Para las comunidades mayas, dar positivo en una prueba de VIH no es una sentencia de muerte, pero sí un castigo que se recorre en pantano. El diagnóstico inhabilita al paciente para fungir como madre, padre, empleado, ser humano. Queda marginado. En este reportaje, ganador del Premio Nacional de Periodismo en Salud 2024, te contamos sus historias.