CAFÉ: un espacio para crear
La forma en la que se ensamblan los sabores o se cortan los ingredientes, la presentación de un plato en la mesa, la secuencia de un menú: nada es aleatorio cuando se cocina para compartir. Y qué mejor que hacerlo con la línea de diseño de Mabe.
Como en cualquier disciplina creativa, en la cocina se necesitan técnicas e instrumentos que ayuden a materializar el deseo, y CAFÉ, la línea de diseño de Mabe, es un gran punto de partida, una cocina que revoluciona la experiencia culinaria de principio a fin. Así ha sido para la chef Gabriela Ruiz, la joven cocinera tabasqueña detrás de los exitosos restaurantes Carmela y Sal, en la Ciudad de México; Vuelve Carmela, en Villahermosa, y, el más reciente, Vuela Carmela, en la terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. En sus redes sociales comparte creaciones y encuentros que ocurren en su cocina CAFÉ, personalizada y perfectamente adaptada a sus necesidades, un espacio donde la estética de cada elemento tiene una función práctica. Cada módulo se integra con armonía para formar un ambiente en el que uno puede pasar muchas horas.
La personalización puede hacerse en El Palacio de Hierro o en tiendas especializadas. Por ejemplo, Gabriela bautizó su cocina como “Bruja la Luna”, para lo que se inspiró en la relación que tiene con la naturaleza, específicamente con la herbolaria: “El tema de curar con hierbas me ha llamado la atención desde niña. Una vez, una señora que fue a comer a Carmela y Sal se acercó y me dijo: ‘Yo soy vidente, y en otra vida tú curabas con plantas; ojalá que puedas curar con la comida’. Pensé: ‘¿Bruja yo? No: ¡bruja la luna!’. Y de ahí surgió el nombre”. Entre los muchos detalles a elegir están también los herrajes —negro, cobre, bronce o acero cepillado— y el color de los equipos de cocina, todo para conseguir una identidad tan vanguardista o clásica como se desee. Gabriela eligió color blanco para los equipos de cocina y cobre para las jaladeras y perillas.
CAFÉ cuenta con electrodomésticos tope de gama, comenzando por las estufas: sus quemadores permiten ajustar la temperatura de muy baja a muy alta, y eso es fundamental para apasionados de la cocina como Gabriela Ruiz. “Las cocinas industriales tienen una gran potencia y te permiten preparar platos más rápido. Esa misma potencia está en una estufa CAFÉ. A veces, cuando invitas a alguien y cocinaste, no disfrutas la reunión porque estás pensando en calentar todo. Pero con CAFÉ, si ya tienes lista la salsa, por ejemplo, puedes mantenerla caliente y no se evapora”. La estufa, además, cuenta con seis quemadores sellados que facilitan la limpieza.
Las parrillas vitrocerámicas que la equipan, además de hasta cinco zonas de cocción y touch controls, tienen una tecnología inteligente que las apaga de manera automática cuando detecta que ya no hay recipientes. Las campanas también son perfectas: iluminan con luz halógena, tienen cuatro niveles de extracción para absorber grasas y humo y despejan la cocina de olores rápidamente. Pero la joya de la corona es, sin duda, su horno con puertas tipo francés, que se abren como si fueran una ventana doble por la que entran aromas e historias convertidas en platillos.
“En la cocina todo son tiempos y movimientos”, dice Ruiz. “El que puedas abrir con una mano el horno y con la otra meter la charola hace una enorme diferencia. Y los platillos siempre quedan igualitos, desde la primera vez que lo usas”.
Como opción al horno francés, CAFÉ ofrece uno de convección. Gracias a su tecnología Advantium, no es necesario precalentarlo, y los resultados de cocción se logran ocho veces más rápido. El sistema de convección hace que el aire caliente circule alrededor de los alimentos; con sus seis modos de cocción (convección, recalentado crujiente, microondas, cocción precisa, fermentar y calentar) podrás lograr acabados que solo encontrarías en un restaurante. Para animarte a hornear más, viene preprogramado con más de 175 recetas y cuenta con una pantalla touch de siete pulgadas full color que hace todo más sencillo.
Para quien desiste de usar el horno porque hay que limpiarlo después, CAFÉ tiene una función llamada Self Clean, que eleva la temperatura hasta 471 °C y carboniza los residuos de alimentos para facilitar el mantenimiento. Estas ventajas tecnológicas también están presentes en el refrigerador, que además del despachador de agua caliente, filtro de agua, turbo freeze y las parrillas de cristal templado deslizables para aprovechar mejor cada espacio, permite establecer temperaturas independientes en las secciones.
Si uno se asoma a las redes de Gabriela Ruiz, la verá cocinando rodeada de sus seres queridos. Esto se logra gracias a que el espacio está pensado para ello. Los invitados se sientan en la barra a conversar y la alquimia de los alimentos no ocurre tras bambalinas, sino frente a sus ojos, en un ambiente perfecto, diseñado para compartir.
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