelos que se muestran por diversión o dinero, lo que ha puesto en jaque a la industria pornográfica. Porque en un mundo capitalista, las personas somos la primera mercancía.