¿Por qué alguien renunciaría a la comida? Las razones, que van de lo sacro a lo político, pasando por el gesto heroico o el conocimiento de los propios límites, son numerosas y complejas. Este ensayo explora un predicamento fundamental al que se enfrentan tantos: comer o no comer, restringirse con rigor o arriesgarlo todo por un bocado del cielo en la tierra.
Bien dicen que uno no sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido. La autora de este texto ya no puede comer chilaquiles, una enfermedad le impide hacerlo. Ahora que “habitan en el terreno de la fantasía”, les dedica este elogio.
Una crónica personal sobre la enfermedad de la pica. ¿Qué se siente padecer de antojos verdaderamente extraños? El gusto por las barras de jabón, la ansiedad por meterse migajas de tierra a la boca o por saborear escamas de yeso son algunos síntomas que revelan este trastorno.