El huracán Otis golpeó al famoso puerto turístico de Acapulco y lo devastó como ningún otro fenómeno meteorológico en su historia. Sus colonias y fraccionamientos quedaron aislados y devastados, a la sola merced de sus habitantes. A este colapso se agregó la falta de prevención de desastres, la tardía reacción de gobiernos en los tres niveles ante la emergencia y la prevalencia de un contrato social roto por la inseguridad. Estas son las voces de Acapulco que narran los días subsiguientes al desastre.
Personas desplazadas por la violencia, en el sur de la sierra de Sinaloa, han logrado algo inédito: que un gobierno local les proporcione una vivienda, ante la imposibilidad de retornar a sus comunidades. Pero las condiciones en las que les fueron entregadas 55 viviendas, en la periferia de Mazatlán, distan mucho de ser dignas, y arrojan a sus habitantes nuevamente a la marginalidad. Nuevos fraccionamientos replican los mismos errores de la vivienda social. Esta es la segunda historia del especial «Vivienda en crisis».
La comunidad haitiana que comenzó a formarse hace cinco años en Tijuana, en la frontera norte de México, y que parecía haberse asentado, ahora se disuelve. Su objetivo sigue vigente: cruzar la frontera y pedir asilo a la nación de Joe Biden. Luego de la inestabilidad política de Haití, el asesinato de su presidente y los desastres naturales que han azotado la isla caribeña, las nuevas olas de haitianos continúan llegando. Y aunque ahora se enfrentan a cambios en las políticas migratorias, el anhelo sigue siendo el mismo.