Hasta mediados del siglo XX solían fluir por la capital mexicana por lo menos 45 ríos, que fueron entubados casi en su totalidad, bajo una visión higienista y de progreso. Pero ése sólo fue uno de los más recientes intentos por sacar el agua de la “ciudad chinampa”: en realidad, la supresión de su cultura lacustre data de la Conquista.
El metro de la Ciudad de México es joven comparado con otros metros del mundo —como el de Londres, que es el más antiguo y se inauguró en 1863—, pero ya es un “cincuentón” y lleva la mitad de su vida “mal alimentado”. Pese a décadas de carencias, de manera sorprendente, sigue movilizando todos los días a casi cinco millones de personas —en una megalópolis de veintiún millones—. Pero, ¿cómo lo ha logrado?