Después de pasar décadas en el abandono, la Ruta de la Amistad se ha recuperado y también se ha adaptado a nuestros tiempos. Hoy ya no es necesario hacer el recorrido en automóvil; al contrario, para apreciar cada escultura hay que visitarlas a pie.
Aunque es buena noticia que el museo más visitado del mundo tenga, por fin, una directora, ésta tendrá que innovar para responder a las críticas de apropiación cultural y para que el museo recobre su vocación crítica.