Millesime 2017: Una experiencia en dos frentes
Tequila Don Julio une dos apasionadas miradas en una experiencia gastronómica sin igual.
Con la tierra y su trabajo como inspiración principal, Diageo Reserve participó en el pasado Millesime CDMX 2017, séptima edición de un exclusivo concepto gastronómico de alto nivel, con el espacio From Earth to Fine Drinking, donde sus marcas Johnnie Walker, Buchanan’s, Don Julio, Singleton, Tanqueray y Ron Zacapa, fueron las protagonistas de tres noches de alta cocina y fine drinking.
“El reto de cada año es hacer algo completamente diferente”, dice en entrevista Juan Pablo Molinar, embajador de marca en México de Ron Zacapa y Tanqueray N° Ten. “Es el mismo lugar, pero siempre hay que darle la vuelta para poder traer algo que sorprenda a la gente que visita Millesime y que se quede con un buen sabor de boca, no solo por lo que probó en coctelería, también por lo que vivió y por el mensaje que se lleva”.
Como parte de su trabajo, Molinar busca ser disruptivo, elegante e inteligente, tratando de dar un mensaje lleno de claves puntuales a todos los asistentes. “Una de las principales primicias para poder crear una experiencia es que tiene que ser entendible sin tanta explicación, hablar de la tierra, hablar de lo natural, hablar del trabajo de las manos de los mexicanos y esto lo refleja muy bien”, relata al explicar la instalación del espacio de Diageo.
Uno de los atractivos principales del evento, celebrado del 22 al 24 de noviembre en el Centro Citibanamex, era el espacio de Tequila Don Julio. Como explica Molinar: “Don Julio definitivamente es una marca que viene a romper paradigmas en muchos sentidos. Tiene una parte increíble porque habla mucho del trabajo de las manos del mexicano, de ver las raíces. Obviamente nos sumamos a la filosofía de Millesime este año y nos fuimos hacia lo natural, hacia la tierra y darle ese valor. Por eso queríamos enaltecer esa parte a través de los destilados, esa parte natural. Don Julio lo hacen mexicanos para mexicanos, es una marca increíble”.
Durante el evento, la marca de Tequila presentó su nuevo producto Tequila Don Julio Reposado Dos Barricas, invención del master distiller de la casa Enrique de Colsa. “Diageo es una de las pocas casas que se puede dar el lujo de hacer una variante tan perfecta como lo pueden ser Dos Barricas, porque es un Don Julio reposado que después, cuando termina, reposa un tiempo más en barricas de whisky Buchanan’s, lo traemos a Millesime para que la gente lo conozca como una de las innovaciones más importantes que traemos”, relató Molinar, quien destacó que su intención era contar la historia detrás de su atractivo producto. “Lo que nosotros queremos dar a entenderle a la gente es que no se trata nada más de ver la botella en el anaquel, sino que hay una historia detrás, hay un proceso artesanal, hay un proceso que se hace prácticamente a mano”.
Con la responsabilidad de algunas de las marcas más vendidas en nuestro país, Juan Pablo Molinar se mostró agradecido por poder cumplir con sus intenciones. “Son meses de trabajo para este evento, nos echamos ocho meses, hay más de ocho agencias trabajando al mismo tiempo para crear todo esto, obviamente las marcas, el compromiso de todos, el equipo de Millesime que se porta siempre increíble y que tiene la apertura de poder brindar una experiencia y que no hay reglas, sean ustedes, sean increíbles y nosotros como Millesime seremos contentos”, dice, contento.
Jugando con el sabor del agave
Uno de los puntos más atractivos del espacio de Diageo era el pop-up de Don Julio, donde la joven chef Ana Martorell presentaba un par de platillos preparados con agave: ceviche con agave crudo y helado con agave cosido.
“Fuimos a Don Julio y en la experiencia completa te dan a probar el agave crudo y el agave cocido. Y cuando probé el agave crudo empecé a notar su sabor a Jícama, imaginé usar el agave crudo y mi mente empezó a volar. Luego me dan el agave cocido y tenía como un sabor a piloncillo, tamarindo, distinto, entonces me lo imagine en un chocolate o un helado”, comienza a relatar Martorell, al ser cuestionada sobre su inspiración para crear esos platillos; “Claro, me explicaban que es imposible, un agave es una planta que tienes que esperar siete años para que te pueda dar un tequila, no la iban a echar a perder en un helado, pero yo les decía, la gente tiene que conocer a que sabe el agave, porque no es una experiencia que te pueda dar alguien siempre… así que cuando me dijeron tienes que venir a millesime y tienes que enseñarle a la gente a que sabe el agave, pero en una forma rica, me dieron una oportunidad increíble”, agradece la chef.
Martorell, quien abrirá su restaurante a principios del próximo año, platicó sobre la reacción que obtenían sus invenciones culinarias entre los asistentes al evento: “Entonces vienen aquí y se sorprenden, preguntan ¿Esto es el agave? e intentan decir a que sabe… no conoces a lo que sabe el agave y no sabe a tequila, porque muchos me decían que pusiera el ceviche con un aderezo de tequila y así no, porque entonces no te va a saber a agave, te va a saber a tequila y quiero que sepas a qué sabe la planta de agave, entonces eso es lo que logramos y quisimos traer a Millesime, un ceviche con agave crudo y además hicimos un helado con pacojet que obtiene el sabor completo a agave cocido, 100% agave, con un poco de crema para darle la textura que queríamos y chocolate amargo, que hicimos partiendo en cubitos el agave cocido y poniéndole un poco de sal para exponenciar el sabor dulce del agave. Entonces aquí pruebas el chocolate que todos sabemos que es chocolate, pero hay un tono que no conoces y ese es el agave”.
Además de sus conocimientos y experiencia, Ana Martorell encuentra en su imaginación el toque ideal para poder realizar platillos atractivos y vanguardistas: “Amo esto de tener una locura en la cabeza y sorprender a la gente. Para mí, mi mejor paga ante un platillo es la cara de sorpresa y ver que la gente lo disfrute. Si es por experiencia, pero sobretodo es dejar volar tu imaginación y mientras más alto vueles, más creaciones sacas… Hoy en día tu imaginación es el límite”.
Con un futuro prometedor por delante, Martorell busca transmitir una de sus pasiones a todo el mundo: la comida mexicana. “Quiero enseñarle al mundo qué tenemos aquí… Quiero seguir trabajando y seguir demostrando todo lo que tenemos. Para mí, el poder ir al otro lado del mundo a demostrarles lo que tenemos aquí es un honor”, detalló la chef.
Llevando a México hasta en su vestimenta profesional, detallada con bordado a mano, Martorell describió la experiencia creada por Don Julio como algo extraordinario: “Me encanta una experiencia como esta, 100% mexicana, con agave y poder enseñar algo que no vas a tener oportunidad de probar en otro lado y probarlo con cosas nuevas y decir wow, que rico. Y algún día alguien va a decir, es que yo sí sé el sabor del agave y con que alguien lo repita ya valió la pena para mi venir a Millesime con Don Julio”, explicaba entre comensales la chef.
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