El agua peligra en Yucatán. Según investigaciones, en lagunas y acuíferos es posible encontrar plaguicidas, restos fecales y hasta cafeína. Los agroquímicos, la falta de redes de drenaje público y de estructuras para devolver las aguas a los acuíferos son algunas de las principales causas. Pero no las únicas. Los desarrollos inmobiliarios y las granjas de cerdos tienen un papel principal en esta problemática que sigue sin atenderse.
De todas las especies de aves que viven en México, la mitad se concentra en la península yucateca. Ahí su avistamiento empieza a convertirse en una buena opción de turismo ecológico. Este tipo de paseos, porque dependen del monitoreo de las aves, reducen la cacería y el comercio ilegal de especies. Esta crónica no solamente expone el estado de la cuestión —cómo empezó, cómo se ha desarrollado, qué retos y riesgos enfrenta—, también es nuestra mejor manera de persuadirlos de participar en el avistamiento de aves. “Quizá”, como escribe la autora, “todo pueda empezar viendo pajaritos”.